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「❛ Twilight:
𝕾𝖜𝖊𝖊𝖙 𝖍𝖔𝖒𝖊❜」'
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Michael Bublé - Sway0:03 ──⊙──────── 5:24

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Michael Bublé - Sway
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En el camino aún la vista marrón del chico menor seguía fijada en mí, pareciese que esperaba que yo dijera algo acerca de mi rostro y estado, pues a metros cualquier persona notaría que no me encontraba bien pero se todas maneras yo manejaba como ...

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En el camino aún la vista marrón del chico menor seguía fijada en mí, pareciese que esperaba que yo dijera algo acerca de mi rostro y estado, pues a metros cualquier persona notaría que no me encontraba bien pero se todas maneras yo manejaba como si nada, sin perder el control. Sabía que si no le decía ahora, jamás me dejaría de insistir con su mirada, así que pensaba decírselo ahora que estábamos solos y en el carro, dejé salir un largo suspiro llamando su atención, dando a entender que pronto hablaría.
— Me pelee con Edward y Evelyn, mis amigos. —Jacob abrió sus ojos de más, sin decir nada.
Entiendo, nadie espera que yo tenga discusiones con personas o me pelee.

— ¿Edward Cullen? —Asentí, y luego hizo un esfuerzo por recordar algo más. – ¿Y qué chica es Evelyn?

— Evelyn Son. Mi mejor amiga.

Jacob al oír el nombre se atoro con su propia saliva, lo cual me preocupo y di unas cuantas palmadas con mi mano libre. ¿Por qué se puso nervioso? ¿La conocía? No quería preguntar porque sentía que no era el humor adecuado para hablar de ella y mucho menos recordar los momentos desagradables de hace unos minutos, quería estar calmada y tranquila. El Black me agradeció, se calmó y actuó normal después de aquello, aunque prefirió no tocar el tema sensible conmigo.

— Me siento mal que te haya pasado eso... Podrías hablar con ellos de nuevo cuando te sientas 

lista y calmada.

Pensé en sus palabras, sé que tenía razón, pero ahora no estaba en condiciones para eso, seré egoísta pero necesitaba rato para analizar todo lo que pasó. Le regale una sonrisa dulce a Jacob por su amabilidad y preocupación, y él se sonrojo, volteando a otro lado.
Un jovencillo.
Reí, por su actitud, me recordaba a mí yo de su edad, también me comportaría así si tuviera a un casi adulto a mi lado, además de guapo. Solamente esperaba que fuera un momento y no le gustará, no soportaría tener que romperle el corazón siendo tan joven por gustarle la persona equivocada, no me sentiría a gusto saliendo con alguien menor que yo. Aunque anteriormente había visto cómo Jacob miraba a Bella, lo que llamó mi atención además de hablar con Bella sobre ese tema y se lo aclare a él, no quisiera luego verlo sufriendo porque no se pudo. Terminamos poniendo la radio y sus canciones, cantando lo que pasaban, teniendo un ambiente más ligero.
Llegando al mercado, me estacione lo más cerca a la entrada y bajamos para así entrar, por suerte mía no estaba tan lleno el local, así que facilitaría las compras. Caminamos, buscando los ingredientes aunque Jacob sólo me seguía porque no sabía qué buscar, así que decidí ayudarlo y darle los ingredientes.


— Haremos tteokbokki, así que necesitaré que traigas los ingredientes de esta lista, los que no están marcados.
Él asintió.


— Si no estás seguro de un producto, ven hacia mí y te ayudaré a escoger. —Le aclare, pues sabía que podría ser complicado.
Y más si son productos que no conoces tan bien.

—No te preocupes, estoy seguro que podré. Vuelvo en un rato.


Se despidió y rápido se metió a los pasillos a buscar los encargos que venía en mi celular. Recogí bastante de los rollos de masa de arroz, carne, y como no también carne de pescado que me encantaba además quedaría bien con el frío de Forks, por lo que lleve bastante, y también mochis, son muy buenos y dulces, aprovechando que estaba ahí compre algunas cosas más para cocinar en la semana. Ya no tendría que dar doble vuelta. Los pocky no debían faltar, eran mis dulces favoritos junto a los mochis, me sentía muy segura de que a Jacob le gustarían y más porque era dulce, a él todo le encanta cuando es dulce. Lleve tapioca también para hacer el té típico que tomaba de pequeña, una sonrisa se formaba en mi rostro, me encantaría saber su opinión y reacción, adoro que gente que no lo conoce me diga lo que piensan de ello.
Aunque tenía grandes esperanzas en que a él con exactitud le gustará o habría comprado en vano, seguí divagando por el lugar para ver si encontraba algo más pero no, sólo platillos y palillos, nada más, de dulces y bebidas había demasiado pero no quise llevar tantos. Mi amigo sería capaz de acabarse todo eso en un santiamén, y me asustaba que se fuera enfermar. Después de varios minutos ambos nos volvimos a encontrar y le platique de los platos junto a los dulces que llevaba, se le miraba emocionado conforme hablaba de diferente cosa, sería agradable a su paladar. Terminamos las compramos y subimos todo al carro, donde comenzaría manejar hacia casa.


— Espera, ¿por qué no cambiamos de aires?


— ¿A qué te refieres? —Lo miré por unos segundos sin entenderlo y él asintió varias veces.

— Sí, ¿y si vamos a mi casa? A mi padre le encantaría verte, además conocerás mi casa por fin.
Pensé.


No era mala idea, con todo lo que pasó, me parecía bien ir y que probará algo nuevo, además la comida restante se la quedaría él y eso estaba genial porque principalmente la comida se la hago a él. Acepté al final, así que llamé a casa para avisarle a mi padre, el cual aceptó sin problemas porque sabía que estaría en casa de su amigo, Jacob también hizo una llamada avisando que iríamos y habló un poco de más con su padre, pero todo bien, ambos padres aceptaron. De esa forma fuimos a su hogar, donde él me tuvo que guiar para que llegáramos al lugar indicado, estaba un poco alejado de casa pero no demasiado como para perderme, además de que estaba entre demás casas y naturaleza, era agradable estar en un lugar así por fin. Cuando llegamos, bajamos del carro junto a las cosas y tocó la puerta, abriéndole su papá. El cual sonrió al verme.


— Hana, un gusto verte aquí, pasa. —Se hizo a un lado para que ambos pasáramos con las cosas.

— Muchas gracias, y también le agradezco que me dejara venir. —Deje las cosas en la mesa, guiándome por Jacob. — Y me alegra verlo en muy buena salud y energías.

— Lo mismo digo por ti. Siéntete en tu casa.

— Claro. Por cierto, es muy linda su casa.


La casa no era tan grande pero sí lo suficiente como para que unas 10 personas entraran, los decorativos no eran muchos, más que fotografías de ellos con demás personas y así, los colores eran bastantes cálidos haciendo que el lugar fuera muy cómodo y hogareño, sentía que eso representaba muy bien a la familia de Jacob. Las ventanas tenían cortinas blancas con figuras de flores, el lugar no era tan femenino como en la mía, supongo que por falta de mujeres, pero aún así estaba super bien para ser la casa de ellos.
Billy me dijo donde quedaba la cocina y que podía usarla sin problemas, le agradecí nuevamente y fuimos hacia allá para sacar lo esencial para hacer la receta. Jacob por su parte sacó los utensilios que usaríamos. Tomamos primero un bowl donde dejamos remojando el tteok o pedazo de arroz para que se suavicen, luego le pedí a Jacob cortar en rectángulos los pedazo de pescado o llamados fishcake, para al rato echarlo. Yo por mientras en una olla la puse a calentar a fuego medio con caldo de pollo, cuando estuvo un poco caliente agregue la salsa picosa llamada gochujang.
La observe por unos segundos dudosa.


— ¿Te gusta muy picoso o medio? —Pregunté a Jacob, el cual pensó.


— Mm, creo que me quedo con el medio.


Sonreí. Era normal, imaginaba que si le echaba como a mi me gustaba, no le gustaría por el sabor tan picoso. Agregue también el azúcar y salsa de soya, revolví en el proceso, y mientras esperaba el tteok, decidí cortar el cebollino que llevaría al final para darle un toque más fuerte en su sabor, también prepararía arroz para acompañar.
De tanto pensar en qué haría después, terminé cortándome el dedo índice, del cual rápidamente comenzó a fluir sangre.


— ¡Ay! —Me quejé de inmediato ante el dolor y solté el cuchillo.


— ¿Qué pasó? —Jacob dejó de cortar y me miró. Al ver lo que pasaba se preocupó.


De inmediato vino a donde estaba yo y tomó mi mano, la cual miró, suspiro al ver que no pasó nada grave así que la llevó al fregadero donde abrió la llave y dejó que el agua en volviera a mi dedo para que parase la sangre. Yo me sentí apenada, porque casi arruino nuestra comida por no fijarme.

— Lo siento. —Él volteo a verme en cuanto me escucho y negó.


— No deberías pedir perdón, esto siempre pasa. —Se aseguró de limpiar mi dedo con el agua tibia.


— Casi arruinaba nuestra comida, me distraje porque llevaba tiempo sin cortarme.


— Lo importante es que no pasó a mayores, tranquila. Estoy aquí.


Me dejó sola para ir por un kit de primeros auxilios donde sacó el agua oxigenada para aplicarlo con un algodón suavemente, mientras que yo esperaba a que me tratará, era amable de su parte no presionarme o regañarme a pesar de haber cometido un error, me hacía sentir más tranquila y cómoda. Le observé en todo rato, pues él tenía un rostro bastante concentrado en lo que hacía como si su vida dependiera de ello lo que ocasionó que riera y llamara su atención.


— ¿Me veo gracioso? —Sonrió a medias sin saber la razón de mi risa.

— No, no es eso. Es sólo que te veo muy fijo en esto, pude haberlo hecho sola.

— Si estoy aquí, y puedo ayudarte, estaré encantado.

— Es muy amable de tu parte, Jake. —Me miró por unos segundos y asintió sonriente también.

— Y te debo más, has hecho mucho por mí.

Terminó poniendo la bandita en mi dedo, pero antes de soltarlo lo besó a lo que me hizo sorprender, teniendo una cara de tonta por su acción. No estaba esperando eso, menos de él, no me molestó sólo fue como un sentimiento "raro". Jacob al no ver que decía algo, se aclaró su garganta y se levantó para ir hacia lo que hacía antes.


— Bueno, ya está. Podemos continuar, Han.


— Ah, sí.

Comprendí lo que trataba de hacer así que sólo lo seguí.
No debía presionar en temas innecesarios, aunque recordaría ese momento con dulzura, porque era Jacob. Continuamos cocinando, en medio de ello hablábamos sobre cosas triviales y de mi escuela, el fastidio que me llevaba de todas las tareas y materias impartidas, Jacob siempre mantenía una mueca porque no le parecían para nada interesantes o útiles en la vida diaria, sintiéndome identificada con él. Al terminar, serví yo y solamente para nosotros 2 porque su papá y tía ya había comido, por lo que comimos nosotros en la mesa mediana de madera, junto arroz y unas sodas de sabor melocotón, que terminó gustándole a Jacob.
Obviamente esperé a que probará el primer bocado. Su reacción fue la mejor. Al comer, sus ojos se abrieron muchísimo, las cejas de él se movían, pareciese que estaba tratando de descifrar el sabor en sí. Cuando vi que volvió a comer, supe que le gustó.
— ¿Te ha gustado?


— ¡Sí! Es bastante bueno, no está muy picoso. Y el arroz regulariza el sabor de todo. Un balanceo. –Tomó un trago de la bebida para pasarse la comida. — Y la soda, es una delicia, jamás la había probado ni sabía que existía.


— Me siento muy feliz de que te gustará todo, era para ti. —Jacob se avergonzó un poco por mis palabras y reí. — Con sólo verte ya me llene.


— No digas eso, anda, come. Tú que siempre comes, es raro que no comas. —Señaló a plato con desesperación, quería verme comiendo.


— Bien, bien. Por cierto, esta es mi segunda comida favorita.


— También se ha convertido en la mía.
Reímos, y proseguimos a comer en silencio, disfrutando ambos de nuestra compañía pero también de la buena comida que habíamos conseguido con total éxito, el cocinar hace tiempo daba buenos frutos.
Mire a Jacob, quien comía pero removía sus cabellos largos para poder comer, que incómodo, lo entiendo, busque en mis muñecas una goma y por suerte tenia una, así que me levante de mi asiento para ir hacia él. Dejó de comer al verme y ladeo su rostro, intentado saber qué haría, por mi parte le sonreí con calma para voltear su rostro hacia al frente y estando yo detrás tome sus cabellos en manos, cepillando con mis dedos los pelos rebeldes que se salían, el menor se había tensado un poco por lo que hacía que incluso no se movió para nada mientras le ataba la cola. Cuando termine, mire que no hubiera ningún cabello suelto y volví a mi asiento.


— Listo, vi que se te dificultaba comer, así teniendo el cabello es más fácil.


— Sí, tienes razón... Gracias, Han. —De nuevo, estaba apenado por mis acciones.


Me resultaba adorable que con todo reaccionará. Nuestra comida fue normal, y en los postres también dejando de lado sus muecas y risas que tuvimos porque a Jacob algunas cosas se le hacía nuevo que no sabía cómo interpretar el sabor de ellos, sin darnos cuenta llegó el anochecer, siendo hora de retirarme.
Me despedí de las personas de la casa, agradecí el permiso y me fui en mi auto, despidiéndome de mano, de esa forma fui directo a casa con el estómago lleno y feliz. Ya habíamos acordado cuándo volvernos a ver, así que no había tanto problema. Al menos el desastre del día se había arreglado con la presencia de mi amigo Jacob, haciéndome olvidar los malos ratos.


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Ya habían pasado 2 días desde el problema con Evelyn y Edward, a quienes tenía que ver siempre en alguna que otra clase, hablarles si era necesario por la materia pero de ahí no pasaba. Mis sentimientos hacia ellos seguían siendo algo pesados, y bueno, aunque no quisiera admitirlo estaba comportándome infantil pero lo que hicieron no fue algo ligero, temí por ambos y por la opinión de todo el campus, el cual por cierto siempre siguió hablando de ello y más al ver que me había distanciado de las personas que habitualmente me acompañaban, ya no lo hacían más y no me molestaba que especulaban, me era tan normal es como el pan de cada día aquí, si no tienen algo para hablar se inventan cosas con tal de que la gente siempre tenga ocupada su mente y no en la escuela. Esos días estuve más junta con Bella, sí, sorprendentemente me junte mucho con ella y ni idea de por qué, seguía hablando con Edward pero Bella por alguna razón me comenzó hablar obviamente no indagó en el problema que había entre él y yo por respeto a mi espacio, y porque sabía que necesitaba rato para calmarme de eso. Ahora las clases de matemáticas habían acabado que por cierto me provocaron un terrible dolo de cabeza y fatiga increíble, siempre me daba en esa clase y no entendía el por qué, aunque no le tomé importancia saliendo así con Bella de ahí para irnos al comedor más lejano y sólo que hubiera, se había vuelto nuestra mesa pues Ahri y los demás se sentaban juntos todos.Ahri.No había hablado con ella de forma bien, no desde que vi que se mantuvo con Evelyn, en todas las benditas clases, recesos y salidas. Sólo hablamos cuando nos sentábamos juntas en biología y era porque no había otro lugar, obviamente ella se aferro a la idea de hacerme cambiar y que escuchara a ambos chicos sobre su explicación, me negué, aún no procesaba muy bien todo. Aún así imagine que ya era hora o mañana porque Jacob también habló conmigo a pesar de ser menor que yo, resultó ser algo maduro a su edad, me había vuelto más cercana a él y su familia debido a que mi conexión con los Cullen debilitaba, igualmente Rosalie siempre mantenía contacto conmigo y Alice, ambas chicas me informaban de cómo es que Carlisle ya había hablado con su hermano acerca de lo sucedido, y que ahora me tocaba a mí escucharlo, si no hablaban de eso era sobre un juego de béisbol que tenían en mente hace días y querían invitarme, tuve que decirles que esperarán a que arreglara todo con Edward. Estando en el comedor comenzamos a comer nosotras, en total silencio, bueno no tanto solamente el silencio de ambas porque las demás voces de las otras personas en el comedor no ayudaba. Comí poco, para hablar con mi hermana.

— Alice y Rosa me han dicho que quieren hacer un juego de béisbol. —Bella dejo de ver su plato y ahora miraba hacia mí.

— Quieren que acepte ir, pero las cosas con Edward son..

— Complicadas. —Finalizó la mayor mi frase, a lo que asentí. — Deberías de arreglar ya las cosas. Con los dos. —No dudo en ningún de sus palabras.

Sabía que tenía razón. Así como la demás gente.— Sé que todos te dicen lo mismo, y debe ser cansado pero de verdad esas dos personas te valoran mucho, Hana. —Observó las mesas de los chicos por unos segundos. — Edward la pasa mal y también Evelyn.

— ¿Desde cuándo eres tan amiga de ellos para pensar eso?

Bella se sorprendió ante mis palabras, y yo me retracte. Me escuché brusca, no era lo que buscaba, suspiré cansada y me disculpe con ella, aceptó sin problemas. Tal vez todo esto me alteraba de más, además de alguna manera me dolía que Bella siempre se pusiese de lado de Edward, de la persona que le gusta.

— No te preocupes. —Dijo acompañada de una sonrisa pequeña. — De Edward sé porque he estado hablando con él en la clase de biología.
Se pensó un poco sus palabras antes de soltarlas.

— No hace más que quejarse de que metió la pata contigo y que no deseaba que lo odiaras. Pero lo entendería si era así. —Mi boca se abrió ante la sorpresa, no pensé que fuera así.

Exagerado fue la palabra que pasó por mi cabeza.

— Parece un adolescente que perdió su primer amor. —Bromeó Bella, aunque vi que sus palabras tenían otros sentimientos.

— Bueno, en sí ya no es un adolescente. —Me burle, al recordar que era vampiro.

— Aún quiero saber qué edad tiene.

— ¿Ya le preguntaste? —Asintió. — ¿No te dio una respuesta concreta?

— No, sólo un "haz tus cuentas".

— Si te dijo su fecha de nacimiento, ya tendrías una idea.

— Oh sí, pero eso serían siglos.Ambas reímos.Seguimos con nuestra comida, donde platicamos un poco más y me ayudó a pensar más sobre el tema de estos dos, por lo que decidí que era hora de hablarles, más bien sería escucharlos.Antes de que nos fuéramos a nuestras siguientes clases, le pedí a Bella que me dejara sola. En cuanto se retiro, suspiré para cruzarme de brazos y recargar mi cuerpo en la mesa fría donde antes habíamos comido.

— Saliendo de clase recógeme, tú y Evelyn. No habrá otra ocasión.

Dije. Pareciese que había hablado sola, pero sabía muy bien quién me escucho con total atención, por lo que voltee a la mesa de los Cullen, los cuales se vieron con más color al notar mi mirada.Aleje mi vista y me retire hacia la clase. Cuando pasó todo, hablé con mi hermana acerca de que hoy tal vez llegaba tarde porque hablaría con mis compañeros, ella supo y aceptó, aunque también lo hizo porque le dije que sí todo salía bien, ambas podríamos ir al béisbol.Camine a la salida, y me dirigí hacia el carro de Edward, donde estaban las dos personas a las cuales había evitado ya hace 2 días. Edward tenía sus cabellos despeinados, se recargaba en su carro manteniendo un rostro preocupado y Evelyn mantenía su distancia pero también lo acompañaba a ella se le notaban ciertas ojeras, lo cual me hizo preguntarme que le pasaba mientras no le hablé. El frío característico de esta ciudad se presentó, como una manera de decirme que debía apurarme con mis pasos.En cuanto ya estaba más cerca de ellos, me miraron con mucha atención y sus rostros buscaban respuestas.

DAMAGE ◦ೋ•◦❥•◦ೋ• Twilight: The SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora