Después de las dificultades vividas en la Tierra y los enfrentamientos con los terrestres, un nuevo enemigo aparece para mostrar a ambos grupos que no están solos en la Tierra.
(Continuación de Run)
Miró a Clarke con una ceja enarcada antes de beber agua de su vaso de metal. Carraspeé suavemente para calmar la tensión porque sabía que Raven, a mi lado, estaba retorciéndose en el sitio después de haber escuchado lo mismo tres veces.
Apoyó el codo en la mesa y dejó caer su cabeza contra la palma de la mano con ímpetu, exagerando sus movimientos para que le prestáramos atención. Pero Clarke tenía paciencia y estaba desesperada por conseguir la ayuda de Bellamy, así que lo volvió a intentar después de soltar un bufido.
—Es un laberinto —explicó, haciendo una pausa en cada palabra.
Bellamy no pareció muy contento con su tono porque apretó la mandíbula con fuerza mientras cogía aire.
—Mira, no voy a dejar que te lo explique otra vez —sentenció Raven, alzando las manos.
No habíamos parado de investigar desde que me había contado su descubrimiento. Intentábamos encontrar el motivo de las interferencias en la radio y yo había añadido anotaciones al plano de Clarke del Monte Weather con posibles salidas y entradas. La comida se había enfriado entretanto.
Entonces llegó Bellamy, que parecía haberse olvidado del trascurso de los dos últimos días, y tuvimos que informarle de todo. Su actitud había sido bastante negativa, completamente tozudo y autoritario. Seguía sin escuchar a Clarke y por eso no entendía lo que queríamos proponer. Por si no era suficiente, su propia presencia me alteraba y evitaba cruzar palabra con él.
—Es importante, Raven —recordó, mirándola con seriedad.
Raven torció la mandíbula, pero se contuvo de decir algo más. Sabía que no lo consideraba parte de su equipo desde hace unos días y lo había llamado un "idiota egocéntrico" cuando le había contado nuestros problemas.
—Pues escúchame bien, Blake —le arrebató a Clarke el plano y estiró de él con fuerza— Solo hay dos posibles entradas: o vamos por los túneles y nos acribillan los carroñeros o entramos por la puerta principal y nos revientan los hombres de la montaña. ¿Lo entiendes ahora?
Bellamy rodó los ojos y sonrió de manera fingida.
—¿Cuál es tu plan brillante?
Pude ver de reojo como le temblaba la barbilla. Raven siempre había sido muy temperamental y, aunque sabía que estaba haciendo todo lo posible por controlarse, coincidía en que Bellamy había llegado demasiado lejos. No sabía cuál era su problema, pero estaba empezando a molestarme que lo pagara con todos.
—Seguimos pensando en ello... —intervino Clarke, extendiendo las manos lentamente por la mesa hasta volver a apoderarse de su plano.
Lo dobló cuidadosamente y se lo guardó en el bolsillo de la chaqueta con nerviosismo, asegurándose de que los espías del Arca no se daban cuenta de que tramábamos algo.
—Si tu madre no organiza una misión pronto, iré por mi cuenta.
Las tres lo miramos con el ceño fruncido, pero él solo puso su atención en una de nosotras. Esperó a que me negara o a que me uniera, cualquier cosa que se hubiera parecido a nuestros ataques de valentía en el antiguo campamentos. Esta vez no sería así. Aunque tuviera un nudo en la garganta de imaginarlo solo, dirigiéndose a la boca del lobo, guardaría silencio y le dejaría marchar.
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