Capítulo 6: Revelando la verdad.

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Mis ojos se llenan de lágrimas, aprieto la mandíbula con fuerza y trato de salir de su agarre, pero no tengo fuerzas y apenas puedo mantenerme en pie.

-¡Si me va a matar hágalo de una vez! No le tengo miedo... prefiero mil veces eso a seguir en este horrible lugar y tener que lidiar con esa espantosa mujer-

Tira de mí hacia la luz de la luna, sus ojos se abren de par en par al ver mi rostro tan demacrado.

-¿Cómo te hiciste eso?-

-Su mujer me tiro té hirviendo en la cara porque no le gusto...- Bajo la mirada y mis ojos no paran de llorar. –Así que si piensa matarme hágalo, ya no me importa-

Apoyo mi rostro sobre su pecho y de forma un poco inconsciente le golpeo suavemente, implorándole que acabe con mi sufrimiento. De forma inesperada el posa su mano sobre mi cabeza y la acaricia de una forma un poco tosca.

-Niña tonta... nunca dejes que nadie aplaste tu voluntad-

-Usted dijo que solo los fuertes sobreviven...Entonces dígame ¿Por qué sigo con vida? Yo no soy fuerte, siempre he necesitado de alguien para seguir adelante... y de hecho yo fui quien se metió en este problema y no sé cómo salir-

-Entonces quédate....- Susurra unas palabras que no alcanzo a escuchar así que levanto la mirada esperando a que las repita, pero eso no sucede. –Ven regresemos, está haciendo fresco-

Una vez dentro de la mansión me dirijo al cuarto compartido.

-Que descanse señor Shishio-

Él se va a su cuarto sin decirme nada; Es extraño lo bien que se comportó conmigo, por un momento pensé que me iba a encerrar en el calabozo he iba a arrojar la llave a un pozo.

-No es tan mala persona después de todo- Sonrió feliz y regreso a la cama, ansiando un mejor día.

A la mañana siguiente me levanto con los ánimos renovados.

-¡¿Te lo puedes creer?! ¡El señor Shishio volvió anoche!- Me grita Aneko a todo pulmón mientras me toma de los hombros y me sacude con fuerza, siento que me va a desnucar en cualquier momento.

-¿Qué tiene eso de malo?-

-¿De malo? Nada, lo bueno es que no te escapaste anoche, hubiera sido horrible que te lo toparas-

-Seguro que si...- Sonrío de forma nerviosa al recordar lo de anoche. –En fin, pongámonos a trabajar, que seguramente tenemos el desayuno atrasado-

-Algo así...-

Me arreglo y me dirijo a la cocina y ayudar en todo lo que pueda, servimos el desayuno pero no hay nadie sentado en el comedor.

-¿Dónde está el señor Shishio y la señorita Yumi?-

Nos miramos entre nosotras, pero nadie sabe que responder.

-¿Por qué no vas a buscarlos? Seguramente se quedaron dormidos-

-Está bien, iré a ver si les pasó algo-

Me muerdo la lengua y me dirijo a sus cuartos, antes de que pueda abrir la puerta escucho un fuerte golpe.

-¡¿Señor Shishio está bien?!- Abro la puerta sin pensarlo, mi corazón late a mil por hora, la sola idea de que algo malo le paso me preocupa.

Veo a Makoto parado en frente de Yumi, ella esta tirada en el suelo y tiene un enorme moretón en la cara, me acerco a ella y trato de ayudarla pero se niega.

-¡No necesito tu ayuda mocosa asquerosa!- Se levanta por su propios medios.

-Que sea la última vez que me entero de esto Yumi, porque a la próxima no tendré piedad de ti-

Un amor extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora