Christmas Mistletoe ||YoonMin||

Final

Difícil, era una palabra corta para describir lo que había pasado en aquel sitio, y es que en verdad no sabía cómo era posible que el destino pareciera querer ayudarle y a la vez echar a perder su plan en su totalidad, no lo podía siquiera creer.

En primera instancia, cuando el muérdago aquel había desaparecido, y ambos habían ido a escuchar canciones navideñas, Yoongi ni siquiera había podido llevar a Jimin debajo de otro muérdago, había muchos en el lugar, pero parecía que Jimin incluso impedía que se acercasen a los otros muérdagos, cosa que no le extraño mucho, pues seguramente se trataba de coincidencias. Estuvieron por más de tres horas en aquel lugar, iban de un lado a otro a petición de Jimin.

Después de los villancicos, ambos habían ido a recorrer de nuevo el pasillo en dónde se encontraban los árboles de navidad, todos estaban totalmente decorados, pero había una zona en dónde podías decorar un árbol, y por supuesto Jimin no quería perderse de ese momento y termino por llevar a Yoongi con él, Yoongi pudo notar un muérdago, pero no era fácil para él, querer llevar a Jimin debajo de aquel muérdago sería más complicado, pues Jimin estaba sumamente encantado con decorar un árbol que Yoongi tuvo que dejar ese muérdago por descartado hasta que terminasen de decorar, cuando Jimin se había sentido satisfecho con lo que había hecho, no dudo en buscar otro sitio a donde pudiese llevar a Yoongi.

Yoongi había terminado siendo arrastrado por Jimin a todas las zonas de actividades que tenía el lugar, desde decorar galletas de jengibre, hasta inclusive hacer decoraciones para el árbol navideño con piñas de pino, así que Yoongi prácticamente perdía de vista los muérdagos al ver a Jimin tan entretenido con todas aquellas actividades, tanto así, que ambos terminaron por irse del lugar, y Yoongi se percató de ello, había perdido una gran oportunidad de tener una buena excusa para poder besar los labios que tanto había estado anhelando.

Ahora se encontraban dirigiéndose al departamento de Jimin, Yoongi se había ofrecido a llevarlo a casa, después de todo no quedaba lejos del lugar, y también Yoongi se quedaría reflexionando por sus acciones tan estúpidas y por su cobardía de no poder llevar a Jimin debajo del muérdago.

—¡Fue demasiado divertido todo lo que hicimos! —Yoongi no evito sonreír al escuchar a Jimin—. Ame demasiado decorar galletas, aunque arruinaste varias, Yoongi.

—Sí, la repostería no es lo mío —se encogió de hombros—, también te divertiste mucho haciendo los adornos.

—Sí, pero creo que pudimos haberlo hecho mejor —dijo Jimin mientras inflaba sus mejillas—, aunque tú no lo hacías tan mal —le dio un leve codazo a Yoongi—, ahora sabré a quien acudir para hacer adornos a mano.

—Mientras no me obligues a hacer guirnaldas de palomitas —Jimin soltó una risa por el comentario de Yoongi—, si fuera por mí, me las comería en lugar de usarlas de adorno.

—Pues ya somos dos, Min Yoongi —ambos se sonrieron para después volver a prestar atención al camino—, a pesar de todo, siento que tú en verdad no te divertiste demasiado.

—¿Por qué lo piensas? —Yoongi levanto ambas cejas en sorpresa por el comentario de Jimin, aunque sabía que tenía razón, no se había concentrado en divertirse debido a los pensamientos que estaba teniendo, su plan había fracasado.

—Te veías distraído, aunque también te noto igual de distraído ahora mismo.

Yoongi soltó un largo suspiro.

—Sí, es que estaba pensando demasiado...

—Pues deberías dejar de hacerlo, sólo deberías divertirte y dejar de pensar tanto las cosas, Yoonie.

Tal vez Jimin tenía razón, pero este era el plan perfecto, quería besar a Jimin, en verdad lo quería, con todas las ganas posibles, pero necesitaba una excusa y la había perdido, el universo le había ayudado, y había perdido la oportunidad de hacerlo, estaba totalmente tonto por no haber tomado el valor y llevar a Jimin a donde quería, pero ya era tarde.

—Sí, tienes razón —arrastro las palabras—, pero lo importante es que te hayas divertido.

—Al menos dime que te gusto todo —dijo Jimin.

—¡Me encanto! —Jimin no evito sonreír ante la emoción en la voz de Yoongi, estaba más que feliz con eso.

Y entonces sus pasos fueron disminuyendo, ya habían llegado al edificio de los departamentos en donde se encontraba el de Jimin, Jimin miro el edificio para después suspirar, miro hacia Yoongi, y se colocó frente a él.

—Muchas gracias por traerme —menciono—, y por convencerme de ir a aquel lugar, en verdad me divertí mucho contigo a mi lado.

—Lo mismo digo —asintió Yoongi—, cuando quieras podemos repetirlo.

—¡Eso sería fabuloso! —Yoongi sonrió hacia Jimin—. ¿En verdad te gustaría?

—Mientras este contigo, todo será excelente para mí, Jiminie —aquellas palabras hacían que Jimin quisiera saltar hacia Yoongi para abrazarlo, pero debía contenerse, todavía había algo que faltaba, y quería hacerlo a como dé lugar—. Bueno, no quiero que te congeles aquí afuera, ve a dentro, antes de que el frio aumente más.

—Sí, tienes razón —Yoongi estaba a punto de hacer una reverencia y dar la vuelta para irse, cuando Jimin de nuevo capto su atención—. Pero, no quiero.

Yoongir frunció el entrecejo al escuchar esa respuesta.

—No quiero que te enfermes.

—Lo sé, pero —Jimin relamió sus labios—, hay algo que olvidas.

—¿Algo que...? —y entonces la pregunta quedo en el aire, Yoongi observo como Jimin sacaba un muérdago, y lo colocaba justo encima de ambos, parpadeo un par de veces no creyendo lo que pasaba, miro a Jimin que tenía un leve rubor en sus mejillas, pero que no dejaba de mirarlo.

—Sé que tal vez no quieras, lo comprenderé —menciono Jimin—, no soy alguien que te pueda gustar, pero —bajo la mirada—, me gustas, desde hace tiempo de eso, y me gustaría...

No pudo terminar su confesión, cuando Yoongi se le había aproximado para darle el beso, Jimin abrió sus ojos en grande al sentir los labios de Yoongi sobre los suyos, pero eso era lo que ambos habían estado queriendo desde un principio, Jimin decidió disfrutar del beso que le proporcionaba Yoongi, para después de unos segundos separarse y quedar juntos mirándose a los ojos.

—¿Me creerás si te digo que me haz robado mi plan? —Jimin soltó a reír ante eso—. Todo este tiempo trate de buscar un muérdago para llevarte allí y decirte lo mucho que me gustas, Park Jimin —el mencionado tenía una mirada brillante al escuchar aquello—, pero no pude, y ahora tú... —sonrió—, nunca creí que fueses tú quien traería esto —agarro el muérdago—, te amo.

—Y yo a ti, Min Yoongi —y volvieron a unir sus labios para darse otro beso mucho más duradero.

Definitivamente esta era la mejor navidad de sus vidas.

f  i  n