Cita a distancia

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La tecnología ha logrado conectar personas que están a kilómetros de distancia, en medicina hay robots que operan teniendo al doctor al otro lado del mundo, pero muchas veces no ha podido ser la solución a los problemas, al igual que en la vida personal, ya que una videollamada a veces no es suficiente.

Arizona llega a Nueva York, Callie la va a buscar y la ayuda a instalarse en su nueva casa, ese día Robbins le manda un mensaje a Amelia:

Amy, llegué bien. Luego necesito que me aclares cosas de tu ultimo mensaje, apenas tenga tiempo te hago una videollamada. Besos.

A lo que Shepherd le responde: 

Me alegro, espero que todo salga bien. Y sí, hablaremos de eso, estaré esperando esa videollamada. Besos.

Arizona tenía tanto que arreglar en su nueva casa, adaptarse en su nuevo trabajo, que no tuvo tiempo para hablar con Amelia, solo un par de mensajes durante esa semana, Shepherd preocupada, pero lograba entender el porque no quiso presionarla.

Luego de esa semana tan ajetreada, Arizona le manda un mensaje diciendo que podía el viernes en la noche, que tendrían un ciber cita. Amelia feliz, justo tenia libre, así que por fin podría ver a su chica. 

Día viernes por la noche Arizona llama a Amelia:

R: Hey, estas hermosa

S: Tú igual, ¿Cómo estas? ¿Cómo va todo en Nueva York?

R: Bien, todo bien, bastante trabajo, Herman me llena de tareas, más ordenar toda la casa, es una locura, por suerte Sofía se ha ido donde Callie estos días. Y tú ¿Cómo estas? te extraño tanto

S: Bien, todo igual por acá , nada nuevo, solo esperaba poder verte, se hace muy raro esto

R: Si, ni te imaginas lo mucho que deseo traspasar esta pantalla y poder estar a tu lado

S: Yo igual, ojalá pronto pueda ir a verte

R: Cambiando de tema, necesito que me digas que fue ese mensaje, ¿qué significa eso de que no dejaras que me escape de nuevo? aclárame, quede muy intrigada

S: - se ríe muy nerviosa - Esta bien, uff, aquí voy. Cuando hice mi residencia en Hopkins..

R: Espera, ¿Qué? Yo también....

S: ¿Me dejaras contarte?

R: Sí, obvio - muy nerviosa y sonrojada - 

S: Entré a hacer mi residencia ahí, luego de unos meses en los pasillos me topaba con un rubia de uno ojos hermosos, que hacia dudar de mi sexualidad - risas-  La observa siempre, amaba cuando coincidíamos en la cafetería, descubrí que ella iba un año más avanzada y nunca me atreví a hablarle, siempre me imaginaba cosas con ella, pero no tuve el valor. El día que se fue pude descubrir bien su nombre y era Arizona Robbins.

R: No, no puedo creer esto, ¿estas bromeando?

S: No Arizona, no es una broma. Del primer momento que te conocí me flechaste y cuando llegue a Seattle te vi con Callie, así que trataba de que no nos topáramos y luego te ignoraba, de ahí comencé a hacer mi vida y sabes el resto.

El caso que nos une | AmezonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora