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「❛ Twilight:
𝕷𝖔𝖘𝖙❜」'
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Cold - Aqualung, Lucy Schwartz0:03 ──⊙──────── 5:24

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Cold - Aqualung, Lucy Schwartz
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Aparco unos cuantos metros de nuestra casa, mientras mi carro que era manejado por Ahri se quedaba un poco más adelante

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Aparco unos cuantos metros de nuestra casa, mientras mi carro que era manejado por Ahri se quedaba un poco más adelante.
Tal vez por sí algo se torcía y ellos tres pudieran salir a ayudarnos lo cual yo veía muy innecesario si Bella sabía actuar, porque yo no. Bajamos del auto Bella y yo, junto a Edward, mirando con atención a nuestra casa, que pronto abandonaríamos, se me revolvía el estómago sólo pensar en eso, no me quedaba buen sabor hacer eso, por más que mi vida peligraba. Observe a mis alrededores, intentando recordar una vez más lo que había, sus árboles, la oscuridad, el cielo tan oscuro que la luna iluminaba como una luciérnaga, el frío tan común de aquí que daba toques de que te fueras rápido a tu casa y meterte debajo de tus sábanas. Una mano fría me hizo volver a la realidad y gravedad de la situación.

— Escuchen, tienen poco tiempo para hacer todo lo posible en salirse. De otra forma iré a por ustedes. —Amenazó, obviamente sin intimidar, solamente una forma de apresurarnos.

— Sí, vamos a volver. —Contestó de inmediato Bella.

Miraba que respiraba de forma frenética y sus ojos estaban vidriosos. Imagino que todo lo que pasaba le estaba afectando de forma horrible, sus temores eran notables pero no se podía saber que pasaba por su cabeza. Bella no dudo en abrazar a Edward, de una forma intensa que expresaba todos sus sentimientos. Por parte del Cullen, se quedó estático por unos segundos, aunque luego correspondió, demostrando su cariño.
La escena me parecía linda de alguna forma.
Juguetee con mis manos pensando exactamente qué iba hacer para poder salir sin problemas, porque por mi parte no tenía una mentira suficiente como para que mis padres lo tomarán en cuenta.
¿Sería siquiera posible...? Un suspiro que trataba de retener, se fue y junto a ello mis problemas. Dirigí mis ojos a los otros dos chicos que terminaban de abrazarse. Se me ocurrió algo, mi bombilla se encendió.
Mi mirada se fijo en Edward, el cual también devolvió su mirada, sus ojos dorados. Su rostro pálido, los labios carnosos y rosas que tenía, su nariz perfilado y barbilla, observé todo eso por unos segundos. Como si le hubiera llamado, me jalo del brazo para atraerme hacia él donde me abrazo más fuerte que nunca, temiendo porque desapareciera y yo por primera vez compartía sus sentimientos. Me aferre a su pecho, como si eso me fuera a mantener a salvo, pero aferrarme a eso sería a esperanzas falsas en mi vida.
Eleve mi vista hacia él, una vez más, Edward también. Sus ojos demostraban temor, dolor y esperanza. Mis manos se deslizaron hasta su rostro de forma delicada y acaricie con cariño.

— Hana, por favor... —Susurraba mi nombre, como si sintiera que no me vería.

— Ed.. —Una de mis mejores sonrisas salió, antes de dejar un beso en su mejilla. — Te deseo de mis mejores suertes, y que por favor, aceptes a Bella.

Vi como su precioso rostro de ángel se comenzaba a mostrar molesto pero confundido, no sabía cómo interpretar mis palabras.

— ¿De qué hablas, Han? —Demandó saber el significado de mis palabras.

— Hablo de tu felicidad. —Iba hablar pero lo interrumpí antes. — Tu felicidad está allá fuera, y no soy yo.

— ¿Por qué hablas de eso ahora? ¿Por qué en este momento que..?

— Porque es necesario para cuando volvamos a salir, tengas eso en mente. —Junte mi frente con la de él, mi muestra de cariño incondicional.

Edward es un amigo genial, un chico precioso y fuera de este mundo, único. Su felicidad es lo que más me importa, y sé que yo no soy la adecuada, pero sí alguien más, pasará tiempo para que pasen las cosas de forma correcta pero todo inicia por algo.
Minutos después separó nuestras frentes y una vez más me vio, con esa gran intensidad en sus ojos bellos.
Y sabía que ésta sería la última vez que lo vería.

— Nos volveremos a ver en un rato, Ed. —Mentí, pero fui tan creíble porque él se calmó.
Y eso era lo importante.

— Cuídate. Y apresúrate en salir. —Un pequeño destello se miraba en sus ojos apagados.

Sonreí, nuevamente aunque miraba que por su cara estaba esperando algo más.
Temía porque no fuera el momento correcto para que discutamos cosas personales, y menos en frente de Isabella, quien nos había estado observando muy atenta a todo lo que hacíamos, no quería ni saber qué expresión tenía porque cualquiera que fuera, haría que me arrepintiera de todo lo que he hecho y no deseo eso. Lo hecho, hecho está.
Vi a Edward una última vez, y él sin esperar más me tomo de mis mejillas, y de forma inesperada ambos labios se habían unido en un beso profundo.
Un beso que no sabía cómo describir, si dulce o aterrador porque era nuevo para mí. Sus labios eran fríos, pero de alguna forma también cálidos y dulces, un toque a miel. Bajó sus manos hasta mi cintura, atrayéndome lo que más podía a su cuerpo, el cual tembló ante su toque porque era diferente al de las otras veces. Yo me sujete de sus hombros, para tener algo en que apoyarme. Aún con miedo y dudas, acepté, acepté sus labios nuevos y expertos, el beso era torpe pero tierno gracias a mí, él los movía tratando de guiarme. Cuando el aire fue una interrupción, me separe de él, aún aturdida por lo que acababa de pasar, sin entender mis sentimientos y cómo actuar.
Traté de hablar pero mi voz no salía.
Ese beso, ayudó a esfumar mis preocupaciones por unos momentos.

— Estaré esperándolas.

Dijo sin más, antes de esconderse en la oscuridad. Removí mi cabeza, tratando de volver a la realidad y ver a mis lados, encontrándome con una Bella sorprendida pero con dolor en su mirada, prefirió no decir nada y caminar a casa. Yo le seguí su paso, aún sin creer lo que resultó mi charla con Edward. Pellizque mi mano, pues debía enfocarme ahora en lo que haría. En minutos, Bella abrió la puerta con gran fuerza que me asustó y yo entre después de ella.

— ¡Estoy harta! —Grito Bella, entrando a la casa hecha furia.

— ¿Bella? —La llamo mi padre.

Papá se encontraba en la sala de estar junto a mamá viendo la televisión por lo que ambos se pararon al escuchar el grito de mi hermana, que expresaba muy bien sus sentimientos.

— ¡Me voy a casa, estoy harta de estar aquí!

Soltaba sin más Bella, con su voz desesperada y viendo como las lágrimas le corrían por el rostro. Subió las escaleras y fue directamente a su cuarto, donde cerró fuertemente la puerta, pareciendo que casi la sellaba.

— Tuvo una discusión con Edward. —Expliqué. Mis papás me vieron sorprendidos.

— ¿Le hizo daño? —Preguntó hecho ira mi papá.

— ¡No! —Negué rápidamente, y pensé en algo. — Es solamente amor, papá. De adolescentes.

— Eso parece, pero esta muy mal.

Se le miraba enojado, pero también preocupado.
Por lo que subió a su habitación, a la de Bella, y trató de hablar con ella, mientras que mi mamá se acercó a mí para acariciar mis hombros, forma de calmarme por todo el drama que se estaba armando gracias a Bella en segundos, algo que yo jamás podría hacer.
Mamá me pidió que le explicara un poco, y lo hice, inventando una historia pasable, me creyó sin problema y yo me relaje. Bella bajó, con su maleta y con el rostro todo sucio por las lágrimas que no dejaban de salir, tal vez estaba expresando sus sentimientos por lo que pasó hace unos segundos e hizo a mi corazón pequeño.

— ¿Qué ha pasado? —Grito papá estando detrás de ella. — ¡Creí que te gustaba!

La sujetó del codo cuando pasó por enfrente de nosotras, obligándola a parar sus pasos, y a pesar de que lo miraba distraído tenía su posición firme. Bella se vio en la necesidad de verlo frente a frente, pensando en qué decirle a su padre, y en unos momentos vi cómo su mirada se tornaba más triste que nunca.

— Claro que me gusta, por eso no aguanto. ¡No quiero terminar atrapada en este pueblo estúpido y aburrido como mamá! No voy a cometer el mismo error que ella, odio Forks. —Escupía con odio y dolor, las lágrimas descendían nuevamente de su rostro. — ¡No permaneceré un minuto más aquí!

Y de esa forma la soltó, sin más, con una mirada pérdida y llena de dolor. Supe que había dado en el clavo, y a mi que me dolía más que nunca verlo así, supe que era por el bien de todos, sólo así Bella podría irse sin problemas, y antes de que la interrumpieran se dirigía a paso lento. Como si esperará a alguien.
Suspiré, ya había tomado mi decisión, deje a mi mamá y fui con papá a quien abrace por los hombros.

— Bella. —Llamé su nombre, haciendo que volteara. — Que tengas un buen viaje, saluda a tu mamá y..a los otros por mí.

— Hana...—Su mirada al principio fue de sorpresa y luego de tristeza.

— Cuídate, espero tu llamada cuando estés en casa.

Dudo sobre si irse pero al ver mi rostro, no espero más y se fue, azotando la puerta.
Sabía que me metería en problemas y la familia Cullen estaría más desordenada que nunca, pero mi familia me necesitaba ahora. Sujete con más fuerza a papá y lo guíe al sillón donde mamá se nos unió.
Mamá y yo lo cubrimos con nuestros brazos, llenos de afecto, pues su mirada mostraba cuánto le había afectado las palabras de su hija, yo no quise preguntar ni nada porque estaba sensible, no era bueno ser cotillera ahora porque no me serviría de nada. Nos mantuvimos en silencio por varios minutos, dejando que papá se relajara de a poco, pues imaginaba que sus sentimientos de ahora eran el mar entero.
Mamá fue quien decidió tomar la iniciativa, lo tomó de su mano la cual besó y después besó su mejilla con afecto.

— Sabes que no fue intencional, cariño. Explotó con sus sentimientos, hay que dejarla por un tiempo.

— Lo sé. Sólo que...Renée me dijo lo mismo cuando se fue de aquí con Bella.

Ahora sabía por qué la mirada de Isabella antes de decirlo, sabía que sí lo decía escaparía fácilmente pero que le dejaría un dolor marcado por todo eso.
Dejé caer mi cabeza en el hombro de él, y papá me volteo a verme para así acariciar mis cabellos, con afecto. Él sabe en el fondo que todo esto se arreglaría luego.

— Bella es alguien fuerte y capaz, estoy segura que estará bien. Y sobre lo que dijo, fue emocional, a pesar de que duela, ten en mente que hiciste lo mejor, papá. —Hablé suavemente, llamando su atención.

Eso lo dejo pensando.
Suspiro fuertemente, porque estaba realmente cansado, sin embargo, besó nuestras frentes para luego sujetarnos con sus brazos en un cálido abrazo familiar.

— Sé que tienen razón, sólo ocupo tiempo. —Relajó sus músculos y forma de hablar. — Agradezco que estén conmigo.

— Siempre estaremos para ti, amor.

Mi mamá se encargo de darle un beso, el cual yo hice una mueca y saque la lengua en desagrado, mis papás obviamente se rieron.
Ellos sabían cómo opinaba ante eso. Y repentinamente me vino el beso que había tenido unos minutos atrás, haciendo que mi cuerpo se tense y yo me force a olvidar aquello, debía calmarme y ver algún otro plan para mantener a salvo a mi familia de los vampiros. James y Victoria deberían andar aquí, pero como James deseaba más a Bella debió seguirla, pero su amiga tal vez me esté vigilando a mí. Unos golpes en la puerta fue suficiente para hacerme dejar de pensar e ir abrirla.
Frente a ella había dos personas muy molestas, pero afortunadamente eran conocidas: Evelyn y Ahri.
Sabía en el problema que me había visto envuelta.

DAMAGE ◦ೋ•◦❥•◦ೋ• Twilight: The SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora