(human AU)
El viento movía las hojas de los árboles, la noche pasaba lenta y sin prisa, las lejanas estrellas iluminaban la escena, y la luna era la única que apreciaba esa escena.
-Hace frío -dijo el menor mientras se abrazaba a si mismo en busca de algo de calor- mierda...-
El moreno miraba silenciosamente como Anthony se soplaba aire caliente en las manos, parecía un niño, uno que creyó que ir a la nieve sin ningún tipo de abrigo era una buena idea. Sorpresa: no lo era.
-Te advertí que debías traer algo para abrigarte -dijo mientras volteaba los ojos. Ese comportamiento departe de su compañero era algo habitual, aunque, y esto era algo que no iba a admitir en ningún momento (o al menos no prontamente), le parecía adorable, además de que lo podía sacar de los aprietos y sentirse aún más importante.
-¿Podrías no regañarme? No lo veo necesario -respondió al mismo tiempo que hacía un puchero, solo le quedaba aguardar hasta que Alastor sacara un as bajo la manga y lo salvara de la hipotermia. Era algo cotidiano, él la cagaba y Alastor la...¿descagaba? Si, eso.
Alastor se limitó a reír suavemente, risa que le pareció demasiado atractiva a Anthony (últimadamente, todo lo que Alastor hacía a Anthony le parecía sexy, o adorable, o simplemente estaba bien). Sin embargo, lo que Alastor hizo, lo dejó algo impactado.
Y es que, en vez de usar magia para que apareciera un abrigo o algo así, lo único que hizo fue quitarse el abrigo que él llevaba, y colocarlo alrededor del menor, cubriéndolo lo más que fuera posible.
En ese momento las mejillas del rubio se encendieron de un lindo color rosado, se quedó inmóvil y preguntándose "¿qué carajo?" por unos segundos, hasta que el movimiento de la mano de Alastor frente a sus ojos lo devolvieron a la realidad.
-¿Te encuentras bien?
-¡Ah! ¡Sí! Si, estoy bien...jaja...
-Uhm...¿Se dice gracias sabes? Se que tu padre no te quería y así. Pero he de suponer que tu madre te inculcó valores -comentó el moreno mientras se inclinaba hacia atrás y reposaba su peso sobre sus manos.
-No te pases...imbécil -dijo Anthony en casi un murmuro. Ya le había contado su historia de vida, y en momentos como estos, se arrepentía de haberlo hecho. Aunque para el rubio, la historia de Alastor seguía siendo un misterio, no sabía que lo había hecho ser quien es ahora, no sabía las razones de lo loco que estaba, ni tampoco como empezó todo eso de la magia negra. Era algo que a veces lo intrigaba. Aunque todos esos pensamientos se vieron interrumpidos por la voz del mismo.
-¿Qué te pasa hoy? Te noto más callado e ido que de costumbre...
-Ah...nada. Solo...pensaba
Otra cosa que Alastor no iba a admitir, Anthony a veces lo intrigaba. Había momentos en los que sus ojos parecían un mar lleno de misterios, esos ojos azules, que parecían eternos, brillantes, como si estuvieran hechos de polvo de estrellas, con millones de galaxias por descubrir. Tan bellos, que podría ahogarse en ellos sin la más mínima preocupación, y... wow wow wow, a ver, písale freno. Alastor parpadeo perplejo de adónde lo querían llevar sus pensamientos.
Si, así mismo lo confundían los ojos del rubio, pero él se dejaba ir, tranquilo, y en su mente no cabía más que la imágen de esos ojos y pensamientos relacionados a ellos. Increíble...era increíble el efecto que Anthony tenía sobre él.
Al despejar su mente, vio al rubio viendo al cielo estrellado, parecía tan frágil y ligero en ese momento, que por un segundo temió que el viento de la noche le hiciera daño. Y por puro reflejo, su mano se posó sobre la de Anthony, para que el maldito mundo supiera que él tenía a alguien que lo protegía.
Anthony se sobresaltó al sentir el tacto del mayor, sin embargo no se movió. Se sentía cálido, una caricia dulce, algo pequeño y con nada de malicia.
-Ya se me olvidó la razón por la que venimos...¿me la recuerdas? -dijo Anthony cortando el silencio.
-Tú mismo dijiste que querías aire fresco -contestó Alastor.
Se volvieron a quedar en silencio, lo que no era muy normal en ellos, ambos siempre eran muy conversadores. Aunque no era un silencio incómodo, ambos eran conscientes de la presencia del otro, pero no era raro, no era como si necesitaran hablar. Talvez ambos sabían lo que sentían, y sabían que era mutuo. Y así estaba bien.
Ambos se volvieron a ver, como si un tercero hubiera tomado sus caras y las hubiera volteado justo al mismo tiempo.
Admiraron todos y cada uno de los detalles del contrario. Por un lado Anthony, viendo los feroces pero cálidos ojos cafés del moreno, su corto y sedoso pelo, sus labios, tan cerca peo tan lejos al mismo tiempo. Y Alastor, pasando su vista de los jugosos y rosados labios del rubio, a sus grandes y brillantes ojos.
Sentían la respiración del otro cerca, tibia, ansiando más cercanía, sus cuerpos por instinto se inclinaron lentamente, uno hacia el otro, despacio, hasta que los labios de ambos hicieron contacto y encajaron como si estuvieran hechos únicamente para los labios del otro.
Fue un beso corto, dulce, cariñoso. De esos que no se pueden olvidar por más simples que sean.
Ninguno abrió sus ojos, y se volvieron a juntar en un beso más apasionado, Alastor sujetó a Anthony por la cintura, y este enredó sus brazos por el cuello del moreno. Sus rostros fueron iluminados por una estrella fugaz y ambos se separaron para verla.
-Pide un deseo -susurró Alastor.
-Deseo estar junto a ti por siempre -susurró Anthony. Alastor se rió suavemente y lo volteó a ver.
-Ya no se va a cumplir
-¿Y quién lo decide? ¿La estrella o tú?
Alastor se quedó callado un momento y luego soltó una ligera risa.
-Tienes razón. Prometo que haré mi mayor esfuerzo por quedarme a tu lado por siempre. Incluso después de la muerte.
-Esa, cariño, es una rara forma de decirme que quieres ser mi novio. Pero acepto -soltó Anthony con una risa.
-Vaya, gracias, me ahorras una cita costosa y mucho esfuerzo mental.
-Espera...osea que...¿si somos pareja ahora...o solo era...? -preguntó el rubio, dudoso de que fuera una broma de mal gusto.
-Bueno...luego de ese beso, si planteé el pdeirte que fuéramos pareja, pero esa fue una manera algo...informal. Entonces, déjame pedírtelo como es debido.
Alastor tomó ambas manos del rubio, y lo miró directamente a los ojos. Vio como las mejillas del menor se volvían a sonrojar, y como sus ojos se abrían con sorpresa.
-Anthony, mi ángel ¿me harías el grandísimo honor de volverte mi pareja?
Los ojos de Anthony brillaron aún más.
-Acepto. -dijo el rubio mientras una gran y bella sonrisa se dibujaba en su rostro. Alastor también sonrió, y le dio un cariñoso abrazo.
Se envolvieron por un momento en su burbuja, y mientras el viento movía las hojas, mientras la noche pasaba lenta y sin prisa, y las lejanas estrellas parecían acumularse a su lado, solo ellos dos existieron en ese preciso momento, sin ningún temor, ningún dolor, ninguna preocupación, solo ellos, y eso era todo lo que necesitaban.
°*****°
HOLAAAAAAA GENTE BONITAAAAAA
uyno, cuanto tiempo jaja, lamento abandonarlos tanto tiempo, pero los tkm♡
Quiero agradecerles todo su apoyo, todos han sido muy lindos y amo los comentarios que dejan, me los leo todos, enserio ♡
Tmb voy a borrar todos esos avisos jaja, me estorban mucho.
En fin, gracias, los amo, cuídense porfa yyyyy nos leemos luegooooo~
Bai♡

ESTÁS LEYENDO
•RadioDust• One-Shots, Imágenes, Etc
Fanfiction~El título lo dice~ Los personajes en este fanfic no me pertenecen. Créditos a VivziePop