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Mis acciones fueron meramente, porque estaba celoso. No había lógica en lo que hacía, pero me negaba a aceptar que Hoseok me estuviera superando.

Hoseok llegó rápidamente hasta donde estaba y se paro en medio del joven, con apariencia de maleante y yo.

—¿Por qué no lo has dejado pasar? —preguntó molesto y se cruzó de brazos, parecía que estaba disfrutando verme hacer un escándalo por él.

—Este es tu lugar de trabajo, sino tienes suficiente como para que creas que puedes traer amigos aquí, entonces díselo a Namjoon. Te aseguro que él estará feliz de pasarte trabajo.

Hoseok retrocedió un poco, parecía que no sabía que decir, pero estaba equivocado, él era un abogado después de todo.

—En ninguna parte del reglamento de trabajo impide que tengamos visitas. Si no estas conforme deberías cambiar las reglas, y aplicarlas para todos. La esposa de Namjoon y sus hijos vienen a dejarles de comer al menos dos veces a la semana. Tu madre viene a ver a tu padre, he visto a la hermana de Nayeon en su oficina más veces de las que mis dedos pueden contar.

—Esposa, madre, hijos, hermanos, entiendes la diferencia.

Hoseok llevó su mano a su cabeza, parecía que le estaba doliendo así que preocupado puse mi mano en su frente.

—Si te sientes mal, toma una aspirina.

Me apartó de un manotazo que a él mismo le sorprendió.

—Es mi pareja —dijo de la nada, pero me negué a creerle. Hoseok ya había dicho que era gay, prácticamente todos en la oficina lo sabíamos, así que, el joven no tenía porque mentir diciendo que era un amigo.

—¿Por qué mientes?

—Si quieres creer que miento, es tu problema y es mi horario de salida, no tienes porque molestarte, no tienes ningún derecho.

Recalcó lo último, ahora comprobaba que el sabía que estaba celoso y lo estaba disfrutando.

—Necesitas cuidar la imagen de la firma, así que deberías pensar bien a quienes invitas.

—Dudo que a la empresa le venga bien una demanda por discriminación, los titulares de la prensa estallaran —el desconocido comentó, mirándome directamente a los ojos, parecía que quería retarme.

—¿Te crees muy valiente?, Ni siquiera podrías conseguir un abogado dispuesto a demandar a este despacho, aquí se encuentran los mejores.

El joven pasó su mano por la cintura de Hoseok, acercándolo a él y lo miró a los ojos.

—Corazón, ¿Tú que opinas?

—Opino qué estoy harto de esto. Pero tampoco voy a permitir que te juzguen por tu apariencia —Hoseok hablo y me miró seriamente—. Dejemos esto por la paz, pero espero que no vuelva a suceder Taehyung, díselo a la recepcionista. Me conoces y sabes que prefiero terminar las cosas fáciles y del modo fácil. Pero no conoces a Jeon Jungkook y lo que es capaz de hacer, medita en tus acciones y piensan en cómo se verían las portadas con el título de "futuro director del despacho Kim, discriminas a su empleado y la pareja por ser gay y tener tatuajes".

—Debes estar bromeando —reí de mala gana, pero Hoseok seguía terriblemente serio y el otro hombre, aún aferrado a su cintura.

—No bromeó, cuando estabas en la universidad querías que el despacho se volviera la imagen de la justicia, crees que lograrás eso, teniendo empleados como JeongIn y comportándote como lo acabas de hacer.

—Corazón, es mejor que nos vayamos, ya has dicho todo lo que tienes que decir y por su expresión, él ha entendido.

Hoseok miro al chico y asintió, lo tomó del brazo y camino a su lado y la imagen fue desgarradora. Se habrá sentido así, cuando Hoseok me vio caminando a lado de Nayeon.

La cabeza empezó a dolerme, subí a mi oficina y le pedí a Nayeon que fuera sola a casa. No tenía ni el humor y las ganas de pasar tiempo con ella.

Decidí avanzar en mi trabajo y cuando me di cuenta, unas lágrimas mancharon las hojas de papel.

Odiaba mi vida, todos los días fingiendo que amaba a mi esposa, tomando su mano y obligándome a besarla. Tratando de ser amable para que ella no se diera cuenta que no la amaba, fungiendo estar ocupado para no tener relaciones con ella.

Odiaba ver a Hoseok, y el concepto de tenerlo tan cerca y al mismo tiempo no tenerlo, quería estar con él, reír a su lado, tocar su mano, o besarlo. Todos los días era una tortura; sobre todo saber que jamás lo tendría de regreso, él había sufrido por mí, lo lastimé y lo dejé ir.

Ahora me molestaba verlo a lado de otro hombre, un hombre que probablemente jamás lo amaría como yo, con tantas fuerzas, ni con tantas ganas. Un hombre que ni siquiera se veía capaz de protegerlo ni darle todo el apoyo que yo le di.

Ahora, Hoseok insinuaba que dejaría todo eso, todo por lo que había luchado por alguien como él.

No me hagas reír.





Quedate con ella /JungHope [COMPLETO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora