15* Después del baile

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Esa noche, 4a.m., cuando Matt dejo a Ella en la puerta de su casa y se despidió de ella con un dulce beso en la punta de la nariz, ninguno pudo dormir. Dando vueltas en la cama. Recordando y reviviendo esa mágica noche.

Matt aseguraba que quería a Ella, la adoraba. La verdad es que estaba enamorado de ella y ninguno de los dos podía evitarlo. El estaba solo recostado en su cama con su celular en las manos, viendo fotos de ella, en su traje rojo y blanco de porrista que le quedaba estupendo. En el día de "acción social" hace un mes y medio, cargando a un niño pequeño, ayudando a comer a un anciano que la miraba con cariño. El día de lavado de autos, su bikini azul, su cabello negro atado en una coleta alta. Una fiesta en la que lucia un hermoso vestido dorado in un escote en la espalda, riendo como loca y bailando, veía lo hermosa que era, su hermosa y radiante sonrisa.
No dejaba de pensar el Ella ni un segundo. Y no dejaba de sonreír como idiota cada vez que la veía, aun en simples fotos.

Ella por otro lado no quería admitir que estaba enamorada, enamorada de verdad. Tenía tanto miedo. Recordaba cada momento de esa maravillosa noche, el perfecto baile que Matt desarrollo, cuando supuestamente no sabia bailar. Sus dulces labios pegados a los suyos, como la miro cuando estaba contando la historia. Esos ojos verdes que vio por primera vez cuando accidentalmente chocaron.
Matt era el chico perfecto.
Ella comenzó a recordar su pasado, hace tan poco tiempo perdió absolutamente todo. Por alguien que no le dio nada a cambio, dudo de si misma, se creyó una basura solo porque alguien alguna vez lo dijo, sus palabras, la lastimaron tanto como si fueran golpes. Todos lo veían, ella lo sabia y nunca hizo nada para cambiarlo.
Creyó que sin el no seria nada, para ella eso era amor. Nadie nunca la trato como el, nadie la había besado como el. Pensaba que era amor, pensaba que era todo lo que alguna vez alguien la querría.
Se equivoco y ese error nunca lograría enmendarlo.

Sus lagrimas se esparcieron por sus mejillas, aún seguía con el vestido, el maquillaje ya corrido por todo su rostro y el peinado ya deshecho por sus desesperadas manos que pasaban por su cabello, sentada en el suelo con una mano sobre su costado y otra en su cadera llorando, sollozando sin poder parar, ni detenerse.

La puerta de la habitación de Ella se abrió después de un suave golpe.

-Ella, cariño no te oí llegar me quede dormida.

Su madre había entrado, bostezando y tallando sus ojos. Dandole tiempo para secar sus lagrimas.

-lo sé mama, no te quería molestar.

-cariño, ¿estas bien? No llores más. ¿qué sucede?

-perdóname mamá, por favor perdóname, yo no quería, no quería matarlos. Todo fue mi culpa

-shhh... shhh... mi vida no llores más por favor , nada de eso fue tu culpa

-lo fue... si yo hubiera ido, si hubiera obedecido a papá, si no los hubiera llamado nada de esto hubiera pasado

Su madre comenzó a llorar con Ella, eso había arruinado sus vidas. Ella nunca se perdonaría haberlos perdido, sabe que fue su culpa.

Why you? GeeksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora