La identidad de las Angy

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Nos tenemos que ir, no me cuelgues, por favor. Yo llevo un machete, Ariel lleva un espray de pimienta y Tomás un bate de beisbol. Vamos al garaje, a por el coche. Se ha ido la luz, ¿me oyes? Hay poca cobertura, pero no me cuelgues. No me cuelgues. Por favor, hasta que nos reunamos. Hay más gente aquí, los oímos, puede que todos hayan pensado lo mismo que nosotros. Esto es una locura, yo no quiero ser una maldita Angy, y parece que la gente que está por aquí tampoco. No se ve nada, solo lo que iluminan las linternas del móvil, el garaje es interminable. Seguimos oyendo murmullos y pisadas, pero no vemos a nadie. Esto es muy raro.

Alguien grita, alguien ha gritado. ¿Qué mierda? Han salido corriendo. Todos. ¿Sigues ahí? Joder, se está formando una batalla delante de nosotros. La gente está empezando a matarse entre ellos. No veo el coche, no veo nada. ¡Tomás, aquí! ¡Aquí, métete aquí conmigo! Un momento, ¿y Ariel? ¿Dónde está Ariel? Si estaba aquí hace un momento. ¿¡Ariel!? ¡Ariel!

Dios mío. Dios mío, menos mal que no estás aquí. Una pareja huye, pero les cortan el paso. El chico se ha puesto la máscara, la de las Angy. Dice que es una. Le da otra máscara a la chica, pero ella no quiere. ¡Le han disparado! Le han disparado. A la chica. Le han disparado. Por favor, por favor, por favor no te vayas ahora. No me cuelgues. ¿Ha gritado Tomás? ¿Tomás? ¿Ese era Tomás? No le veo. No está a mi lado. No sé dónde está. No sé de dónde viene el grito. ¿Cómo vas a venir a por mí, se te ha ido la cabeza? ¡Que no me cuelgues! Calla, cállate, hay una chica aquí conmigo. Se ha puesto una máscara, me ha dejado otra y se ha ido. ¿Qué hago? Está eludiendo a la gente. ¿La sigo? Los demás la ignoran. Voy a seguirla. Espera, tengo que ponerme la máscara. Voy tras ella. Esto funciona, como en las pelis cuando intentan evitar a los zombis siendo como uno de ellos. Déjame joder, deja que me lo tome con humor. Es más fácil si piensas que son zombis. El machete. ¡El machete! Mierda me lo he dejado. No, no puedo volver. No sé dónde vamos. No, no sé conducir. De todas formas, ahora no se puede salir de aquí en coche. Hay demasiada gente, demasiados obstáculos. Pero no importa, ya estamos en el sótano uno, estamos cerca. Mierda. ¡Mierda, mierda! Hay gente atacando a las Angys. Están matando a gente con máscara. ¡La chica! Tengo ganas de vomitar. No, no, no, no, no, no. Calla, calla joder. ¡Calla! Me he escondido detrás de un coche. Veo la salida, pero no puedo. No puedo. Esperaré aquí a que pase todo. No puedo, no quiero. ¿Qué? ¿Oye? No te oigo. ¿Quién? No, no quiero ser Angy. Yo soy Bruno y siempre seré Bruno. ¿Me oyes? No me quitarán mi identidad, siempre seré Bruno. Vale. Vale. Respiro. Sí. Respiro... Profundamente. Voy a intentarlo. Voy a correr sin mirar atrás. Tengo que salir de aquí. Voy a salir de aquí. No, por favor, no me cuelgues, no me dejes solo ahora.

¡QUIERO GRITAAAAR! ¡Estoy llegando! ¡Al fin! ¡He salido! He...

—Derribado. Una Angy menos.

Prohibido capturar cisnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora