Pumpkin spice latte.

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Último capítulo

Hyo era nueva y le gustaba Jungkook. Decir que aquello era imposible era decir que ella no era callada. Desde el primer día que lo vio le pareció lo suficiente bonito como para sonrojarse cuando la saludo. Llevaban un par de semana hablando dentro y fuera de clases, la química y atracción que mantenían era el logro más grande que había obtenido el pelinegro tras su rompiente con Soohe.

—¿Qué te parece esta?—señaló el cartel que tenía la portada de una película de guerra. Contenta, asintió con emoción. Había descubierto que sus gustos eran demasiado similares que podían pasarse horas hablando, incluso cuando iba al departamento del tatuado, el tiempo se les pasaba jugando los videojuegos que éste tenía.

Pesé a todo, Hyo sabía que Jungkook no la aceptaría, no más allá de la amistad que tenían, por lo menos ella lo creía así desde el día que le contó su relación con Soohe y el porqué de su rompimiento.

—Vamos por palomitas—sonriendo, Jungkook tomó la mano de la más baja para incitarla a caminar a su lado. Balanceándolas, ríen con nerviosismo.

Habían pasado los meses necesarios para que Jungkook comprendiera que lo que sentía no estaba mal, que la clase de emociones que le hacía sentir Hyo eran, de alguna forma, más intensas de lo que sintió por su antigua novia. Incluso aunque lo evitará, no podía dejar de ordenar el pumpkin spice latte que tanto le gustaba a pelirroja.

—Hyo...—el llamado nervioso hizo que ella se detuviera y dejará de ver las pantallas con los nombres de dulces y bebidas. Dejando escapar un grito ahogado, las manos grandes de Jungkook cubrieron ambas mejillas, y mirándola con cariño, se inclina para dejar su rostro más cerca al de la pequeña—, me gustas.

Besando su nariz y después su frente, deja que un suspiro quede entre ambos. Sin atreverse del todo, roza sus labios contra los de ella.

—Jungkook—pasando sus brazos por su torso, sonríe—, también me gustas.

A veces nos apresuramos a etiquetar a las personas como lo perdurable. Vamos a detenernos y a conocer, sin miedo y sin límites.

Hyo era su pumpkin spice latte que pedía por las mañanas en vez de su americano, era esa dulce bebida que tomaba cuando se sentía abrumado, también se convirtió en lo que quería cuando despertará.

—Se mi novia Hyo.

•••
Última pregunta.

¿Les gustó tomar las decisiones?

No More|kth, jjk (Coffee #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora