Double deal - Sukuna/Itadori Yuji y tú

festival de intercambio p2: consecuencias

¡Hola mis queridísimos lectores! quiero agradecerles por el apoyo y el seguimiento que le han dado a esta historia que ya superó la mitad de la primera parte. El próximo capítulo es un especial/extra de la cita que entre Itadori y Kaori, para hacerle un homenaje al día de los enamorados que está muy próximo. 

Tengan un buen fin de semana y recarguen todas sus energías para un buen inicio de mes, ¡un abrazo para todos! 

[POV kaori]

Sentía el cuerpo ligero y a la vez pesado, con dificultad para escuchar, el ritmo de mis latidos cada vez más lentos, mis manos sudorosas, mi consciencia casi en el nulo funcionamiento, ¿qué había pasado? el sonido me perturbó al igual que la explosión en sí. Abrí mis ojos lentamente, pestañeando repetidas veces para de este modo percatarme de que estaba de rodillas, con mi palma derecha aún en el aire, con una corriente inexplicable que sacudía cada uno de mis dígitos, nuevamente me pregunté, ¿qué había pasado? me encontré con un panorama desolador, una grieta en el suelo y un ecosistema de dos kilómetros de radio totalmente evaporizado y consumido por algunas pequeñas llamas en el suelo encargándose de las raíces restantes.

- ¿Megumi? ¿Toge?

Susurré previo a sentir un pánico que me causó la desesperación suficiente como para comenzar a gritar sus nombres, tomándome la muñeca de aquella palma que permanecía elevada.

Ese ataque había sido mío, sin control y sin previo aviso.

- ¡¿Megumi?! - Grité una vez más, desconsolada por no verlo.

Yo misma acabé con ellos...

¿Cómo podía ser posible algo así?

Elevé la palma, cerré los ojos y todo se desvaneció.

¿Y Zenko?

- ¿K-Kaori?

El poder de la esperanza nunca fallaba cuando más se necesitaba y así fue en este caso. Cuando todo parecía apuntar a ser la etapa más oscura de todas, una voz llegó para iluminar todo camino.

Megumi se arrodilló frente a mi, algo herido, pero vivo.

- M-Megumi... estás vivo...

- ¿Estás bien? - Sus brazos me rodearon con fuerza, abrazándome como nunca me lo imaginé de su parte.

- ¿Eh?

- Toge está a salvo, no llores.

Sin contenerme lo abracé de vuelta, dejando salir el llanto que ahora no era de pánico sino que de felicidad.

- Creí que... tú... y Toge... no sé lo que pasó, M-Megumi...

- Tranquila, sé que no fue a propósito. Te quitaré esto. - Un simple tirón fue suficiente para que me liberara del famoso collar que guardó en su bolsillo.