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Nuevo comienzo... o algo así
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-Esta empresa es inestable, no tienen idea de cuanto me he esforzado por intentar hacer que esta simple tienda de regalos prospere hasta el día de hoy, pero ya no tengo con que sustentar los gastos, ni siquiera el como pagarles.-habló Griff, con tristeza en sus palabras y la mirada baja, mientras que Edgar y Colette oían con atención.-Así que, sabiendo como terminará esto, es mejor que tomemos las precauciones correspondientes, pueden irse, ya no trabajan más aquí.

-Señor, entendemos perfectamente por lo que pasa, pero dejenos ayudarle en alguna otra cosa, he trabajado aquí desde el primer día que llegué y no pienso simplemente dejarlo como si nada-en la voz de Edgar se notaba esa preocupación constante, pero era verdad, la forma tan rápida y antipática de terminar esto le resultana algo injusta.

-Muchacho, me temo en lo que a mi respecta, que no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Un trabajo no pagado no existe, lo sabes, sería un poco loco de mi parte hacerlos trabajar sin pagarles.-aclaró firme y con sorprendente seriedad, Griff pocas veces era así, pero eso solo hacía más triste el asunto.

Colette detuvo a su compañero antes de que este volviera a tomar la palabra, dandole una mirada suplicante, no era el momento de hacer algo, porque ya no había nada que hacer, y la impotencia que llevaría consigo lo haría sentirse culpable cuando cruzó la puerta del local luego de despedirse de su ahora ex-jefe.

-¿Vas a estar ignorandome todo el camino a casa?- preguntó Colette tratando de animar las cosas, sabía que era duro para Edgar puesto que fue su primer trabajo y se sentía al menos un tanto feliz de estar allí, aunque sea durante un periodo algo corto.

-Debí de haberme esforzado más, si no fuera por nosotros quizá la tienda seguiría abierta.-una expresión de sorpresa se formo en Colette, al ver a su amigo más estresado de lo normal, ¡No era para menos! Ahora tendrían que buscar un trabajo nuevo, y eso no es algo sencillo... o eso creía.

-Edgar, no puedes culparte por eso, es ridículo, no vale la pena, quieras o no, esa tienda no estaba en un buen lugar ni tenía las mejores cosas, tienes que aceptarlo y simplemente seguir adelante-la cromática suspiro con pesadez al ver nuevamente la flata de atención de su acompañante.-Era tu primer trabajo y esta bien, entiendo si te sientes así, pero es mejor ver más posibilidades.

-¿Qué propones? Buscar trabajo acá es difícil, lo sabes.-Se detuvo y finalmente se dirigio a ella mirandola de frente.-Te escucho.

-Primero, cálmate, no ganarás nada con esa actitud-continuó- y segundo, tal vez podriamos conseguir trabajo en alguno de los bares, ya sabes... quizás a Bull's o en el bar de Barley.

-Dudo que quieran nuestra ayuda

-¡Bien! No tengo ideas, a menos de que quieras ir a las minas o preparar...pasteles-esas últimas palabras hicieron que tuviera una idea, formandose una leve sonrisa en su rostro.-La pastelería de Piper...

-Wow wow wow, espera, ¿estás diciendo que...?-ambos se miraron y con eso la albina lo dijo todo, haciendo que Edgar se echase a reir.

-Riete, pero yo no me quedaré aquí tratando de complicarme la vida, iré a la casa de Piper y le pediré una oportunidad para poder ayudarla.- se dio media vuelta y empezó a caminar dejando a su compañero perdido en su ingenuidad.

Edgar la alcanzó un tanto preocupado, no era un secreto para nadie que Colette era una fanática fuera de control cada que veía a la rubia o al cactus, y esa misma locura le preocupaban al pelinegro, así que estaba sorprendido por las desiciones de su amiga.

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