Orihime ha sido una buena esposa.
Orihime ha sido una buena amiga.
Siempre ayudando y apoyando a su marido y a su amiga cada vez que la necesitaban.
¿Por qué se lo agradecen acostándose en SU cama a sus espaldas?
Se había enterado por su criada Ogawa, quien había estado con ella desde pequeñas. Tuvo ese día libre y había regresado una hora antes por la falta de tránsito. Como de costumbre entra por el área de la servidumbre y, mientras se va despojando de su abrigo, recuerda que se había lavado ropa de su señora ayer en la noche y va al área de lavandería en busca de dicha ropa. Estaba doblada y lista, las agarra y va al cuarto matrimonial de su señora y su marido, emocionada de sorprenderla con su vestido favorito a su regreso de visitar a Rukia para usar en la cena.
No se esperaba encontrar al conde, el marido de Orihime, desnudo y teniendo sexo con una mujer que no era su esposa.
Salió corriendo antes que la pillasen, sin soltar la ropa en todo momento, ni cuando de abrigó, ni cuando salió de la casa y subió al taxi con rumbo al hotel en donde se hospeda Rukia y de seguro su señora se encuentra allí también.
Cree es una poderosa razón para entrar a la oficina de su marido toda furiosa. Con una mirada tan peligrosa como una leona a punto de cazar a su comida, su esposo a tenido la decencia de sentir miedo y un escalofrió en la espalda.
—¿Cómo osas faltarme el respeto acostándote con una mujer que no es tu esposa en NUESTRA cama matrimonial? Y no cualquier mujer de un burdel, ¡Sino mi amiga!
—No me grites en ese tono. — Ordena tajante el hombre.
—¿Disculpa? La ofendida aquí debería ser yo, así que ten la modestia de al menos encogerte como el perro zángano que eres... Coyote. — Dice el nombre de su marido como si fuese un insulto.
—¡Suficiente!— Ordena alzando la voz y poniéndose en pie. Si esperaba una reacción de miedo o arrepentimiento en su esposa, no le ha funcionado. La espalda de Orihime sigue recta como un tronco y sus ojos prometen una muerte lenta. Suspira agotado y vuelve a sentarse. — Discúlpame, tienes razones para estar molesta y yo estoy siendo ruin.
—Sí, lo estás haciendo. — No baja la guardia pero sus ojos empiezan a humedecerse. — ¿Por qué nos has hecho esto? Yo te amo... te he respetado y apoyado en todo como buena esposa y compañera... ¿Y tú me lo agradeces con insultos?
—Orihime. — Nuevamente se pone en pie, pero esta vez no de forma amenazante. Se acerca a su esposa queriendo consolarla pero ella retrocede y mantiene las distancias. — Lo siento, comprendo la situación que estas. Admito que he sido un débil idiota que se ha dejado engañar por los encantos de una arpía. — Suspira. — No. No debo echarle toda la culpa, soy en parte responsable de esta locura. Te prometo en lo más profundo de mi corazón que Bambietta no volverá a poner un pie en esta casa... y que no volveré a tratarte de aquella manera.
Escucharlo hablar le hizo decidir aceptar sus disculpas y perdonarlo. Viéndolo en perspectiva, puede que se haya equivocado, pero en su defensa, él no solo se veía totalmente arrepentido, sino que ha admitido su error y no le ha echado toda la culpa a la amante. ¿Qué hombre admitiría aquello? Por lo tanto decidió perdonarlo pero a cambio no dormiría de nuevo con él hasta que se deshaga de la cama, que no pensaba volver a dormir ahí.
Todo volvió a la normalidad después de ese episodio, hasta Bambietta había tenido la decencia de aceptar la carta de ambos en que no vuelva a aparecer en sus vidas.
Y entonces, tres meses después, le tocó a la señora misma encontrarlos en el acto del coito en el estudio de un socio y amigo.
Se volvió loca a verlos, quizás si hubiese tenido a Ogawa cuidando sus espaldas como siempre, se habría contenido como una dama digna y esperar en lo privado a atacar... pero no. Gritando cosas prohibidas para los labios femeninos, Orihime empujó a su marido y empezó a golpear a Bambietta a puñetazos en su pecho mientras su cabeza no deja de cuestionarse que ha hecho mal.
ESTÁS LEYENDO
La Divorciada
Fanfiction¿Qué es peor que ser una solterona? Que te rechacen por divorciarte de tu marido al descubrir que es infiel. La ex condesa Stark, Tenjiro Orihime trata de seguir adelante con su vida a pesar que la nobleza no para de llamarla loca o la "Divorciada"...