I Have You (YiZhan)

Capítulo 3

[Algo inesperado]

Al comienzo no entendía la urgencia de Yu Bin para hacerme llegar mucho mas temprano al trabajo de lo que solía hacer. Sin embargo, minutos después de que llegué no tuve siquiera que preguntar lo que estaba sucediendo porque con tan sólo entrar pude ver el desastre que había causado.

—¿Que has hecho? —pregunté frustrado al observar cómo intentaba a golpes, haces que la máquina de espresso encendiera.

—¡Xiao Zhan! —gritó en mi dirección —finalmente llegas, necesito tu ayuda. Verás, tal vez haya... accidentalmente... descompuesto la máquina de espresso.

Vi cómo ambos de sus índices se tocaban repetidas veces mientras hacía ojos de cachorro.

—¿Y pretendes que vuelva a funcionar con tus golpes?

—B-bueno... funciona con mi celular a veces.

Opté por ignorarlo. Honestamente logró cabrearme un poco ya que, no teníamos una máquina de repuesto y es seguro que la jefa se pondrá furiosa cuando se entere.

—¿Cuando pasó esto?

—Apenas ayer, —me dijo —realmente lo siento hermano pero en los días que estuviste ausente tuve que aprender demasiado rápido a usarla y parece que me salté una parte importante. No quería meterte en problemas.

—Descuida, no lo hiciste.

—¿No estás enojado?

—¿Por que debería estarlo? —cuestioné —fuiste tú quien descompuso la máquina entonces, ¿por qué tomaría la responsabilidad? ¿soy estúpido?

Me miró por unos segundos con una expresión de indignación. Consideraba a Yu Bin uno de mis mejores amigos pero debía tomar la responsabilidad él mismo o en el futuro traería consecuencias.

—Wang Yibo, ¡sal de ese cuerpo!

—No digas tonterías —espeté —debemos avisarle a la jefa y luego llamar algún técnico para que la inspeccione. Aunque estoy casi seguro que se trata de la placa electrónica y el interruptor de encendido y apagado.

—De hecho eres muy listo —comento provocándome confusión por decirlo de repente —FanFan llamó un técnico antes de que llegaras y dijo que la tarjeta electrónica y el interruptor era lo más probable que dejara de funcionar.

—¿Y por qué no vino a verificarlo?

—Tenía otras reparaciones, sin embargo, vendrá mañana temprano por ella.

—Entonces avísale a la jefa, no sería bueno decirle hasta que venga y causarle más problemas. Llámala ahora.

Asintió varias veces y luego sacó su teléfono para llamarla. Me dediqué por otra parte a revisar que todo lo demás estuviera en perfecto estado y no hubiera alguna otra cosa que este chico haya descompuesto pero luego de algunos quince minutos me sentí aliviado de que todo estuviera funcionando como debía.

Caminé hasta las mesas para poder acomodar las fundas y los manteles. También organicé las cartas en su lugar y por último fui a la caja para revisar que tuviéramos cambio para los clientes que pagaban en efectivo. Todo lo demás estaba funcionando perfectamente, sólo estaba el tema de la máquina pero no debía preocuparme por eso seguro.