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Tormenta

Con cada trueno, el cuerpo del arácnido se estremecía. Cada sonido fuerte y cada luz le hacían temblar. Extrañaba las tormentas de la tierra, esas no eran tan malas. Pero aquí abajo, parecía que todo se iba a derrumbar en un segundo.

La tormenta apenas había empezado hace 5 minutos, pero él ya lo sentía como 5 horas.

Las tormentas eran lo peor.

Le recordaban ese día. Ese triste y devastador día. El día en el que todo se había ido al carajo.

°*****°

Su madre se encargaba de peinar dulcemente su pelo. Estaba lloviendo muy fuerte y los truenos parecían el rugido de mil leones. Pero el estaba tranquilo y feliz, porque ella estaba ahí.

Sus hermanos tomaban una taza de chocolate caliente con pequeños malvaviscos. Molly adoraba ver como flotaban sobre el chocolate, mientras que "Niss" se los comía antes de tomarse el chocolate.

Todo tan dulce y tranquilo.

Todo hasta que llegó él.

La puerta se abrió de golpe, y ellos sabían quién era.

-Mis dulces niños...vayan a su habitación ¿Si? -dijo la madre con su típica ternura maternal.

-Mami...¿pero si te hace daño otra vez? -preguntó Anthony con terror. Esta no era la primera vez.

-Nicolas, llévate a tus hermanos. -dijo la madre viendo al mayor de todos.

-Si, mamá -Nicolas se levantó, tomó las manos de sus hermanos y le dio un beso a su madre- cuídate, por favor.

Los hermanos se alejaron viendo la sonrisa tranquila de su madre, sin saber, que sería la última vez.

Al llegar al cuarto, el mayor de los hermanos cerró con llave. Y no hubo que esperar mucho para escuchar los gritos de parte de su padre.

-Niss...y-yo no quiero q-que lastime otra vez a m-mamá -dijo Anthony con voz temblorosa y lágrimas en sus ojos.

-¡Yo tampoco! ¡Hay que ir con ella y cuidarla! -exclamó su hermana. Ella también tenía sus mejillas empapadas en lágrimas, pero no podía quedarse sentada y esperar nada más.

-Ustedes saben que me encantaría darle a papá su merecido, pero no podemos. Mamá estará bien. Se los prometo -era mentira, pero esperaba que así fuera.

Los gritos de su padre se hacían cada vez más fuertes, y luego solo silencio

-¿Ven? Les dije que todo estaría b-

Un golpe. Dos golpes. Tres golpes

Un grito. Dos gritos. Tres gritos.

Tres palabras.

"No", "Porfavor, "No"

Todos de la misma persona. Su madre

Luego más silencio.

Los hermanos estaban helados, pálidos e inmóviles. ¿Qué fue eso? ¿Qué pasó? ¿Su...mamá?