Cap. 4 Se acerca el final

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¿Yo? ¿Yo? ¿De verdad?

Escuché un sollozo mucho mayor de Frank, como si él hubiera sabido esto desde siempre y no me lo hubiera dicho... ¿Por qué no me lo había dicho? ¿Por qué no me hablaba? Tal vez... no podía...

Seguí escuchando atentamente.

Te has lastimado, Gerard y es hora de que te enfrentes. Creaste una vida falsa, un paraguas como tú mismo le llamaste. Lastimaste a todo aquello que amabas. Incluso a tu hija.

Mordí mi labio, que no se metiera con mi hija, que no le pusiera un solo dedo encima porque yo era capaz de recorrer el mundo en busca de ese loco.

Sabes muy bien que serías más feliz con Frank, que hubieras sido mucho más feliz siendo tú mismo. Pero por supuesto que no. Tenía que ser como TÚ querías. Pero te olvidaste de algo importante: de ti mismo.

Tomé el arma con mi mano derecha y vi el cañón. Sólo había una bala dentro, por lo que debería ser usada con cuidado.

Temblaba, yo no quería morir. No quería dejar mi vida, quería ver a mi hija crecer, quería sacar a mi hermano y a mi… y a Frank de ahí, quería volver a cantar, quería escuchar el rugido de la multitud...

-¡No vas a ganar hijo de puta! –grité, pero mi grito me hizo darme cuenta que si él ganaba, yo ganaba y si él perdía... yo perdía.

Me tambaleé ligerito y tuve que sentarme al lado de Frank. Lo miré mientras hacia girar el tambor y cerraba los ojos. Escuché el sonido de los agujeros al girar, y el chasquido final que sellaría mi muerte. Sentí sus manos heladas y cubiertas de sangre sobre las mías, él quería quitarme el arma pero en esos momentos yo tenía el doble de fuerza que él.

Pasó sus manos por mi rostro y sentí el calor de su sangre.

-Cuando todo este termine... llama a una ambulancia…

Escuché un intento de sonido y lo miré, Frank intentaba hablarme pero las lágrimas caían de sus ojos.

-Frank... ¿no puedes hablar? –susurré y él negó- Bueno…

Juguemos Un Juego.- Frerard -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora