No había nada más terrorífico que lastimarse y dejar de ser útil para los demás, ser dejado de lado, ser olvidado.
Jeon Jungkook, segundo año de secundaria, el mejor pitcher del equipo de béisbol de su escuela.
Él conocía ese terror a la perfección, pues no había sucedido mucho tiempo atrás, tal vez unos cuantos meses. Era un jugador prometedor, una estrella, un chico lleno de talento por explotar pero aquel entrenador había llegado muy lejos con aquello. Lo recordaba casi a diario, siendo una pesadilla recurrente, su más grande miedo.
Temía lastimarse una vez más.
Cuando recién iniciaba en ese mundo controversial y competitivo, un entrenador vió su potencial, un hombre experimentado y en apariencia confiable. Le enseñó todo sobre el deporte que aún amaba, las posiciones, las reglas, como batear y lanzar una pelota. Absolutamente todo. Era un sueño adquirido pero todo terminó cuando su hombro derecho comenzó a sentirse extraño, aquel hombre le dio una revisión rápida y lo envío a casa para un leve descanso, luego reinició su entrenamiento más fuerte y exigente. Un día colapso. El dolor en su hombro era tal que no podía levantar el brazo de forma correcta, incluso sostener algo con la mano le era imposible, por lo que en secreto visitó un hospital por su cuenta y se hizo exámenes.
Examen tras examen, semanas sin poder ir al entrenamiento y una dura rehabilitación, todo completamente solo. Pues aquel hombre, el primero en ver su potencial y el primero en brindarle apoyo para perseguir un sueño que al principio creyó suyo, lo había abandonado cuando creyó que ya no le era de utilidad. Sus compañeros perdieron el interés en un As que no podía brindarles una victoria, sus padres parecieron perder la esperanza de un hijo sin futuro y él casi se perdió a sí mismo pero siguió adelante, buscando callar a todos los que le dieron la espalda y perseguir su nuevo sueño de volverse profesional.
Curiosamente su primer sueño era simplemente jugar béisbol, divertirse con sus amigos jugando el deporte que amaba.
—Jungkook, este año hay nuevos aspirantes, tal vez te pueda interesar alguno de ellos como tu catcher.
—Se ven mediocres.
—¿Eso crees? A mi no me parece.
El hombre sonrió nervioso mientras se abanicaba con la gorra marrón oscuro y sostenía con fuerza una planilla contra su pecho, delante de ellos estaban los de primer año, ya usando sus uniformes blancos con rayas marrones mientras corrían alrededor del campo o se lanzaban pelotas. Jungkook frunció el ceño y miró de reojo al hombre que parecía temerle, ese era el entrador del equipo, quien temía decir o hacer algo para que él abandonará el equipo. Hizo una mueca viendo nuevamente al frente, apretó el guante que cubría su mano izquierda y jugó desinteresado con una vieja pelota, los de primero se acercaron y formaron una fila delante de ellos dos.
—¡Kim Namjoon, ven acá!
—¡S-sí!
El chico salió de la fila ante el llamado del hombre y se acercó con pasos torpes, tenía una estatura promedio, su cuerpo era escuálido y no parecía muy fuerte, su cabello chocolate se pegaba a su frente por el sudor y su piel ligeramente acaramelada brillaba bajo los potentes rayos solares de esa tarde calurosa. Jungkook lo miró de arriba abajo más de una ocasión y chasqueó la lengua, no le gustaba, ese chico lucia muy débil. Tenía el presentimiento de que con un lanzamiento con su mínimo de fuerza podría destruirlo pero el entrenador no pensaba igual, por lo que se vio en la obligación de ponerlo a prueba.
—Es el más prometedor, así que dale una oportunidad...
Le había dicho el hombre mientras los enviaba a otra parte del campo donde podría entrenar a solas, todos sabían que una buena Batery se formaba en base a confianza y momentos compartidos, pues debían estar realmente unidos. Namjoon parecía nervioso a su lado pero no le impidió colocarse sus protectores y el guante, se agachó y esperó a que le lanzará, Jungkook sonrió de lado mientras se preparaba y lanzaba segundos después con una fuerza tremenda. El menor no solo no pudo atrapar la bola, sino que ésta golpeó su abdomen y a pesar de la protección cayó de rodillas, quedándose sin aire y quejándose por el dolor.
Había sido demasiado para un primer lanzamiento.
—Será mejor que te acostumbres, bueno, si quieres ser titular...
Namjoon levantó la mirada hacia él, sus ojos estaban cristalizados por las lágrimas que se negaba a derramar y algo de saliva escapaba de las comisuras de su boca, respiró errático mientras se obligaba a ponerse de pie aún sosteniendo su abdomen y le daba una mala mirada. Jungkook colocó una mano bajo su mentón y la otra (aún usando el guante) en su cintura, sonrió con suficiencia y luego negó divertido, al menos la actitud del chico no era mala. El mayor levantó la pelota y la lanzo para volver a atraparla, jugando mientras el menor volvía a su posición, era claro que no se rendiría tan fácilmente.
Los días comenzaron a avanzar, ya muchos habían mejorado significativamente, Namjoon no se sentía igual. La mayoría del equipo se encontraba ahí, en los casilleros donde guardaban sus cosas y se preparaban, él estaba frente al suyo quitándose la camiseta. Su dorso fue revelado, escuchó varias exclamaciones por parte del equipo, tenía muchos moretones que realmente dolían. Jungkook salía del fondo, ya cambiado con el uniforme de practica y sin expresión, no solía mostrar demasiado delante de ellos. Aunque al verlo sonrió con inocencia, se le acercó mirándolo con la cabeza inclinada hacia un lado.
—Hey, Namjoon, ¿y esos moretones?
—¡Tú me los hiciste!
—¿Sí? ¿Cuándo?
El menor gruñó por la confusión que mostraba su mayor, no sabía si realmente no lo recordaba o solo bromeaba, Jungkook se encogió de hombros ante su molestia y salió del lugar gritándole desde afuera que se apurara mientras reía divertido. Namjoon era de los pocos que le decía las cosas de frente, le reclamaba o lo regañaba, pues la mayoría temía hacer enfadar al As del equipo.
Namjoon aún no había visto enojado a Jungkook.
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⚾ Béisbol ⚾ Kooknam - Namkook [Bts]
Short Story¿Puede un deporte destruir una relación tan fácilmente? Tanto Jungkook como Namjoon aman el béisbol, siendo uno el pitcher y el otro el catcher (correspondientemente), conforman una de las mejores batery's pero eso no dura demasiado. El As de un e...