All The Lonely Dancers┇

Capítulo 2

"Ciudadanos fantasmas"

25 de febrero ,1895

Me encontraba profundamente dormido en la habitación ubicada en el centro de la gran mansión cuando de repente un escandaloso ruido me arrebató el sueño causando que mi respiración se agitara. Rápidamente me coloqué encima la bata que pertenecía a mi padre para poder cubrir mi desnudez y bajé rápidamente las escaleras hasta llegar al lugar el cual era culpable de aquel susto. Sentí un gran alivio al enterarme que no se trataba de algo tan grave pero sí desagradable, eran algunas ratas quienes estaban en los estantes de la cocina, echaron varios frascos de mermeladas las cuales ya debían ser tóxicas luego de permanecer tanto tiempo guardadas, debo de admitir, toda esa escena que presencié me quitó gran parte del apetito. Nuevamente me dirigí a la habitación en busca de mi reloj de bolsillo, lo dejé encima de esta. Como el lugar estaba en penumbras despejé las ventanas de las molestas cortinas y para mi mala suerte comencé a estornudar a causa del polvo, todo estaba cubierto de este. Al fin pude ver el reloj, eran las nueve y cuarenta de la mañana, sería un largo día.

Me puse de pie delante del viejo tocador de mi madre, este era el espejo más grande de toda el lugar, siendo uno de cuerpo completo. Ya estaba decidido, lo primero que haría sería ir a una tienda a comprar algo de vestimentas, debía verme presentable para poder ir en busca de un arquitecto que me ayudara a evitar que toda la mansión se derrumbe. Chequé que todo estuviera cerrado, puertas, ventanas y demás para luego salir al exterior dejándolo todo bajo llave. Tuve que ir caminando hasta salir a la calle principal donde conseguí una carroza para ir a una de las mejores tiendas de costura.
Debería decir que la tienda parecía muy agradable y acogedora. Los tonos amarillentos predominaban en el lugar. Varios trajes, zapatos y sombreros, me los probé todos, eran muy lindos pero algo predecibles para mi gusto, obviamente por el momento debía conformarme. Al salir fui a otro destino, me pasé todo el día buscando de algún arquitecto.

Para mi suerte, luego de dos días de enviar varias cartas a varios profesionales pertenecientes a la ciudad de Londres lo conseguí, denominado como uno de los mejores del país, al cual siempre debían de esperar semanas e incluso meses para lograr contactar de forma directa con él, pero luego de la exorbitante suma de dinero que ofrecí logró llamar su atención rápidamente dejando de lado todos sus proyectos los cuales comparándolos con este eran diminutos, el señor ya estaba en camino con un gran equipo de varios ayudantes.
Aquellos dos días fueron eternos pero cuando al fin conseguí una respuesta diciendo que en menos de seis horas ya estaría en la propiedad me puse muy ansioso esperando a que llegaran, los estaba esperando impacientente. Todo esto se hizo realidad justo al atardecer, cuando llegaron y estuvieron el resto del día paseando por la gran propiedad mientras con ayuda de dos mujeres que contraté por un período de tiempo indefinido me ayudaron con la limpieza de las habitaciones.

[...]

Al amanecer, yo fui el primero en despertar y seguido de esto las dos señoritas, las ayudé preparando las masas dulces y el café.
En cambio anoche, mudé la ubicación de la gran mesa larga y la puse debajo de un árbol, un lugar perfecto para tomar el desayuno.

Luego de casi una hora de eterna espera logré ver la figura de un hombre viniendo hacia mí, el cabello algo claro y los ojos celestes.

-¡Buenos días Sr Styles! -Dijo mientras tomaba asiento.

-Muy buenos días Sr Horan.

-uno, llámame James y dos, ¿puedo? -señalando a las galletas de canela.

-¡Por supuesto!... James. -Sonreí.

Fue un muy agradable desayuno, al final fuimos a pasear por toda la propiedad, necesitaba establecer los colores que ocuparían al pintar las paredes, las decoraciones que encargaría a alguien para traerlas de la ciudad y porqué no ¡de Italia! , mi verdadero hogar, mientras detalladamente le decía todo lo que quería hacer y él lo anotaba en una libreta, la cual me temo que la llené casi toda.

Todo estaba arreglado, James me prometió que al volver todo estaría de la misma manera que lo imaginé.
Preparé mis maletas mientras esperaba sentado enfrente a que llegase la carroza para luego ir al banco a guardar una pequeña parte del dinero y otra parte al banco de Londres. Esa vez tomé el tren, fue un viaje algo agotador pero sabía que debía llegar antes del anochecer, era necesario, la casa estaría en remodelacion por seis meses y necesitaba un lugar donde quedarme, debía conseguir un piso en Londres.

Llegué a las ocho de la noche, el clima no estaba muy favorable, habían relámpagos cayendo a cada segundo y el viento comenzaba a tornarse algo frío, las calles estaban casi vacías, podría decir que las pequeñas sombras que se veían a lo lejos eran fantasmas que vagaban por la soledad nocturna, los comercios estaban comenzando a cerrar sus puertas y varios faroles se habían descompuesto, con desesperadas súplicas conseguí una carroza y gracias al conductor pude conseguir algunas direcciones que contasen con un pequeño piso, por el momento lo único que quería era un techo y el lugar que me presentó se veía muy acogedor, sin dudas metí mis manos en los bolsillos, agarré un pequeño fajo de billetes y se los entregué al dueño del lugar quien asombrado por la suma me entregó las llaves y se marchó. Al entrar pude acomodar mis cosas, el lugar contaba con una escaleras la cual dividía las dos habitaciones principales, ambas con chimeneas, fui arriba a desvestirme y ponerme cómodo, los truenos y el hambre no me dejaron dormir, fue entonces cuando recordé mi meta y prendí varias velas para comenzar a escribir una carta para The Royal Opera House, el lugar con el que soñaba despierto desde niño, ahora todo dependía de mí. Esta era la oportunidad que esperaba, me iba a postular allí.
« Tenían que aceptarme para luego convencerlos de contratarme »

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━