26

3.6K 592 40
                                    



Desperté a lado de Jungkook a causa de mi alarma y me sentí estúpidamente tímido. Habíamos platicado casi toda la noche y dormí muy poco. Como Jungkook lo había previsto, la cabeza me dolía por culpa del vino. Debí controlarme más, pero estaba muy enojado. Había pasado de una tristeza profunda a la ira.

Jungkook quién estaba de espaldas a mí, se dio la vuelta y pude notar que su boca se encontraba ligeramente abierta, y una marca de saliva seca, recorría su mentón.

No pude evitar no reír por su imagen y eso lo despertó, me miró con ojos lagañosos y el ceño fruncido.

—Quiero seguir durmiendo, puedes escoger lo que quieras del armario —apenas susurró.

Asentí y me levanté de la cama, caminé hasta su armario y busqué ropa que pudiera quedarme, agradecí cuando encontré una camisa de vestir azul. Se veía nueva y no iba con su imagen, pero tal vez, Jungkook todavía era una caja de sorpresas para mí.

Le había contado mi historia, y me había escuchado pacientemente, en ningún momento me sermoneo, ni me dijo nada que pudiera lastimarme.

Encendí el boiler y me metí a bañar, fue una ducha rápida de menos de diez minutos. Me arregle rápidamente y fui a la cocina, para calentar el resto de lasaña que había sobrado.

Calenté el café y lo serví con leche, también busque algunos aperitivos en la alacena y encontré galletas y un poco de mermelada de fresa. La imagen de Jungkook y su comportamiento, no concordaban realmente.

En las películas, muestran a los chicos, sexys y tatuados, como unos completos rompecorazones,  un poco egoístas y violentos, describen su hogar como un ambiente sucio, con olor a cigarrillo y latas de cerveza por todos lados.

Jungkook era un hombre hogareño, incluso cuando fumaba, lo hacía en el balcón para no dejar olor en la casa, separaba la basura de forma estricta, hasta cuidaba que el agua no se desperdiciara, ni siquiera al lavar sus dientes.

Unte mermelada a las galletas y las coloqué en un plato, serví dos tazas de café y dos platos con lasaña.

—Jungkook ven a desayunar —seguía acostado y me sentí un poco culpable, se había desvelado por mi culpa. No parecía que tuviera ganas de levantarse o realizar ejercicio mañanero.

Sé dio la vuelta en la cama y me miró de reojo, alzó su mano en mi dirección.

—Ayúdame, hyung.

Pidió soñoliento, tome su mano y lo jale con fuerza para sacarlo de la cama, no fue difícil, él se movió solo pero sin muchas ganas.

—¿Calentaste la lasaña? —preguntó y asentí, luego Jungkook bostezo y por mero impulso copie su acción, cubriendo mi boca con mi mano y estirándome.

Nos movimos a la cocina, jalo la silla y se sentó.

—Gracias por el desayuno —dijo y me miró con un puchero—, pero si soy sincero, estoy harto de la lasaña, ayer desayune, comí y cene lasaña.

—¿Quieres que prepare algo más?, tal vez unos huevos, vi algunos en el refrigerador.

Jungkook negó y juntó las palmas de sus manos, en señal de agradecimiento.

—Gracias por la comida.

Por la tarde, Beomgyu y Jay estaban peleando como era costumbre en los últimos días, ellos al igual yo, necesitábamos un descanso del trabajo, por lo menos Namjoon y Taehyung no me estaban molestando y el trabajo era con regularidad.

—Eso te tocaba a ti, deja de darme tu trabajo —Beomgyu se cruzó de brazos molesto.

—Pero yo hice el oficio para el forense. Estoy trabando más que tú, deberías ayudarme.

—No, yo ya hice lo que me tocaba.

Ambos se veían como si salieran chispas. Debió ser una escena graciosa, pero estaba molestándome. Beomgyu tenía derecho a molestarse por no querer hacer el trabajo de Jay, sobre todo porque ya había terminado el suyo y podía curiosear entre los expedientes a su gusto, pero yo era más exigente con Jay al saber que en un año tendría un puesto en el despacho. Quería que aprendiera lo mejor posible y trabajará más, egoístamente, fui desconsiderado con ambos.

Con Jay por darle más trabajo del que podía manejar y con Beomgyu por no lo contrario, como si pensará que no sería capaz de ponerse al nivel de Jay y no apreciar del todo su esfuerzo. Cuando su aprendizaje crecía de forma desbordante.

—Volveré a repartir las tareas, olvídense que lo que estaban haciendo —les dije y no se veían contentos, no me importo, el jefe era yo.

De regreso a casa, mi hermana veía televisión en la sala junto con mamá, así que, deje mis cosas en la mesa de centro y me acomodé en medio de ellas.

Mi hermana me miró curiosa, pero no dijo nada, solo me sonrió y palmeo mi cabeza. No me quede con ellas mucho tiempo, me había desvelado y había trabajado duramente, así que me acosté a dormir temprano. Sólo lance a la cama de Chae algunas de sus cosas que estaban mal puestas en mi cama. Y recogí la ropa sucia para ponerla en el cesto.

No tarde en dormirme, por lo regular, cuando tenía conversaciones cercanas con Taehyung, tenía energías para llorarle por una semana completa, debajo de las sábanas. Había cambiado y ese pensamiento, hizo que mi corazón latiera con una fuerza incontrolable.

Por primera vez en mucho tiempo, sentí que estaba gozando la vida. Ni siquiera recordaba, en que momento, cuándo fue que había dejado de fingir que todo estaba bien, mientras le regalaba sonrisas falsas a mi madre, a Chae.


Quedate con ella /JungHope [COMPLETO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora