Anunciada la llegada de las cartas, esperanzado se aproxima a la cabina donde la mayoría de los escritos que se encuentran en ese frágil baúl, pertenecen a personas que viven por el sector, o inclusive un poco fuera del límite al que le corresponde, pero eso no es problema para el joven repartidor que ilusionado las selecciona con la emoción de poder florecer la curiosidad y el romance por medio de papel y tinta. Su trabajo no era más que recurrir a la expresión del amor, el romanticismo y el coqueteo en palabras, para quienes las reciban puedan sentir el cosquilleo de ser amado.
La idea funcionaba para muchos, en especial para aquellos con la habilidad de enternecer a la otra persona sincerando sus más profundos sentimientos. En más de una ocasión le tocó recibir a parejas que le agradecían el poder regresar al antiguo romance, al puro y lleno imaginativo de las letras, donde los escenarios que se pueden crear con simples párrafos para quienes tienen con quien desarrollarlos, son en definitiva, el mejor medio para que surja el deseo de entrar en una nueva aventura.
Y aunque su satisfacción era tan grande por realizar los sueños de los demás, para él nunca fue sencillo el enviar la suya, poder cumplir con su propio deseo, era simplemente, imposible. No niega el haberse desvelado varias noches con la iniciativa de atreverse a hablar, y es que ese sentimiento que llevaba ocultando por un buen período, parecía irritablemente incapaz de salir, pasaba el tiempo y un nuevo candado se posicionaba en esas cadenas invisibles de un corazón que parecía inservible para amar, no hasta cuando conoció a quien sería la revolución de su interior, pero esto no significaría la liberación de este, muy por el contrario, lo inmovilizaba solo el pensar estar con ese ser que destacaba por sobre los mortales, quien no solo a él, encantaba con su pura existencia a cada quien le tocaba presenciar sus encantos, esos que habían capturado sus ojos y el de los demás, el baile en sus movimientos, en su manera de caminar y el de su expresión. No lo culpaba, nunca fue la intención de hacerlo caer por él, el joven sabía o más bien, daba por hecho que alguien como él nunca lo miraría, siquiera notaría su presencia, sería humo en su camino de flores.
Por lo que su deseo se mantiene en silencio, oculto, prohibido de salir, debido al pavor que le provoca imaginárselo.
Sin embargo, parece ser que al recibir una carta con su nombre en el destinatario, el joven se derritió con las dulces palabras de una mujer, quien moría por las ganas de poder sentir con suerte el roce de sus manos al estrechar un saludo. Con la idea de que si el no puede cumplir sus propios deseos, al menos haría que los demás se sintieran complacidos con la labor y el ser correspondido. Es por esto que, al aceptar los sentimientos de la joven, encontró otro motivo para callar ese deseo al que llama pecado.
—Jeon, ¿estás ahí? –logra oír a lo lejos una voz femenina de tipo pasiva, la cual parece tomar fuerza cada que suena, para nada irritante pero si un poco impaciente. Finalmente, cumple con despertarlo del pensamiento en el que estaba sumergido, la mira un poco descolocado, ya que le parecía extraño tenerla en frente cuando su plan no era verle, de inmediato le entrega una amplia sonrisa al ver la expresión preocupada de la joven que lo llamaba y tocaba para captar su atención.
—¿Hace cuánto llegaste?, ¿quién te recibió? –obviamente sabía que quien le había permitido el paso había sido su amigo, con quien vive hace unos tres años, desde la muerte de sus padres. Se acomodó rápidamente en su escritorio, ignorando por completo saludarla, ni siquiera la alcanzó a mirar, mientras que la joven cabizbaja al notar el estado del joven, se aproxima a la orilla de la cama para sentarse en ella observando la amplia espalda del chico a quien quería.
—Fue Hoseok...¿estás bien?, pareces un poco intranquilo, ¿quieres que te prepare algo?, ¿o salir por un poco de aire?, ¿debería pedir algo para comer?...
—Tranquila, no es necesario, estaba pensando en algo y...no tienes que preocuparte, en serio –la verdad era que la explosión de preguntas le había irritado en cierta medida, conocía muy bien la personalidad tan espontánea de la joven, pero no acababa de acostumbrarse a lo extremadamente atenta que resultaba ser en ocasiones.
Su relación de un año, no parecía arrojar un resultado distinto, el joven creía que si daba todo de él, y recibía su amor incondicional podría generar en él, los mismos sentimientos que ella presentaba, para finalmente olvidar ese irracional flechazo por la persona que él consideraba; la equivocada, y aunque es consciente de que no debe seguir viviendo una mentira, él confía en que lo eliminará de su vida, y decidido permanece al lado de la joven, esperando algún día corresponderle correctamente.
—Me preocupas Jungkook, sabes que puedes pedirme lo que sea...inclusive...eso –la joven un poco avergonzada ya que su sugerencia, aunque no tan clara, era lo suficientemente directa para entender a lo que se refería, debido a que con el joven, aún no habían tenido la oportunidad de intimar, y en ocasiones el tema no se presentaba para hablarlo, gracias a la increíble manera de evadir del joven. Rápido y al notar nerviosismo de él, miró a su alrededor captando el calendario, el cual llevaba un círculo rojizo en la fecha de hoy, y tratando de deducir, le pregunta– ¿es por tus padres? –el joven quien de pronto cambió su expresión de sorpresa a una mucho más sombría, formula en su cabeza la respuesta correcta para no herir a la joven.
—No, Siyeon. No es por mis padres, es un día sin importancia, así que ignóralo, quizás Hoseok debió haberlo marcado.
Mentira, y más mentiras, era el día en que decidido hace unos meses, enviaría su carta. La cual aún no escribe. Había olvidado por completo que el tiempo pasaba tan rápido en este mundo, lleno de responsabilidades y menos segundos para los placeres. Ni siquiera tenía horas para pensar en lo que sentía, por lo que, su carta había sido un tema dejado casi escondido en sus recuerdos.
—¿Es él?.
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Buenas, con esto doy anuncio de una nueva obra de parte de mí en el pasado, ahora con las ideas ordenadas y aclaradas, pienso entregarles un buen trabajo. A partir de hoy, espero le den mucho amor y no duden de dejar sus comentarios, pienso lanzar dos episodios próximamente en un mismo día para quienes desean leerme, déjenme en los comentarios lo que esperan de este nuevo proyecto, muchas gracias y disfruten de la lectura ♡
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Cartas a Dionisio [Taekook/ VKOOK]
FanfictionLeí la carta de alguien más, de quien no me correspondía; oía susurrar por sobre mi hombro cada palabra llena de pecado, como queriendo devorar al receptor, mis entrañas querían quejarse, gritar y golpear, solo porque en mi interior deseaba ser yo q...