I Have You (YiZhan)

Capítulo 17

[¿Cobardía?]

Wang Yibo

La espera me está matando.

Mirarlo con sus ojitos cerrados y respirando tan suavemente como si estuviera sólo tomando una siesta. Ojalá ese fuera el caso.

—Cariño… —suspiro tratando de evitar las lágrimas que amenazan con salir pero es imposible no sentirme jodido con todo esto.

Sostengo su mano con delicadeza porque incluso tocarlo en estos momentos me inquieta al pensar que en un momento fugaz voy a romperlo y el va a desaparecer de mi vista. Todo esto es como un mal sueño del que anhelo despertar para estar con él.

—Zhan —hablé despacio sintiendo mi garganta doler —estos días en los que no te había visto han sido un infierno. Mi madre me estuvo llevando y trayendo por todos lados en el extranjero, cargando sus compras —reí por lo bajo —ella te ha estado comprando muchas cosas que se la mayoría no te gustaran pero con tu amabilidad y sencillez vas a tomar para no hacerla sentir mal, porque te conozco y sé que no eres capaz de hacer algo como eso. Siempre pones a los demás antes que a ti.

La primera lágrima fue derramada al tener su sonrisa en mis recuerdos.

—¿Sabes por qué te pedí volver ese día? —pregunté con la esperanza de que me responda —. La estaba pasando muy mal sin ti. Bebía todos los días y no quería ver a nadie que no fueras tú, cuando fui al restaurante fue porque no podía irme sin verte primero. Fui un imbécil al decir que me iba de esa forma, quise correr hacia ti y suplicarte que no me dejaras ir. Por un momento pensé que me pedirías que me quedara. Mi madre quería que nos fuéramos antes pero yo le pedí que esperáramos unos días porque no quería dejarte. Me negaba a estar lejos de ti aunque estuviéramos en tal situación.

Recordar esos asquerosos días no me pone contento, y tampoco estoy orgulloso de como me estuve comportando en ese entonces así como tengo bastante claro que fui un imbécil y todo esto debí decírselo el día que volvimos a intentarlo, pero creí que no era necesario.

Pero maldita sea, justo ahora diría el peor de mis pecados con tal de que despierte y me reprenda por ser un idiota.

—Cuando te vi en la fiesta con ese chico, sentí el estómago revuelto y ganas de arrancarme los ojos por haber permitido que esa discusión se alargara tanto sin antes haberte escuchado —sollocé acariciando su mejilla —cuando te desmayaste sentí que se me iba la vida, justo como cuando me avisaron que estabas en el hospital.

En ese momento lo único en lo que pensaba mi mente era llegar lo antes posible. Tanto que tomé el avión privado de mi padre sin su consentimiento e hice que me trajeran de vuelta.

—Joder, Zhan por favor abre los ojos —supliqué apretando ligeramente su mano —el médico dijo que ibas a estar bien pero, ¿por qué no has despertado?

No puedo seguir mirándolo así sin poder hacer nada aunque no hay nada que se pueda hacer hasta que él despierte. Yo sé que no es sólo el hecho de que siga durmiendo la que me tiene de esta forma, sino la necesidad de pedirle perdón por no haber estado a su lado.

—Cuando me hiciste esa llamada unos días atrás para decirme que me extrañabas, me sentí tan contento y desesperado porque no estaba frente a ti para mirarte a los ojos y decirte que también lo estaba pasando mal estando lejos. Sin embargo, minutos después me dijiste que me amabas y por dios, en ese instante podría jurar que el corazón iba a salírseme del pecho. No negaré que me hubiese encantado escucharlo en persona pero el impacto sería el mismo tan intenso que justo como lo fue. Estuve a punto de gritar cuando me lo dijiste pero tuve que contenerme o mi madre se habría burlado de mi aunque no me habría importado —mi pulgar acariciaba sus nudillos con tranquilidad, a pesar de que él no me responda yo podía sentir que me estaba escuchando y eso lo hacía un poco más reconfortante —. Quise responderte en ese momento pero estaba tan aturdido que asumo que me demoré demasiado ya que cortaste la llamada —sonreí.