¡Por supuesto que si!

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                      (Unas semanas después)
Narra Emma
Estaba en casa recuperándome, para hacerles resumen Eros no se ha despegado de mi desde que me dieron el alta, sólo algunos momentos para ir a la oficina que tiene aquí en casa, si, también tiene una oficina aquí en casa, dice que así está más pendiente a mi y no tiene que estar tanto tiempo fuera de casa aparte podía cuidarme y trabajar a la ves.

Yo ya estoy mucho mejor Gracias a Dios, Sabrina esta con su panza grande, aunque ella y Derek siempre viven con discusiones gracias a que el embarazo a Sabrina la a puesto muy histérica pero pues Derek así la quiere y sabe cómo controlarla, con comida, a mía le encantan los bebés así que Ethan le compra un local en el cual tienen una guardaría, son felices así y ya viven juntos también.

A Derek hace una semana mis padres le regalaron una casa, está trabajando ya en la empresa al igual que Ethan y yo ya que ahora debe velar por Sabrina y su hija que viene en camino, Eros está acostado a mi lado, hoy es un día muy feliz, el día está muy bonito.

Entro a la ducha y me doy un baño rápido, me arreglo un poco el pelo y me coloco la ropa interior y un kimono, aún no me pondré ropa, me siento más cómoda así aparte no iré a la empresa hoy y es fin de semana así que no tengo que ir a la universidad, chequeo mi celular a ver si tengo tareas pendientes y para mi buena suerte no tengo más que un discurso que debo dar en la empresa, daremos un aumento de sueldo ya que los trabajadores se han esforzado mucho y la empresa ha ganado mucho y todo va muy bien, mi padre también hablará así que no me preocupo mucho por eso.

Me acerco a Eros el cual tiene el pelo todo revuelto y unos cuantos mechones rebeldes caen en su frente, le doy besos en toda la mejilla para que despierte mientras pasó mis manos en su andar y perfecta trabajada espalda
Emma- despierta mi amor...
Eros- mmm buenos días mi Reyna.

Yo sonrío por su mote, siempre me ha llamado así y aún no sé cuál es la razón para que me llame así
Emma- oye aún no sé porque me dices así amor, por qué me dices mi Reyna?
Eros- porque eso es lo que eres, una Reyna, MY Reyna, la mujer de mi vida, que lo que más me hace feliz es despertar y ver tu bella sonrisa a mi lado, porque te amo y nada ni nadie hará que eso cambie, te amo mucho mucho mi Reyna
Emma- ay yo te amo más.

Le doy un beso en los labios y después Eros empieza a llenarme de besos y hacerme cosquillas, se detiene y mientras se coloca encima de mi y me abraza, yo coloco mis brazos el rededor de su cuello, besa mi frente y las junta para luego cerrar los ojos y suspirar
Emma- te amo tanto mi vida, Eros eres mi mundo...
Eros- y tú el mío amor.

Me besa y esta ves es un beso lleno de deseo y lujuria, me abrazo a él y pasó mis manos por su ancha y trabajada espalda dejaba de la tela de su pijama, le quito el poloche, dejando a la vista su pecho muy bien trabajando y sus abdominales, Eros estaba echo por los mimos dioses, se acerca y me besa, va dejando una línea de besos desde mis labios hasta mi cuello, se acerca a mi oreja y da un beso el cual me hace estremecer, sonríe y sé que le gusta lo que provoca en mi, pasa sus manos por mis muslos y da un beso en mis labios, me levanta y me quita el kimono que tenía puesto.

Se arrodilló ente mi y beso mi intimidad por encima de la tela de mis pantis, agarre su pelo y lo acaricie, me los quito y se levanto lentamente mientras tocaba todo mi cuerpo haciéndome estremecer, gruño y me cargo me llevo a la cama nuevamente y en el camino ya mi sujetador estaba en algún lugar de la habitación, mordió mis labios provocando que abría era la boca un poquito para así introducir su lengua y intensificar el beso aún más, me coloco en la cama y bajo a mi intimidad nuevamente.

Estuvo jugando con mi clítoris, lamiendo y chupando mi intimidad, de ves en cuando introdujo dos de sus dedos masturbándome, este hombre va a hacerme venir 4 veces juntas....me ha llevado al cielo, yo no hacia mas que gemir su nombre, decirle que quería más, y agarrarlas sábanas fuertes, dio un último beso a mi intimidad y fue hasta nuestro armario y al salir venía con el paquete de el preservativo en sus dientes, yo no dejé que lo destapara y lo puse en la cama, me subí encima de el y le comencé a besar y morder los labios, baje a su paquete el cual tenía ya una gran erección, le quite los pantalones de dormir y deje a la vista su gran y excitado amigo, come se a chupar y chupar mientras lo escuchaba gemir algunas veces, deje de hacerlo para seguido hacerle una placentera rusa, después de venirse le pase el preservativo y entonces me penetro, hicimos unas cuantas posiciones hasta que los dos explotamos viniéndonos juntos, Eros me beso y salió de mi, nos tiramos en la cama agotados del cansancio.

Mi vida, mis reglas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora