Capítulo 4: Paternidad aprobada

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Ichigo había pasado al marquesado de la familia Sado ya que sus tierras vendrían siendo el "puente" para llegar a la estación de trenes que se mueve entre países del Imperio. El trámite para meterse a los trenes y viajar entre los países son documentos y que te aprueben el pasaporte pero si eres un noble prestigioso como Ichigo sólo debes presentar el emblema de la familia y las puertas se le abren sin dudar.

Claro, siempre y cuando sea dentro del Imperio de Seireitei.

En vez de ir a un hostal o un hotel de lujo, fue invitado por el propio marques Sado a pasar la noche en su mansión hasta que reanude su viaje.

Por eso se encuentra ahora mismo almorzando con los marqueses Yasutora (a quien apoda Chad) y Cristal.

—¿Algo que podamos saber de tu nuevo libro? — Pregunta Cristal de pronto.

—Habrá un nuevo caso. — Es todo lo que dice.

Evitando que se le note que ha estado pensando en cosas eróticas que siempre es la joven con el cabello del atardecer.

—Habías terminado uno tres meses atrás, ¿No? ¿Cuándo se publica?

—Según mi agente, saldrá la próxima semana en todo el Imperio, ya luego se expandirá con el paso de las semanas.

—Se lo voy a contar a tu fan número uno.

—¿Ah? ¿No eres tú? — Bromea.

—Lo siento, pero ya sabes que el trono lo tiene Sir Jugram con sus libros de fantasía. — Sonríe y toma de su copa de vino.

Ichigo sonríe y toma también un trago de vino, deleitándose por el sabor. No hay duda que es de la línea Rikka, la nueva marca de vinos que ha iniciado hace cuatro años y a pasos pequeños se está tomando un lugar en las fiestas y hoteles por su buena calidad. Se está volviendo adicto a esos vinos en su hora de escribir, si no puede un café, exige a Rishiro que le tenga una copa disponible; honestamente quisiera más pero el misterioso dueño y socio de Rukia prepara a cantidades pequeñas, concentrándose primero en las empresas que hacen sus reservaciones como por ejemplo hoteles. Le molesta que la enana tenga el privilegio de una empresa en tomar todas las botellas que quiera y que deba hablar con ella para conseguir su porción.

—Es el vino nuevo, el del gorrión en la botella.

—Sí, los consigo directamente con el dueño. — Orgullosa de sacar una cara de sorpresa en su amigo y ve a su marido, quien se ha mantenido en silencio por firmar papeles. — Yasu se ha puesto celoso que me los enviaran con rosas.

—Hm. — Es todo lo que dice ante la mirada de su amigo, queriendo no pensar en la caja llena de cincuenta botellas de vino, rosas y una carta dedicatoria a Cristal.

—Creo que por eso no me dejó salir con mis amigas a un viaje, usando el trabajo de excusa. — Suspira cansina. — ¿Notaste un sabor diferente?

—La verdad es que sí.

—Eso es porque Rikka sacará una nueva línea de vinos, quiere ver cómo le va antes que se arriesgue con el vino blanco en unos años. Preparó sólo unos ochenta que dejo cinco para mí, otras cinco para Rukia, Rangiku, Yoruichi y Retsu.

—Pues sabe igualmente de delicioso, quisiera poder tener una de las botellas.

—Te vendo una de las mías si me lo recompones.

—Trato hecho... y ya que parece que eres intima amiga del dueño de estos vinos, espero tener una porción.

—Claro, van a salir a la venta a fin de mes, le diré a uno de sus socios que te envíen las botellas. Te advierto que máximo te dejaran comprar cinco.

La DivorciadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora