—Propuesta.
CAPITULO 16
Jace Norman estaba de colado en la casa de su mejor amigo.
Eso no era una novedad.
Y es que aún le faltaba poner en marcha su último plan.
—Vamos Jack -le decía Ross.
Jack había llevado a Ross de compras, pero eso no era así.
Jace le pidió a su mejor amigo que entretuviera, distrajera a su hermana y que la regresará a casa a las 4.
Y eso era lo que él había hecho.
Ambos estaban por los pasillos de dulces.
Jack le dijo a su hermana que tomará todo lo que quisiera.
Al principio lo había visto como un buena oferta, pero ahora ya se había cansado de caminar y, sus pies estaban matándola.
Pero Jack le insistía que tomará más cosas.
Y Ross sólo quería regresar a su casa.
—¿Por que no llevas de esta cereal?— Pregunto Jack.
—Bien—tomó una caja y la puso en el carrito— ¿Podemos ya irnos?—
(...)
Jace no estaba muy decidido con las cosas.
La habitación de Ross era pequeña pero muy linda.
Trató de ordenar todas las cosas que había comprado, acomodo los peluches, lás fotografías que habían sacado en el parque de diversiones colgaban en sus paredes.
Y se encargó de inflar los globos de corazón y colocar pequeñas notas sobre ellos.
Y después de un rato, termino.
—¡Al fin!—decía Ross mientras entraba a su casa, se quitó los zapatos y se tiró al sofá.
Justo a tiempo.
—Iré a arriba— le avisó Jack y subió rápido.
Ross cerró sus ojos, y se acomodó más en el sofá.
—Ross—comenzó a gritar su hermano desde arriba— Ross, Ross rápido, ven.
De mala gana Ross se levantó y vio recargado a su hermano en la puerta de su habitación.
—¿Qué te sucede?—Le preguntó ella.
—Hay algo ahí— señalo su habitación.
Ross entró a su habitación con un poco de miedo, no sabía a qué se refería su hermano.
—¿Qué hay ahí?—preguntó.
—Solo entra—Se quejó su hermano y la empujó para quedar más cerca de su cuarto.
Ross suspiro y abrió completamente la puerta de su habitación, pero se llevó una gran sorpresa, su cuarto estaba decorado y muchos regalos habían en ella.
—¿Quién hizo esto?— Pregunto emocionada.
—Fui yo— Jace apareció y la abrazó por detrás.
Ella estaba muy feliz y conmovida.
—Jace, no tenías por que—
—Claro que si—
—Los voy a dejar solos— dijo Jack y salió habitación.
—Esto es tan lindo—dijo Ross, casi al borde de las lágrimas.
—No tanto como tú— Le susurro Jace—Ross, ¿Quieres ser mi novia?
[...]
—¿Ya te vas?— Le pregunto Jack.
—Si, te veo mañana cuñado—Le dijo Jace para después guiñarle un ojo y salir de su casa.