Dancing With The Nemesis (Catradora)

1

Adora estaba preparándose para una gran fiesta. Ésta es su primera vez en una fiesta grande desde que su madre murió. La madre de Adora falleció mientras Adora tenía tan sólo cuatro años. Ya Adora estaba por cumplir los doce años.

Las manos de Adora temblaban, pues sabía que estarían todos los reinos del universo en esa fiesta. Y a tan poca edad, ella debió aprender a arreglarse para estas ocasiones, y controlar sus nervios. Pues Adora sabía que tan pronto su hermana, Glimmer, bajara del trono, Adora tendría que tomarlo. Sabía que tenía más poder del que conocía, sabía que la espada de la que su madre hablaba tanto, diciéndole que algún día sería suya, no sólo era una espada.

Por el otro lado, Catra estaba al borde de la locura. Su madre, Shadow Weaver ya le había gritado tres veces que era hora de partir para ir a la fiesta. Pero el cabello de Catra no era nada fácil de peinar, y su madre no le permitía cortarlo. Shadow Weaver entró a la habitación de Catra, la miró de arriba a abajo y preguntó:

-¿Aún no estás lista, Catra?, ¿Cómo es posible?- Dijo tratando de mantener su voz en un tono calmado.

-Madre, no sé como debo de peinarme. Y no quiero que se burlen de mí en la fiesta- dijo Catra con pequeñas lágrimas en sus ojos.

Su madre la miró apenada, se sentó a su lado y le acarició la mejilla. -Catra, te diré algo y quiero que lo recuerdes siempre. Eres brillante, y tienes más poder del que crees. Tu cabello es una de las cosas más hermosas que tienes.- dijo y ésta sonrió.-¿Por qué se burlan de ti?

-Por que tengo cola. Y tengo dientes de gato, y tengo orejas de gato. Simplemente no soy como ellos.- dijo Catra.

-Catra, eso sólo te hace especial. Debes de sentir orgullo por tus rasgos, por que son únicos.- dijo Shadow Weaver mientras secaba las lágrimas de la pequeña. -Te ayudaré con tu cabello.- dijo y comenzó a cepillarlo, aunque en realidad, por más que cepillara, no había cepillo que peinara el cabello de Catra.

•••

Adora estaba a punto de salir por las puertas del palacio, y vería a cada una de las princesas. Se estaba preparando para todos los saludos que le tocaba dar esa noche.

-¡Adora, ya es hora!- gritó Glimmer.

Adora tomó aliento y abrió las puertas. Afuera la esperaba un mar de personas. Algunos comiendo, otros hablando, y muchos de los niños de su edad corriendo y jugando.

Ella quería jugar con los demás niños, quería correr y reír, pero sabía que debía mantenerse seria.

Catra entró por el otro lado del palacio. Mirando todo el palacio detalladamente y sonriéndole a todos, mientras todos le miraban mal y extraño.

-Mamá, ¿por qué me miran así?- preguntó Catra

-Recuerda lo que dije Catra- dijo Shadow Weaver y Catra sonrió.

Entonces en ese momento fue, el segundo que cambió la historia. Catra vió a Adora desde lo lejos, una pequeña rubia con un traje blanco. Catra no sabia como actuar o qué decir, sólo sabía que esa niña era muy bonita.

Cuando Adora vio a Catra, sintió un alivio en su pecho. Sonrió cuando vio sus adorables orejas y su colita que salía de un agujero que tuvieron que crearle a su pantalón para que pudiera moverse.

Adora caminó hacia ella, y se presentó.

-¡Hola! Soy Adora, ¿y tú?- dijo con mucho entusiasmo y mucho nerviosismo.

-C-catra- tartamudeó Catra.

Se quedaron en silencio por unos minutos. Y entonces Glimmer les interrumpió.

-¿Que crees que haces?- le pregunta Glimmer a Adora con un tono como si estuviera preocupada.

-Sólo me presentaba. Nunca la había visto aquí. ¿Quién es ella?- cuestiona Adora.

-No importa quién es. Es del reino de las hechiceras, no puedes confiar en ella, Adora.- dice Glimmer. Pero aún con estas palabras, Adora no sentía menos curiosidad, sino más.

-Está bien, no me acercaré más.- mintió Adora.

El resto de la fiesta, Adora y Catra se miraban de reojo. Ambas querían hacer tantas preguntas, pero Shadow Weaver también le advirtió a Catra sobre Adora. Y Adora no podía hablarle sin que Glimmer la viera. Así que Adora tenía un plan.

Escribió en un pañuelo: "¿Puedes venir al medio del bosque a media noche?"

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