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TW: Entorno hospitalario, menciones de tortura y agresión sexual (siguiendo lo de capítulos anteriores)


POV de Iris

Un dolor abrasador me despertó de mi inconsciencia, mi cuerpo luchaba entre querer apagarse para combatir el dolor y la incapacidad de ignorar la forma en que mis nervios se sentían como si estuvieran en llamas. Voces distantes me atrajeron al presente, voces familiares, mantas de consuelo que me decían que estaba bien despertar.

—¿Fred? —grité, el raspado de mi voz contra mi garganta se sentía como si acabara de beber ácido. Abriendo mis ojos, desesperada por verlo, por saber que estaba allí, por saber que estaba bien, el blanco clínico de la habitación quemaba a través de mi cráneo, como garras cortando contra el tejido de felpa de mi cerebro.

—¡Iris! —una voz llamó, el sonido ahogado, como si mi cabeza estuviera sumergida en agua. La voz era femenina, maternal, llena de preocupación. Con gran dificultad, mis ojos se movían, cada cuadro que pasaba hacía que mi estómago se revolviera, mareándome; Molly. Una sensación de alivio se apoderó de mí cuando la matriarca Weasley se paró sobre mi cama, su mano descansaba en mi frente, la ansiedad inundaba sus rasgos. Estaba a salvo. ¿Donde estaba él?

Una mano tocó suavemente mis propios dedos, entrelazados con los míos, sólo permitiendo la presión suficiente para alertarme de su presencia, como si me tocaran demasiado fuerte me rompería; puede que no se hayan equivocado.

—Estás despierta —dijo una voz suave a mi lado, una voz inconfundible, una voz que permitió que una calidez se filtrara a través de mí; está a salvo, está aquí, está a mi lado. No queriendo dejar que el dolor me lo prohibiera, giré mi cabeza para enfrentarlo tan rápido como pude.

—Fred —afirmé, mi mirada se encontró con la suya. La emoción cruda entrelazó sus rasgos, abatimiento, preocupación, tristeza, dolor, culpa; era casi desagradable. Su dura mirada me miró fijamente, mirándome brevemente a los ojos antes de vagar, fijándose en un lugar más allá de mí, mirando a través de mí. Moví mi cuerpo, suplicando con los brazos que me levantaran, que luchara contra el dolor, que me volviera hacia él y lo abrazara. Me derrumbé sobre mí misma por el esfuerzo, cada parte de mí dolía mientras intentaba moverme.

—No te muevas, Iris —advirtió Molly—. Llamaré a una enfermera.

Había olvidado que estaba rodeada de gente, que no estábamos solo Fred y yo en la habitación, mis ojos no habían registrado las figuras que me rodeaban o el entorno en el que estábamos. Permitiendo que mi atención divagara, me di cuenta que estaba en San Mungo, George y Eliza estaban a los pies de mi cama, mirando preocupados mientras recuperaba. Antes de que pudiera reunir las fuerzas para hablar, la Sra. Weasley se apresuró a volver a mi cama, seguida por una enfermera.

—Bien, creo que la señorita Mills tiene suficiente para asimilar, ¿qué tal si la dejamos recomponerse antes de que reciba visitas? —sonrió, asintiendo con la cabeza hacia George, Eliza, Molly y Fred. Todos menos este último obedecieron, Fred se mostró reacio a dejar el asiento a mi lado.

—No me voy —resopló, su tono definitivo. La enfermera miró entre él y Molly suplicante, Molly abrió la boca en un intento de discutir.

—Está bien —me las arreglé, mi atención dirigida a la enfermera—. Por favor, déjelo quedarse.

Las seis palabras que reuní me dejaron sin aliento, pero fueron suficientes para convencerla, así que George, Eliza y Molly nos dejaron a Fred y a mí, la enfermera corrió una fina cortina alrededor de mi cama mientras realizaba algunas comprobaciones.

Twin Flame | Fred W. [ traducción ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora