3. Everything has changed

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Noviembre, 1980

- Es increíble que vayas a pertenecer a la realeza y no sepas acomodar el moño de tu corbata.- Luke se burlaba de Louis, quien solo hizo un pequeño puchero al recibir la ayuda de su amigo y compañero de piso.- ¿Qué opinará la princesa Charlotte al respecto?-

- Obviamente estás equivocado, Luke.- Olly intervino, mirando el trabajo con su moño.- En el palacio siempre tienen sirvientes que te ayudan a vestirte, Louis solo tendrá que quedarse de pie frente a ellos y jamás, nadie se dará cuenta que no sabe acomodarse un miserable moño.- Ambos empezaron a reír. A pesar de que no era la primera cita, aun no podían ocultar su emoción con el tema, la cual disfrazaban de burlas hacía Louis.

- En primer lugar, ya estoy aprendiendo, sólo necesitaba un poco de ayuda.- Por fin habló Louis, ladeando una sonrisa.- Y en segundo, no voy a ser de la realeza. Ustedes hablan como si lleváramos 6 meses comprometidos y me fuera mañana al palacio de Buckingham. Apenas hemos salido 6 veces en estos dos meses.-

- Sí, pero no has salido con cualquier persona. Son 6 citas con la futura reina de Inglaterra. Eso es más de lo que logró tu hermano... Y todos sus ex novios.- Luke respondió, señalándolo mientras enarcaba una ceja.

- Sí, pero han sido salidas pequeñas, con chaperones y sin que nadie más que ustedes y mi familia lo sepan. Así que párenle a su tren de entusiasmo.- Respondió el más joven, mientras tomaba sus llaves para guardarlas en el bolsillo de su pantalón.

- Como usted ordene, su Alteza Real Louis William Tomlinson.- Olly insistió con el tema, haciendo una reverencia con Luke al mismo tiempo.

Louis ya se encontraba en el umbral de la puerta, girando en dirección hacía sus amigos cuando escuchó su último comentario.- No tienen idea de cuanto los odio.- Puso los ojos en blanco y después les dedicó una sonrisa, antes de salir y cerrar la puerta.

Tomó el elevador para bajar y salir de su edificio, caminó un par de cuadras hasta que vio estacionado su pequeño auto: un Volkswagen caribe de color naranja. Vería a Charlotte hasta la entrada del teatro porque de esa manera llamaban lo menos posible la atención, aunque claro, los asistentes notarían su presencia al estar en el balcón real.

Condujo hasta el lugar, estacionó su auto y bajó de él para esperar a la princesa, quien llegó unos minutos después. Traía un vestido verde con zapatos a juego, y su cabello rubio estaba peinado perfectamente; su collar y sus aretes eran pequeños, muy acordes al vestido.

- Hola, Louis, gusto en verte de nuevo.- La princesa dejó un beso en cada una de sus mejillas, a manera de saludo.

- Lo mismo digo, Charlotte. Te ves hermosa esta noche.- El joven correspondió el saludo, y Charlotte sonrió ante su halago.

- Muchas gracias, tu también te ves muy bien en ese traje.- Comentó luego de darle una mirada de pies a cabeza.- ¿Entramos? Debe estar por iniciar.-

- Claro, pero ¿dónde está tu chaperona?- Louis no pudo evitar la pregunta, que estuvo en su cabeza desde que vio llegar a la princesa sola.

- Oh, no. Sin chaperonas esta noche.- Le respondió con una sonrisa, y antes de que Louis pudiera preguntar algo más, entraron al teatro.

El camino hacia el balcón fue rápido. No era la primera vez que Louis asistía, pero si la primera vez que estaría en el balcón real, y la primera vez que salían juntos en público. Sus citas anteriores habían sido cenas privadas, paseos al campo, visitas privadas a la universidad de Louis, por lo que sabía que esto era un paso importante: Su relación con Charlotte había progresado al grado de que ella quería que el mundo lo supiera.

Tᴏʟᴇʀᴀᴛᴇ ɪᴛ || L. S. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora