13

3.7K 660 90
                                    



Nunca me había sentido tan patético y decepcionado de mi mismo, como aquella noche. Amaba a Taehyung más que a nada, aunque fingía una sonrisa y actuaba como si nada pasara, por dentro estaba sufriendo a un nivel que estaba afectándome físicamente. Aún era débil frente a él, sólo bastaba un roce de sus labios para que tuviera mi cuerpo  su merced. 

No quería eso, no quería ser el patético hombre que lo consolarla sexualmente. 

Cuando encendí la luz de la sala, vi a mi hermana acostada en el sillón. Fui hasta ella y la moví ligeramente para despertarla, era una noche fría y ella no tenía ninguna manta cubriéndola. Si se quedaba ahí, era completamente seguro que iba a obtener un resfriado. 

—Hora de ir a la cama, preciosa —dije cuando  abrió los ojos, el los talló con sus manos,  me miró y después se lanzó contra mi, dándome un abrazo.

—Todo va a estar bien Hoseok, te lo prometo. Vas a ser muy feliz —dijo en medio del llanto. No pude más, me aferre a su delegado cuerpo y llore con fuerza.

Casi grite, cada llanto desgarrada mi garganta, ya no quería seguir llorando, ya no quería amarlo, pero era muy difícil.

—No puedo más —lloré con fuerza mientras escondía mi cara en su estómago, arrodillado frente al sofá—. No puedo más, me duele el pecho y el corazón, ya no puedo, quiero morir.

Fue la primera vez que dije aquello en voz alta, las manos de mi hermana se aferraron más y mientras lloraba con fuerzas.

—No puedes morir, yo te amo, mamá  te ama, hasta Baeko te ama, no puedes dejarnos. 

—No me importa, siento que me muero. Ya no quiero sentir más esto. 

Había llorado toda la noche con mi hermana haciéndome compañía. Aproveche que Taehyung me había dado tres días libres para no trabajar, por por lo que el lunes y el martes me la pase en casa leyendo y descansando viendo televisión. Apenas y tomé los expedientes para estudiarlos.

Por la noche del martes, mi hermana me llevó a un karaoke con Baeko insistiendo en que tenía que distraerme, Jeon jungkook estaba ahí, tomando cerveza y luciendo lamentable.

—Se hizo un tatuaje mal y esta triste. No te preocupes tu ignóralo —mencionó Baeko al ver mi expresión llena de dudas; la última vez que lo había visto fue el día que hicimos la compraventa. Y después de eso no había dado señales de vida. 

—¿Qué salió mal? —pregunté sentándome a su lado. Jungkook me miró y sonrió, luego estiró su brazo izquierdo y lo puso frente a mi. Tenía demasiados tatuajes y de diferentes diseños.

—Mira el oso —dijo, cuando lo encontré, miré a Jungkook sin entender.

—Es bonito.

—Es horrible —declaró firmemente,  y después aparto su mano —la cabeza es más grande que el cuerpo.

—Sigue siendo  bonito.

Jungkook me jalo repentinamente, me abrazo y acarició mi cabello hasta despeinarse.

—No intentes consolarme.

No lo intentaba, un ser tan lamentable como yo, no podría consolar a nadie. Por supuesto, después de una cervezas incluso yo canté algunas  canciones, tuve la suerte de que mi hermana  escogió solo canciones animadas y alegres. 

No regresamos tarde a casa, después de todo, tenía que regresar al trabajo mañana. Mientras trataba  de dormir, me lamentaba sobre mis acciones, no sabía cómo iba a ver a Nayeon o a Taehyung a la cara.

Al parecer se me había olvidado que cuando una pareja se casa, suelen irse de luna de miel. Por lo que, no tuve que ver Taehyung y Nayeon por la siguiente semana, eso me ayudó a concentrarme en mi trabajo.

Jay era el más feliz con mi regreso, me informo sobre todas las  novedades y no escatimó en decirme que no había nadie como yo en el departamento. 

—Hablando enserio, todos son tan amargados, dan miedo, incluso la señorita Yoa, ella tiene un rostro muy bonito pero su actitud es muy seria. Además no me enseñan como lo haces tu, sólo me piden que les prepare café. 

—Me alegro que me extrañaras, yo también te extrañé, estar en casa fue muy aburrido. Por cierto pídele a Jungwoon las copias del expediente del caso Choi por favor, quiero que me ayudes a analizarlas.

Jay asintió y fue a buscar al pasante directo de Namjoon. Más tarde ambos regresaron con los tres tomos del expediente.

Mire a Jay, se veía preocupado. Esa tarde y el día siguiente, íbamos a tener mucho trabajo. Y así fue, casi no dormimos, pero pronto tendría una audiencia de desahogo se pruebas y habían bastantes inconsistencias en las carpetas. Podía adivinar que el fiscal había agregado actos que no eran verdaderos con tal de poder sentenciar a nuestros defendidos. 

Hice que Jay anotara a todos, los peritos que habían participado en la integración de la carpeta, además le ordené que buscará los contactos de otros peritos, para pedir una segunda evaluación. Jay lo hizo todo con detalle y precisión por lo que me ahorró mucho tiempo.

Después hicimos unas cuentas visitas, solíamos viajar en taxis, pero no me estaba resultando nada práctico, por lo que aproveché para visitar agencias automotrices. Jay estaba más emocionado que yo.

—No hagas tanto escándalo, no tengo suficiente dinero para comprar un vehículo último modelo, buscaré lo más barato.

—Que aburrido eres —hizo un puchero y me siguió de cerca. Mientras observaba los vehículos más económicos, observe a Baeko caminar a lado de una mujer en la calle de en frente. Verlo me sorprendió y sin poder evitarlo mis pies lo siguieron, mientras pensaba en lo peor.

—¿Jefe a dónde vamos?

Ignore a Jay y seguí caminando, detrás de él, entraron a una cafetería y después se unieron a una mesa. Mi hermana  estaba ahí con otro joven y Jungkook. Me sentí idiota, sobre todo porque había arrastrado a mi pasante conmigo. Me frote la frente avergonzado.

—Vámonos, me equivoqué de persona. 

Empecé a caminar con Jay, era hora de volver al despacho, luego buscaría un vehículo. Pero la voz de Jungkook me detuvo.

—Sabia que eras tú,  Jung Hoseok. ¿A dónde vas?, ven a saludar.

Me giré para verlo, de nuevo presumía sus tatuajes, pero contrario a otros días, llevaba mangas cortas, y su cabello estaba amarrado en una coleta. 

—Estoy en horario de trabajo, además  no estoy solo.

Señale a Jay pero él ya había caminado hasta JungKook.

—Están súper geniales tus tatuajes. 

Jungkook me sonrió con una sonrisa ladina y con un gesto de su cabeza me indicó que entrará. Jay ya caminaba a su lado, bastante emocionado viendo sus brazos, era un pequeño traidor. 

Quedate con ella /JungHope [COMPLETO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora