El Día Después de San Valentín |YoonTae| (Corrigiendo)

Capítulo № 61

Una hora después de salir de casa de los Min, Taehyung y Yoongi llegaron a su destino.

Los nervios e inquietudes dentro de ellos, yendo en aumento, creciendo y creciendo aún más, mientras que Taehyung decidía si ya era momento de tocar el timbre de la puerta, pues, en medio de su espera, la valentía de atreverse lo había dejado solo. Toda intención de tomar el riesgo, de tener el coraje suficiente para hacerlo, lo tenía abandonado, deambulando entre esa incomodidad que a los dos los estaba acompañando desde días antes. Cuando ellos estaban separados, alejados de lo que sabían que sentían.

Aunque, si bien el tomarse de las manos cuando estaban junto a la Señora Min había funcionado, no significaba que su relación actual se hubiera arreglado. Aun con ese pequeño detalle, Taehyung sabía que el pálido estaba igual de asustado que él. Y claro, tampoco podía juzgarlo, después de todo la distancia entre ambos era evidente. Como algo que jamás hubieran esperado que pasaría, pero al final termino pasando. Porque era inevitable.

Jungkook estaba enamorado de Tae y Yoongi ahora lo sabía.

¿Lo malo? Él logró descubrirlo de la peor manera.

De la forma en que Taehyung jamás se lo mencionó, porque no estaba seguro de como hacerlo. Porque creyó que podría lidiar con ambos, con Jungkook y con Yoongi, quienes de formas distintas lo habían encontrado, el primero llegando personalmente hasta él, mientras que el segundo, sin siquiera planearlo, había esperado a que fuera lo suficiente valiente para buscarlo.

Para ir y confesarle lo que sentía en una estúpida y ridícula carta que todavía seguía perdida.

- ¿V-Vas a tocar ya? -por otro lado, a pesar de que también estaba consternado, Yoongi lo único que quería hacer era enfrentarse a su destino. Su pobre corazón, animándolo a intentarlo, a no desanimarse, pese a que las circunstancias que se interponían entre los dos no fueran las mismas de antes-. Yo, ahm... quisiera entrar ya, Taehyung.

- ¿Eh? -girando su rostro para ver el chico a su lado, Taehyung entonces reaccionó. Su mano que estaba hecha puño frente a la puerta, abriéndose ligeramente cuando el pálido le miró con cierta seguridad. Toda la iniciaba del contrario cautivando sus ojos, aun si lo notaba lastimado y herido, por lo que había ocasionado-. ¡Ah! Sí -murmuró después, algo avergonzado-. Si eso quieres, tocaré ahora, hyung.

Con un asentimiento, Yoongi luego le sonrió.

Fue una sonrisa débil, pero al menos le sonrió y Tae estaba más que bien con ello.

Así, volviendo a dirigir su atención a la puerta, Taehyung mordió su labio inferior, su pecho llenándose de aire cuando se dijo a sí mismo que podría con ello, que ya lo había hecho antes y que, tal y como le había dicho la Señora Min, no tenía por qué preocuparse, porque ellos ya se habían tomado de las manos y todo, de alguna u otra forma, iba a solucionarse.

No por siempre ellos iban a estar así.

No podía permitir que fuera un dolor eterno.

Después solo hizo de su mano un puño, y cuando recordó que causalmente esa fue la mano que Yoongi había tomado antes, tocó.

Tres golpes a la puerta siendo los suficientes para que un hombre saliera detrás de ella.

- ¡Taehyung, regresaste!

El Señor Kim recibiéndolos al instante con una gran sonrisa.

- ¡Papá, mira, por fin traje un chico a casa!

Sonrisa que se esfumó de los labios de Kim SeungJi cuando su mirada recayó sobre el jovencito que estaba de pie a la par de su hijo. La mirada segura de Yoongi, poco después, cayendo en picada cuando lo notó.