Capítulo 5: Lidiando con la amante.

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-No creo que sea lo más conveniente en este momento, mis compañeras se van a preocupar y van a sospechar y...y.-

Trato de escaparme pero él apoya sus manos sobre la pared a la altura de mis hombros impidiendo que me pueda escabullir.

-Tu madre te debió de haber hablado de esto, no tienes por qué tener miedo-

Posa sus labios sobre mi cuello y me da una leve mordida, aprieto los ojos con fuerza y pongo mis manos sobre su pecho tratando de alejarlo pero él es más fuerte que yo.

-Señor Shishio ¿Esta en su cuarto?-

La voz de Yumi hace que él dude dándome la oportunidad de escaparme y abrir la puerta, ella me mira con desprecio mientras yo le sonrío de la forma más amable posible, antes de salir de la habitación, dejo el ungüento junto con las cosas que le traje.

-¿Qué haces aquí mocosa? Espero no estés molestando al señor Shishio-

-Claro que no señorita Yumi, solo vine a traer sus cosas como me pidieron, ya me iba, que descansen y buenas noches-

Hago una reverencia y camino apresurada por los pasillos, mi corazón me martillea con fuerza, mi respiración es agitada y siento como mis piernas me tiemblan, cuando estoy lo suficientemente lejos de la habitación de Makoto caigo al suelo asustada.

-Eso estuvo cerca, sé que el señor Shishio es malo... pero espero que nunca me fuerce a estar con él-

Regreso a la habitación compartida, todas ya están durmiendo y lo único que ilumina mi camino es la luz de la luna que entra por la ventana, me quito mi uniforme, lo pongo encima de una silla que estaba por ahí cerca y luego me pongo mi pijama.

A la mañana siguiente, me despierto y veo el techo por unos instantes como es de costumbre, suelto un leve bostezo y me siento en la cama; Se me hace un poco extraño despertar en una cama y no en un futón. Miro a mi alrededor y veo que mis compañeras siguen durmiendo.

-Bueno, hora de empezar a preparar el desayuno para todas-

Una vez arreglada me dirijo a la cocina, mientras reviso en las estanterías y alacenas, me doy cuenta de que no hay suficiente comida; Al parecer se levantan temprano para ir al mercado y comprar todo lo del día.

-Tengo que ir al mercado, pero...- Por mi mente pasan las palabras de Makoto que no debo salir sola, tampoco hay nadie que me acompañe en este momento. –Creo que tendré que ir sola-

-¿A dónde piensas ir sola?-

La voz de Makoto me saca de mi trance, volteo a verlo asustada mientras él camina en mi dirección, tiene una mirada de desconfianza y se ve claramente molesto.

-¿Qué hace aquí señor Shishio?-

-No me has respondido, ¿A dónde pensabas ir?-

-Al mercado, no hay suficiente comida para el desayuno y...-

-Ya enviaré a alguien más, pero tú no sales de aquí-

-Está bien señor Shishio, solo quería ayudar... no pretendía hacerlo enojar—

-Bueno, dejando en claro esto es mejor que regreses a dormir, te espera un día ajetreado conmigo-

-Si señor-

Justo cuando está por salir de la cocina se detiene en seco y saca algo de su ropa, sin voltear a verme me enseña lo que tiene en la mano.

-¿Qué es esto? Lo dejaste anoche en mi cuarto-

Un amor extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora