Capítulo VI: The Fight

29 0 0
                                    

Capítulo 6

The Fight

Ya había amanecido, era un nuevo día. Estaba decidido a derrotar a Brock de una vez por todas. Desayuné en el Centro Pokémon y me dirigí al gimnasio.
“Esta vez es la definitiva” murmuré para mis adentros, antes de abrir la puerta. Por suerte no había entrenadores, así que llegué rápidamente a Brock.
“Así que estás de nuevo aquí, ¿eh? Rara vez alguien se atreve a volver aquí… Sobre todo después de aquella derrota que sufriste ayer por ese chaval… Supongo que habrás mejorado, ¿no?” dijo Brock al verme, ya preparado para luchar.
“Tres contra tres, ¿no Brock?” le pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
“Sí.” Tras decir eso, sacó a Geodude. – “¡Vamos, Geodude! ¡Enseñémosle nuestro
poder!”

“Ve, Ivysaur” – dije, lanzando la Pokéball al centro del campo de batalla.
“Je, je, je…” – “¡Geodude, Rizo Defensa!”
La defensa de Geodude aumentó. Un aura con forma de esfera le rodeaba.
“Ivysaur, utiliza Hoja Afilada” – grité, señalando al Geodude
Un montón de hojas se esparcieron por el campo de batalla, y la mayoría alcanzaron al
Geodude, causándole graves daños. Aún así, aguantó.
“Rizo Defensa no solo ayuda a mejorar la defensa física, si no también la defensa
mental.” – dijo, sin inmutarse – “Geodude, Golpe Roca.”
Geodude agitó rápidamente sus brazos, pero Ivysaur lo esquivó fácilmente, debido a su
mayor velocidad.
“Voy a dejar que hagas lo que quieras con Geodude” – me dijo con un tono calmado.
“¿En serio?” – le pregunté extrañado – “Pues entonces, ¡Hoja Afilada otra vez,
Ivysaur!”
Eso hizo que Geodude cayera al suelo debilitado.
“Bien, vuelve.” – “Has hecho un buen trabajo.”
Me sorprendía la tranquilidad con la que hablaba, a pesar de ir perdiendo. Sin duda,
Brock era un rival bastante duro. No se inmutaba con nada. Parecía que aunque
ocurriera lo peor, él seguiría tranquilo. Y así era.

“Ahora verás mi auténtico poder. Vamos, Onix.” – dijo, con una seguridad increíble.
De la Pokéball salió una serpiente de roca enorme, que casi rozaba el techo del
gimnasio.
“Dios mío…” – pensé, un poco horrorizado – “¡Es un Pokémon enorme!”
“Ya ves que tengo Pokémon peligrosos, ¿eh?” – me dijo, riéndose – “Onix, utiliza
Atadura”
Onix agarró fuertemente a Ivysaur, y lo llevó por los aires. Tras eso lo lanzó contra la
pared. Ivysaur estaba debilitado.
“Ivysaur, vuelve.” – dije – “Vamos, Nidorino”
“Veo que tienes Pokémon preparados, ¿eh?” – dijo Brock, intentando no sacar una sonrisa de victoria –
“Sí. ¡Y vas a ver lo que puedo hacer! – grité – “¡Nidorino, Doble Patada!”
Nidorino rápidamente estampó sus patas contra el Onix. Onix seguía bien, aunque con rasguños por la evidente fuerza del ataque.
“¡Onix, Atadura!” – gritó Brock –
La serpiente de rocas intentó coger a Nidorino, pero éste esquivo el ataque con éxito.
“Nidorino es un Pokémon rápido y fuerte” – dije – “¡Nidorino, Doble Patada de nuevo!”
Nidorino siguió mis órdenes, y tiró al Onix al suelo. En ese momento, cayó debilitado y se convirtió en un amasijo de rocas que se esparció por el campo.
“¡Has destruido a mi Onix!” – dijo, sin creérselo –
“¿Yo?” – pregunté, aún extrañado por haber podido hacer eso –
“Sí, tú” – dijo, señalándome – “Tus Pokémon tienen un potencial oculto excelente”
“Ehm…¡gracias!” – dije sonriendo –

“Por tu proeza te doy la medalla Roca. – dijo, dándome la medalla – Con ella podrás entrenar a tus Pokémon hasta el nivel 20 – 25 y podrás utilizar la máquina oculta Destello.”
“¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! ¡No me lo creo!” – dije, gritando de la emoción – “La pondré en mi chaqueta”
“Amigo, felicidades. Espero que podamos luchar otra vez, cuando seas más fuerte”
“Lo mismo digo”
Tras eso, nos estrechamos las manos y nos despedimos.

Cuando ya salí del gimnasio, ya era por la noche, así que decidí descansar en el Centro Pokémon para partir hacia el Mt. Moon por la mañana.

Mi viaje sin duda acababa de comenzar.

Memories of a Trainer: La historia de RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora