¿Quién es ella?

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No todos tenemos la misma suerte, mi gran amigo — comento Billy con cierta amargura en sus palabras, emitiendo unas cuantas carcajadas.

No tiene que hacer esto señor, podemos llegar a un acuerdo como siempre lo hemos hecho. No quiero terminar aquí, no puede dejarme — suplico con desesperación en sus palabras, era evidente que estaba lleno de miedo.

Lo siento, pero es lo que ordenan nuestro señor. No cumples con lo que necesito y debes ser desechado ¿Es una lastima, verdad? — dijo Billy tomando del cuello de su camisa a Adán para arrastrarlo al fondo del bosque se veía tenebroso por la oscuridad del fondo que le acompañaba. — Debemos ser la perfección.

Adán pataleo sin mucho esfuerzo, ya no le quedaba mucho por hacer, estaba muriendo a manos de quién le fue fiel por años mientras era arrastrado por el lodo y las hojas caídas de algunos árboles. Pensaba en todas las cosas que quiso hacer, pero no hizo.

Como por ejemplo, casarse con aquella mujer morena de ojos azules que le había robado el alma desde la primera vez que la miró en una cantina, pero lamentablemente no había podido ni siquiera acercarse para saludarle. La razón era tan simple, su padre Armando se lo había llevado esa misma noche a casa de Billy, para que le sirviera las copas de vino y le preparará el baño.

Hemos llegado, mi gran y más fiel sirviente— sonrió el hombre quitando su saco para no ensuciar algo tan preciado como la tela de algodón.

El sirviente levantó la vista siendo sacado de sus pensamientos por la dura voz de Billy. El paisaje era tan solo un gran árbol con una pequeña peculiaridad, tenía ganchos con los que colgaban a los cerdos para drenar la sangre. Los mismos tenían cadáveres que ya eran solamente huesos llenos de sustancias desconocidas y piezas faltantes.

Era evidente que ese horrible lugar sería su tumba, y ya no podía hacer nada para volver en el tiempo, estaba a punto de morir gracias a la locura compulsiva de su amo.

No va a dejarme aquí ¿Verdad? — pregunto Adán, esperando que la respuesta fuera negativa, o mucho mejor, que todo fuera un sueño.

Debo decir que si, sabes demasiado y no puedo dejarte ir—

Billy guardó silencio cerca de un minuto, para después comenzar a desvestir a su sirviente. Se tomó el tiempo necesario para doblar su ropa con precisión.

Señor, he visto todos los crímenes cometidos por usted y jamás he dicho algo, puede confiar en mí. ¡Tiene que dejarme vivir!— suplico nuevamente Adán entre lágrimas, estaba lo suficiente débil como para escapar y además asustado.

Ya no hay vuelta atrás, debes pertenecer junto a ellos — señaló el árbol con una sonrisa—

Adán volteo nuevamente al árbol, abrió la boca para hablar, pero Billy ya no le permitió.

Con una precisión impresionante atravesó el paladar del hombre con uno de los ganchos que antes estaban en el árbol hasta por lo menos llegar a su tabique nasal.

El cuerpo de Adán soltó un último gemido de dolor y la sangre comenzó a brotar de la herida, manchando así la ropa elegante de Billy.

El joven hombre suspiro y con una fuerza que ni siquiera él sabía de donde había salido, cargo los 85 kilos de Adán y lo colgó en una de las tantas ramas del misterioso árbol.

Ahora perteneces a nuestro señor, porque te he limpiado de tus pecados... ¡Vivirás en gloria eterna! — grito Billy con todas sus fuerzas haciendo que los cuervos salieran de su escondite.

Unos aplausos detrás del hombre blanco comenzaron a sonar.

Bien hecho, hombre... Espléndido, hermoso, único...

Mencionó una voz femenina mientras los pasos que daba, anunciaban que se acercaba a la escena del crimen.



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⏰ Última actualización: Apr 10, 2021 ⏰

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