over again I

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La llamada estaba entrando y después de algunos segundos la voz tan anhelada se escucho del otro lado, pero al parecer la morena se quedó sin palabras.

Colgó, se sentó en el piso y recargo su espalda en la fría pared. Eso fue un acto valiente pero al mismo tiempo, muy cobarde.

La mente le daba vueltas, no bastaba con escuchar su voz, quería verla, tocarla, abrazarla, besarla. Lo deseaba tanto como si fuera una necesidad básica, la extrañaba tanto que hasta sentía que deliraba. Se sentía como si estuviera dejando alguna droga. 

-a la mierda todo. -

se levantó para dirigirse a su armario, tomó la primera sudadera que vio y salió de la casa, subió a unos de sus autos, no quería pensarlo mucho porque si lo hacía, no lo haría.

El reloj marcaba las 12:45 am, ya era tarde, si tenía suerte no se encontraría con ningún paparazzi y así fue, agradeció a todo y a todos, por ese golpe de suerte. Pero no dudaría mucho, unas luces rojas y azules y la sirena de una patrulla  hicieron  que se orillara. Y ahora maldijo a todo y a todos.

Bajo la ventana y el oficial se acercó hasta ella.

-¿a dónde va tan de prisa, señorita? -  preguntó el señor uniformado examinado a la morena con una linterna.

-es una urgencia, ya sabe, cosas que se tienen que hacer a veces en la vida. - Kendall trató de sonar inocente y lo más tranquila posible, para no sonar sospechosa a algo que no tenía nada que ver. Pero tal vez esa respuesta abrió más sospechas de lo que no eran

- eso no justifica el hecho de que iba 80 km/h y al parecer el olor alcohol es evidente ¿hay algo que me tenga que decir? -

-no realmente, yo sólo quiero ir a decirle a la mujer que amo que la amo, pero si dejo pasar más tiempo es posible que me arrepienta, porque si mi mamá se entera de esto me va a matar. - Kendall tomó aire después de haber hablado tan rápido.

-ya veo. Linda historia, pero igual tendré que multarla.-

-esta bien, haga lo que tenga que hacer, pero deje me ir. -

El oficial rio por la desesperación de la morena y procedió a escribir la multa. Minutos después se la entregó con la cantidad ya asignada.

-espero que todo salga bien y será mejor que baje la velocidad y vaya con más cuidado.

- así será oficial. - le sonrió falsamente y retomo su camino, pero está vez un poco más lento.

Aparco el auto en el estacionamiento del edificio de los departamentos.

Sin ningún discurso en mano, bajo del auto y comenzó a caminar lo más rápido posible, la desesperación le ganó y comenzó a correr. Entró al edificio lo más tranquila y normal posible, saludo al portero quien le regresó el saludo. Se dirigió al  ascensor, puso el numero correspondiente y cerró los ojos por la mala sensación que la hacía sentir siempre, abrió los ojos cuando las puertas se abrieron, camino por el pasillo y se paró en la puerta indicada.

Tomó aire y exhalo.

Justo cuando iba tocar la puerta, se arrepintió. 

"si mi mamá se entera de esto me va a matar, se va encargar de esconder mi cuerpo y hacerme un clon... No, no, no pienses en eso"

Volvió a tomar valentía y tocó la puerta, no hubo respuesta. Volvió a tocar, tampoco y por última vez, si no abría se iría resignada.

Espero por unos minutos, se resignó y justo cuando iba dar la vuelta. La puerta se abrió

Una castaña con la pijama puesta, los ojos un poco hinchados y el cabello desordenado apareció al abrir la puerta.

Paint Me Like Van Gogh| Kendall JennerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora