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Mi hermana me ayudo a maquillarme, el maquillaje más pesado que de costumbre alegando algo sobre un ave fénix que reencarna de las cenizas, poco me importaba su discurso, sólo no estaba dispuesto a verme como una mierda después de lo de ayer.

Me ayudo a escoger un atuendo más elegante de lo normal, no me queje porque hoy tenía programada una cena con el Juez Lee, así que ya planeaba vestir un traje.

Ella sonrió, y no me gusto su sonrisa porque parecía que sentía lástima por mí, eso era lo que menos necesitaba; tenía que ser un poco más fuerte que lo que había hecho anteriormente, no planeaba dejarme vencer por algo tan ridículo como un desamor. Tomé el portafolio y mi laptop y rápidamente fui a la cocina para despedirme de mamá, le sonreí le di un beso en la mejilla y ella estaba preparando panqueques.

—Deja desayunado, no quiero que andes por ahí con el estómago vacío —pasó su mano por mi cabello de forma cariñosa—. No te preocupes por Kim, hay muchos hombres mejor que él ahí afuera.

—La estúpida de mi hermana te contó.

—Se iba a enterar tarde o temprano —Chaeyoung entró a la cocina y se sentó en una de las sillas, no tardó en atascar un panqueque con mermelada de fresa. Le di un manotazo por la impertinencia en su mano.

—Son para mi tonta —dije, me senté a su lado y tomé el plato de panqueques para mí solo. Mi hermana hizo un puchero y se cruzó de brazos refunfuñando—. Y por favor ponte ya tu uniforme o llegaras tarde a la escuela.

—La escuela, la escuela —dijo aburrida—, estoy harta de la escuela, yo voy a ser youtuber.

Yo sólo esperaba que estuviera bromeando.

Termine rápido el desayuno y me apresure al trabajo, en la motocicleta me ahorraba varios minutos del tráfico, llegando en menos de cuarenta y cinco minutos, la dejé en el estacionamiento, salude desde la lejanía, alzando la mano derecha al guardia, el señor Choi me devolvió el saludo después de dejar su refresco en la mesa.

Sonreí y seguí mi camino hasta la oficina, suspirando lentamente, ayer me había comportado como todo un cavernícola, hoy sería diferente, cuando mirara a Taehyung me portaría como un hombre maduro y razonable.

Cuando entre a la oficina Jihyo ya estaba sentada en su escritorio con dos torres de expedientes, los cuales revisaba con parsimonia.

—Buenos días Jung —dijo sin mirarme, ajusto sus lentes y siguió leyendo.

—Buenos días, llegaste temprano.

—¿Cómo puedes ver tengo mucho trabajo?, tengo que encontrar algo aquí que me sirva como base para uno de nuestros clientes —volvió a hablar, pero aún sin mirarme.

—Si quieres puedo ayudarte —sugerí, pero ella negó.

—Me gusta hacer mis cosas por mí misma, pero puedes prepararme un café.

—Está bien— dejé mis cosas en mi escritorio y salí, justo en ese momento Nayeon chocó contra mí, vestida con un diminuto vestido de color rosa, peinada con una coleta alta y maquillaje ligero, me sonrió, se notaba muy feliz pero casi tira sus cosas, así que tuve que sostenerla.

—Perdón se me hizo tarde —parloteo de un lado a otro como una niña pequeña, era la mayor de nuestro equipo, pero aún se comportaba como una adolescente.

—No te preocupes, preparare café, ¿no quieres?

Ella acomodo sus cosas en su escritorio y tomo asiento.

—Si no es mucha molestia —hizo un gesto molesto y acomodo su vestido—, odio este vestido con toda mi alma y las zapatillas me están matando, ¿Por qué tengo que ser mujer?

Se quejó, sin saber que a mi punto de vista era la más privilegiada, ser mujer le había permitido arrebatarme a Taehyung. La persona que amaba.

—Lo escuché de Taehyung ayer —dije mirándola fijamente—, felicidades.

Ella me sonrió apenada, pero feliz, nunca la había visto tan radiante, Mientras que yo sentía que me desgarraba por fuera.

—Es algo apresurado y todo, pero de verdad espero que seamos muy felices, gracias Hoseok, de hecho, le hable a Taehyung para que te invitara como el padrino.

Trague grueso, eso sería imposible para mí. Esta vez Jihyo nos miró confusa, acomodando sus gafas.

—¿De qué me perdí? —preguntó cruzándose de brazos, Nayeon le sonrió apenada, porque la dejamos de lado en nuestra conversación.

—Kim Taehyung y yo nos vamos a casar.

Jihyo la miró con el ceño fruncido, pero asintió dando a entender que realmente no le importaba.

—Pues felicidades, no sé cuándo se enamoraron ustedes dos, pero me alegro por ambos, son mis compañeros de trabajo y les deseo lo mejor.

Ya no me quede a seguir escuchando su conversación y me dirigí a la sala de estar para preparar los cafés. Ahí estaba Taehyung, preparándose el suyo, tenía un moretón en su mejilla que ni se preocupó en ocultar con maquillaje, sin embargo, no me sentí culpable.

—Buenos días —dijo, como si fuéramos mejores amigos y no hubiéramos peleado ayer en medio de un restaurante, como si no hubiera mandado mi amor a la basura.

—Buenos días —no lo mire, camine directo a la estantería y tomé cuatro tazas, dos para mis compañeras, una para mí y otra para Jay, nuestro joven pasante, que sabía llegaría en unos minutos y también iba a querer un café.

El ambiente fue incómodo, él no dijo nada más y yo tampoco. Finalmente se fue a su oficina y yo miré su espalda alejándose. Amaba a ese hombre más que a mi propia vida.

¿Cómo iba a poder vivir viéndolo con otra mujer?



Quedate con ella /JungHope [COMPLETO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora