Capítulo VII

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✨💛🧡✨


— Todavía no entiendo que hago aquí Pavel...

Le había concedido el beneficio de la duda creyendo que en esa hora haría que mis esperanzas no fueran simples ilusiones.

— Quiero que te mudes conmigo - no iba a mentir diciendo que no espere algo más que una relación superficial.

Me equivoqué.

— Esa es tu proposición... ¿En serio?

— Si.

— No dependo de nadie, pero agradezco tu ofrecimiento... - su semblante relajado y seguro de si mismo me hizo poner en pie y caminar unos pasos.

— Por qué eres tan obstinado y no aceptas mi proposición.

— Porque no voy a vivir con alguien por buen sexo - al escucharme sonrió descaradamente enderezando su cuerpo. Se había acomodado en un exquisito sofá blanco.

— Así que aceptas que te doy buen sexo... - ¡mendigo arrogante! perjuré — ¿Por qué si lo harías? - se cruzó de brazos y yo no quería seguirle el juego.

— No lo haré Pavel y punto.

— Responde.

— No sé... - ¿Qué se supone que quiere escuchar?

— ¡¿Cómo no lo sabes?!

— Pues no lo sé - en lo único que podía pensar era en salir. Revise mi reloj, no habia pasado ni diez minutos.

— Dime qué no estás esperando esa cursi propuesta de amor eterno Zairus, eres un hombre muy inteligente y realista no estúpido.

— Tiendo a ser estúpido la mitad del tiempo Pavel y qué, por eso no le rindo cuentas a nadie y vivo como quiero

— Conmigo puedes cometer las estupideces que quieras, incluso puedo ser quién te proteja. Lo hice hoy ¿recuerdas? - El animal no entendió mis palabras, pero si escucho lo estúpido que soy.

Se puso de pie quitándose el saco para volverse acomodar en el mismo lugar.

— Muchas gracias por recordarlo - camine rumbo a la puerta — Me quiero ir...

— Me diste una hora.

— ¡Pues me equivoqué! (corté) Pensé que hablaríamos de algo diferente. No me interesa tu propuesta, el tiempo se cancela - trate de abrir sin éxito, tenía código.

— Estás actuando como un niño asustado - llegó a mí y sujetó mi brazo — ¿No lo vez?, tú tendrías estabilidad económica y alguien que te satisface en la cama... - lo decía cómo quien ofrece las llaves del paraíso a un pecador cuando esta visto qué, como ángel fracaso y termino siendo expulsado.

— Me crees mendigo... - su semblante me confirmó lo que piensa. Con mi mano retire la suya de mi brazo —... el que viva en un departamento en el Bronx no me hace pobre - siempre ha tenido una mala reputación, lo cierto es que es algo injusto por que no se puede considerar en su totalidad un «mal barrio». — tengo mis razones - murmuré bajo.

— Dime cuales para que entienda

— No son de tu incumbencia - puse la mano en la perilla y lo mire esperando que introdujera el código. No lo hizo burlándose de mí.

— ¡Cobarde!

— Dame el maldito código Pavel

— Estamos teniendo una conversación entre adultos. No actúes como un hombrecito ofendido.

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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Mi Querido SatanásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora