Capítulo 3.

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Han pasado 3 días desde que vi a Michael y a Lee, hoy es martes 7 de Enero, el día en que me iré de aquí. Todavía no olvidaba lo que le escuché decir a la sirvienta sobre mí mientras hablaba con el mayordomo, en realidad, es muy difícil que a mí se me olvide algo, así que decidí que no tenía por qué despedirme de ellos ni notificarles nada. A los únicos que les dije fue a los niños más grandes y ellos prometieron guardarme el secreto.

Ya había lavado todos los platos del almuerzo y estaba terminando de meter en una maleta que conseguí en el almacén mis pocas pertenencias. Mi libro favorito de recetas, mis dibujos, una blusa y un pantalón, mis zapatos deportivos y otros libros. Eso y lo que tenía puesto eran todas mis pertenencias. Estaba ansiosa por irme sin que los empleados se dieran cuenta así que, luego de salir del orfanato, caminé hasta la esquina y no esperé mucho tiempo cuando vi acercarse el auto gris.

Tomé asiento en el puesto trasero y me llevaron al aeropuerto, el camino fue largo, Michael y Lee estuvieron mostrándome los papeles de mi identificación, yo revisé que todo estuviera en orden y tomé el sobre en mis manos, también estuvieron dándome indicaciones sobre cosas que ya sabía de Londres, una lista con sus números y los números de emergencia de Londres, Lee se tomó la molestia de comprarme una maleta cinco veces más grande que la mía diciéndome que la había llenado de ropa, calzado y otros accesorios que esperaba que me gustaran alegando que eso era parte de la beca luego de que yo me negué a aceptarla. Al final acepté todo de mala gana.

El resto del camino, ellos me explicaron unos temas legales sobre mi proceso, ya que yo era huérfana. El director del instituto al que me dirigía sería mi tutor legal, ya que necesitaría identificación y demás como pasaporte y visa. Me dieron todos los documentos y leí como había quedado mi nombre con el apellido Black al final. Decidí no darle mucha importancia a eso y revisar ese tema para después.

Cuando llegamos al aeropuerto, rectificamos el vuelo y nos sentamos a esperar que lo anunciaran.

-"Cuando estés allá una persona va a estar esperándote con un letrero con tu nombre, te llevará al internado y allí busca al director que te estará esperando."—seguía repitiéndome Michael una y otra vez.

-"Lo he captado, ya."—le dije para que no volviera a explicar.

-"Suerte, Ligia."—me desea Lee intentando abrazarme.

Instintivamente me alejo y la empujo un poco para que también se aleje. No me gustan los abrazos. Michael quiere hacer lo mismo y también lo aparto. Que mala costumbre.

-"Gracias por todo."—me limito a decir.

"Pasajeros del vuelo 65 con destino a Londres, Inglaterra, por favor abordar." Escuchamos la voz por los altavoces. Repitió eso 3 veces.

Me levanté junto con ellos y me dirigí hacia la formación que comenzaba a hacerse para que sellaran mi boleto y pasaporte, y luego revisarme a mí y mis maletas. Ellos me sonrieron en forma de despedida y saludaron con la mano desde lo lejos mientras me observaban avanzar en la columna. Yo les devolví el gesto.

Ojalá en ese internado se encuentren personas tan amables como ellos.

Cuando entré al avión me sentía perdida y algo comenzaba a crecer en mi estómago, comencé a hacer lo que hacían todas las personas a mí alrededor. Ellos guardaban su equipaje de mano arriba de sus asientos, yo no tenía nada de eso, mis maletas se las llevaron a otro lado. Luego se sentaban en su asiento y yo lo hice también. Después nada.

Una azafata llegó un rato después, se presentó y nos indicó cómo se ponían los cinturones de seguridad, seguí sus instrucciones, pasó por cada asiento revisando que todo estuviera bajo control y anunció que ya estábamos por despegar.

El dolor dentro de las mentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora