Paint Me Like Van Gogh| Kendall Jenner

Quiero Verte Brillar

-¿no crees que vamos demasiado rápido?-

Dijo Jane sin poder controlar sus respiración dándole más espacio para que Kendall pudiera besar su cuello.

-Jane, yo se que deseas esto tanto como yo. Tus ojos lo gritan - le dijo la morena mirándola a los ojos.

Jane la volvió a besar y la recostó en la cama, no pudo evitar pasar sus dedos por su cuello, pasó sus dedos sobre sus muslos, Kendall sintió el calor entre su entrepierna, la castaña subió sus dedos por su ombligo.

-no fue muy difícil persuadirte.- dijo quitándole la ropa a Jane

-eres la excepción que desarma todas mi reglas.

La castaña soltó una sonrisa triunfante, no había nada que la detuviera.

Así que paso sus manos por sus senos y sintió como sus pezones se alzaban al tacto, fue inevitable correr su pijama y dejarla con ese diminuto conjunto.

Jane no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, su corazón se aceleró tanto que podría darle un infarto.

Sin duda Kendall tenía un cuerpo trabajando, en ese momento su vida consistía en perderse en sus curvas y su piel suave, anhelaba besar cada milímetro de ella.
Estaba viviendo la mejor experiencia estética.

-creo que me voy a desmayar, Kendall y no quiero perderme de lo mejor. - dijo aún mirandola

La morena  la miro con ternura, posó su mano sobre su mejilla y la beso con ternura lo que se volvió un beso húmedo, caliente y enseguida sus lenguas se encontraron.

Jane bajó sus sus labios a su cuello hasta llegar a su clavícula.

La contemplación de la belleza acaricia nuestra sencibilidad
¿Podía haber algo mejor que eso?
Si, cuando además la belleza acaricia su piel con la suya.

-me encanta como te queda este conjunto-le dijo la castaña admirandola - pero se tendrá que ir. -

Suavemente  le  quitó el sujetador , se ubicó sobre ella, cuidando cada movimiento, pero ya había sido bastante tortura, lentamente acercó sus labios a sus pezones, los lamio, en ese momento Kandall arqueo sus espalda. Pasó su lengua suavemente y en círculos alrededor de sus pezones hasta que su deseo fue tanto que decidió morderlos suavemente y chupo, lo que hizo que Kendall diera un gemido más fuerte, un instante que parecía eterno y la morena le  sonrió levemente, eso fue suficiente para que Jane dejara de controlarse. Bajo las bragas de Kendall.

-estas mojada - murmuró Jane.

-es inevitable cuando se trata de ti- dijo entre jadeos.

Prosiguió para descubrir una deliciosa humedad que tenía que probar, se coloco entre sus piernas, acercó sus labios a su vagina y en el momento en el que sacó su lengua para saborear su clitoris... Kendall se estremeció por completo  y la apretó soltando un pequeño gemido.

-delicioso- fue lo que alcanzó a pronunciar la morena

- quiero verte brillar,  Jenner- le dijo  Jane al oído con una voz profunda y dominante.

-quiero más. - Murmuró la morena

Los límites entre ellas ya no existían, en su lugar, el hambre dirigía su acciones.

Jane comenzó a devorarla como siempre había deseado,  beso cada parte de su abdomen para después ir bajando por su ombligo, lamio su piernas y llegó hasta su sexo que beso como si fuera su boca.
La morena envolvió sus manos en su cabello y sus piernas en su espalda elevado sus caderas para intensificar el placer.
Su lengua jugaba con su clitoris, la morena gemia mientras la castaña recorría cada rincón de su sexo.
Jane metió dos dedos y Kendall solto un gemido que retumbó por toda la habitación.  A la castaña le agradaba como  gemia y como acariciaba sus propios pechos mientras la embestia.
Su manos se posaron a su espalda y la apretó. Estaba a punto de llegar y se apartó.

Kendall la miraba confusa y la respiración entrecortada.

No la iba dejar así obviamente.
La castaña la acercó hacia ella haciendo que sus sexos chocasen.
Comenzó a a mover sus caderas cada vez más rápido y ahora sus gemidos se funcionaban junto con los de ella.en una excitante melodía.
Jane apretaba sus manos en las nalgas de Kendall y la de ella arañaban su espalda.

La castaña le dio un beso pero interrumpido por sus gemidos. Unas cuantas embestidas más y ambas se corrieron al mismo tiempo.
Jane movió un poco más su caderas apoyando su cabeza en su hombro para prolongar más el placer. Hasta que terminaron acostadas en la cama.

Kendall abrazó fuerte a Jane, las lágrimas rodaron por sus mejillas, al final el llanto era la única manera de liberar la presión que tenía dentro.

-yo... - trato de articular alguna palabra la fuerza.

-Esta bien bebé, lo hiciste increíble-la abrazo con ternura, la beso y le sonrió.

-eres... Todo lo que yo no soy, eres la seguridad que me ilumina mi interior , eres el lugar a dónde me encanta acudir. - confesó la morena.

La castaña no pudo evitar sonreír.

¿Existía algo mejor que eso?

Desde esa noche, Kendall tuvo la luminosa duda de querer saber todo de la otra y el mismo tiempo el miedo de no querer saberlo.

La confusión reynaba la mente de Jane, lo había entregado todo de una manera incontrolable, rompió con sus propio código moral.

Pero ambas dejaron sus pensamientos para después, para disfrutar de su compañía y el cálido abrazo.

Nota de autora:
Mi mamá: mi hija esta bien.
Señora, su hija actualiza su historia en la madrugada.

Gracias por leerme, tqm✨