Twin Flame | Fred W. [ traducción ]

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Nota de la autora: Hoy ha sido un mal día.  esto se refleja en mi escritura. Lo siento si es demasiado. Recursos vinculados al final y mis dms siempre están abiertos para cualquier persona afectada por el contenido de este capítulo.

TW: menciones de ahogamiento, implicaciones de autolesión, ataques de pánico, menciones de cáncer. De alguna manera obscenidad muy detallada ??? Lo siento.

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POV de Iris

Ahogarme, para mí, fue un fenómeno fascinante. Siempre me habían llevado cuerpos de agua. Supongo que vino de la mano de mi adoración por la naturaleza; ríos, océanos, estanques y lagos eran una gran parte de ella. Podría pasar horas perdida en el asombro de las aguas expansivas, las ondas sutiles del movimiento natural, la transparencia y claridad, el poder que tenía, las formas de vida que albergaba. Era tranquilo, idílico, pero tenía un poder destructivo a pesar de su belleza. El agua, para mí, era esencialmente el definitivo de lo sublime.

La supervivencia humana dependía del agua; fue un salvavidas. Sin embargo, paradójicamente, por mucho que dependiéramos de ella para sobrevivir, el agua podía matarnos con la misma facilidad que podía revivirnos.

Siempre había considerado que ahogarse era algo pacífico. Una vez que el pánico inicial disminuyó, y tus pulmones se estropearon con demasiado líquido y habías aceptado tu destino, supuse que ahogarte sería relativamente tranquilo; casi agradable.

Estaba equivocada.

Había subestimado el poder del terror inicial que vino con el ahogamiento. Había descartado la pura agonía de dar vueltas sin escapatoria, tu cuerpo haciendo todo lo posible para sobrevivir. Llegar al borde, respirar. Me había equivocado de la forma en que el ahogamiento prendió fuego a tus pulmones, cada átomo de tu cuerpo infiltrado por agua, ineludible, agonizante, implacable.

Me estaba ahogando.

O eso se sintió. La ansiedad que me desgarró, lacerando mis pulmones y aplastando mi pecho, el dolor y la devastación que contaminaron cada fibra de mi ser, solo podían compararse con la sensación de ahogarme. Y no era final. La forma en que me sentí no estaba ni cerca del destino aceptado de la muerte en la última parte del ahogamiento. No, estaba atrapada en la etapa inicial. Estaba peleando, gritando y agitándome, solo tratando de vivir, tratando de salir a la superficie, desesperada por alivio. El alivio no llegaría pronto. Esto fue solo el comienzo.

Tan pronto como mis pies aterrizaron en el suelo familiar del piso, me derrumbé en el suelo, jadeando, desesperada por oxígeno. Necesitaba conectarme a tierra. Mis uñas rasparon la piel de mis brazos mientras sollozaba e hiperventilaba en el piso. Esto no era real, esto no era real, esto no era real. Esto era una pesadilla y me iba a despertar pronto y vería a mi papá y él se reía de lo tonta que estaba siendo, me abrazaria y me diría que todo estaba bien.

La sangre y la piel rota me indicaron que esto no era una pesadilla. Daría cualquier cosa por cambiar esta triste realidad por una pesadilla; me ofrecería infinitamente más consuelo.

Apenas escuché la voz de Fred por encima del latido del corazón en mis oídos y el aliento se atascó en mi garganta y mis lamentos de desesperación;

—Mierda, Iris —susurró mientras corría a mi lado, tirando mis uñas de mis brazos y mi cuerpo convulsionado en su regazo, haciendo ruido en mi cabello mientras me mecía de un lado a otro. No era del todo consciente de cuánto tiempo habíamos estado allí, podrían haber sido minutos u horas, todo lo que sabía era que algo tenía que ceder. Mi cuerpo finalmente cedió, sucumbiendo al agotamiento cuando mi cabeza palpitante rodó sobre el pecho de Fred, hipando a través de las lágrimas silenciosas que continuaban rodando por mis mejillas—. Vamos —tarareó, levantando mi cuerpo inerte y llevándome al sofá. Me acostó, colocando mis piernas sobre su regazo, tomando mis brazos en sus manos y besando los rasguños que había tallado. Retirando su varita, trazó las líneas formadas por mis uñas, susurrando el hechizo curativo en voz baja, cerrando cada una de ellas mientras lo hacía—. ¿Me puedes decir que es lo que paso?