No More|kth, jjk (Coffee #1)

San Valentín

—¿Lo conoces?—la pregunta la obligó apartar la mirada de la pareja felizmente abrazados a lo lejos. Antes hubiera respondido con un definitivo sí pero entonces entendió que tanto a Jungkook y a Taehyung era una historia que no les gustaba que alguien supiera salvo sus actuales parejas.

Lo entendía, claro que lo hacía, sin embargo eso no lo hacía menos doloroso. Todos parecían avanzar menos ella, se había quedado en aquel cajón de los recuerdos, y era porque tenía miedo de dejarlos ir, de olvidar sus voces y sus caricias. Tenía miedo de borrar el amor que tanto le mostró Jungkook.

Ahora, viéndolo a lo lejos, no podía evitar querer llorar porque sentía ajeno todo lo que veía. Ellos nunca salieron al parque más bien siempre estuvieron en el departamento del tatuado; jamás había cargado sus cosas, y era porque no quería que nadie se enterara de lo suyo; ellos jamás hicieron las cosas que se suponían que hacían las parejas y todo fue culpa de Soohe.

Todos dicen que San Valentín es el día especial para demostrar el amor que le tienes a una persona, pero... ¿Por qué esperar solo esos días?

—No, se parece a alguien que conocí—mintió con el sabor de las palabras amargas, pudo disfrutar de tantas cosas incluso este día que clasificaba como especial, pero prefirió arruinarlo.

—Él es guapo—puntualizó la pelirroja, creando un sonidillo fue la única respuesta de Soohe.

Tomándola del brazo, la del pelo corto la llevó al nuevo café que abrió hace unos días. Suspirando profundo, dejó que su amiga se sentará en una mesa y ella fue directo al mostrador.

Viendo el cartel, su mirada sopeso en aquella bebida sorpresa por el día de San Valentín. Queriendo torturarse, pidió dos órdenes y se fue a sentar.

—¿No crees que es un poco deprimente? Nosotras dos y sin novio.

—Lo prefiero así.

Sacando un jadeo de su amiga, el mesero se acercó con ambas bebidas de color rosa. Soohe no soportando la intriga, levantó la vista de los cafes para pararla en aquel bonito rubio que se encontraba sonriendo.

—Bienvenidas a Moon, aquí están sus bebidas—dejando la charola en la mesa, coloca ambas manos tras su espalda—, soy SeokJin, no duden en hablarme si quieren ordenar más.

Mirándola más de lo necesario, Soohe se sonrojó. Si, tal vez no todo podía ser tan malo, incluso aunque no lo conocía podía decrifrar que el mesero bonito iba a ser tan dulce como aquel especial de San Valentín.