💌 Capítulo № 21 💌

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— ¿Listo para irnos, hyung? —El peli-rojo asiente, viéndolo con una sonrisa electrizante. Jung carga su mochila en los hombros y los dos caminan directo al mostrador de la tienda.

La anciana desde el mostrador detiene sus movimientos, deja de guardar dinero en la caja registradora, los ve aproximarse juntos y sonrientes. Ella también les vuelve el gesto con mucho cariño. Desde que su nieto y el pequeño Kim se han empezado a relacionar como amigos, se ha sentido más feliz debido a las visitas que recibe de los dos, éstas se han vuelto muy especiales para su viejo corazón.

— Abuela ya nos vamos —Hoseok se acerca y permite que su cuerpo juvenil sea apresado por los brazos de la mujer bajita. La abuela Jung en medio del abrazo, aparta algunas de las hebras rojizas que cubren la frente del menor y besa en ese área descubierta de piel.

— Tengan mucho cuidado, niños —Les dice.

— ¡Lo tendremos, abuelita Jung! —El menor de todos exclamó, y posteriormente termina uniéndose al gran abrazo de la señora y su nieto. 

La abuela asiente creyendo que puede confiar en la seguridad de los adolescentes y entonces también propina un besito maternal sobre la frente del castaño.

— Antes de que se vayan, les daré algo —Les mencionó.

El par de nuevos amigos ven a la dulce anciana irse apresurada hasta el fondo del local, directo al almacén donde todos los productos que comercializa se resguardan por seguridad, falta de espacio o por otras razones ajenas a ellos. La mujer pronto regresa en un lapso de corto de tiempo hacia la entrada de la tienda, donde los menores la esperan pacientemente, trae entre sus manos arrugadas, dos botecitos grandes de brillantina roja.

Cuando por fin logra llegar a ellos, sonriendo, traslada los objetos en las otras manos masculinas y más grandes que las suyas.

— Se los debía —Dijo—. La última vez recuerdo que pelearon por un botecito de éstos, como sólo tenía uno en ese tiempo, no pude recompensar a los dos.

Hoseok parpadea inmerso en la brillantina escarchada que contiene dentro el botecito plástico.

¡Aleluya! ¡Por fin el universo es justo con él!

¡Después de casi cuatro meses, ha logrado obtener la brillantina que tanto deseaba y por la cual se peleó con Taehyung en febrero!

— Sé que Hoseokie la anhelaba mucho —Continua. Los otros dos fijan sus miradas muy curiosas en el rostro arrugado, en serio que la anciana les recuerda a una pasita. Ambos pueden percatarse de que esas mejillas regordetas de la abuela Jung están totalmente ruborizadas—. Pero esa vez tuve que dar la brillantina a Taehyung. Después de todo, él era nuestro cliente y tu cariño —Dijo, refiriéndose al peli-rojo—. Eres mi nieto, pronto podrías obtener más brillantina y a montones. No tenían por qué pelear casi a morir.

— Lo sé —El mencionado ríe atarantado, a la vez que muy apenado. Esa vez fue todo un escándalo. Hobi recuerda que ese día sólo quedaba un botecito de brillantina roja, y casualmente cuando él estaba por tomarla y comprarla a su abuelita, las manos de Kim se lo arrebataron, y bueno, lo demás es historia.

Al final quién terminó ganando fue el más pequeño, por preferencia de ser un cliente.

— Yo también lo siento, hyung —Tae rasca su mejilla, intentando no ver a ninguno de los Jung a la cara—. Creo que esa vez exageré —Susurró, riendo nervioso.

La abuela niega.

— Tranquilo, pequeño —Carraspeó—. Sé que querías eso para hacerlo importante a tu cosh, por lo que está bien. No te mortifiques más.

El Día Después de San Valentín |YoonTae| (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora