Capítulo XI: Ciudad Carmín y el S.S. Anne

30 0 0
                                    

Capítulo 11

Ciudad Carmín y el S.S. Anne

Tras horas de caminata, llegué a Ciudad Carmín. Sin duda, era una de las ciudades más grandes de Kanto, con un puerto, varias tiendas e incluso una comisaría. Yo fui directo al puerto, ya que la fiesta solo se celebraba ese día.

Al llegar, pasaron mi ticket por una máquina de infrarrojos y me dieron una pulsera que me permitía visitar libremente el barco. Sin duda, era de lujo, y con todas las prestaciones imaginables.

—¡Guau! —dije, impresionado— ¡Se nota que esta gente no está en crisis!

—¿Qué desea? —me preguntó un camarero que llevaba una bandeja de plata vacía.

—Un refresco, por favor —le pedí, sentándome en una de las mesas.

Cuando hice mi pedido, vinieron Green y Blue, y también se sentaron.

—¡Hola, Red! —dijo Blue, con dulzura.

—Hola —dijo fríamente Green.

—¿Os apetece algo? —pregunté.

—Yo ya he pedido mi granizado —dijo Blue sonriendo.

—A mí no me apetece nada —dijo Green.

Tuvimos una larga charla que duró horas, pasando por temas como Pokémon hasta algunos de más actualidad.

—Yo me retiro —dijo Green— tengo que descansar para el combate de mañana.

—Adiós —dije.

—Hasta luego —dijo Blue.

Green se fue y nos quedamos solos.

—¿Tú también te vas? —pregunté.

—No —respondió Blue.

Bien. Tengo que decirte algo —dije.

—¿Qué? preguntó.

Justo en ese momento, se apagaron las luces y apareció Locke.

—¡Otra vez tú! —gritó, fastidiado— ¡Esta vez no te saldrás con la tuya!

—¡Ya veremos! —dije, preparándome.

—¡Adelante, Ryhorn! —dijo.

—¡Vamos, Ivysaur! —dije.

Los dos Pokémon se miraban fijamente. Rhyhorn era un Pokémon parecido a un rinoceronte, pero de color plateado. Según mi Pokédex, no tenía mucha inteligencia, pero era muy robusto.

—Ryhorn, Placaje —le ordenó, apuntando a mi Pokémon.

—Cuidado, Ivysaur —le advertí.

Como Ryhorn era tan lento, era un enemigo fácil de evitar para Ivysaur.

—¡Ivysaur, Polvo Veneno! —le dije.

Ese día estaba estratégico.

Ivysaur esparció unos polvos por el campo de batalla.

Algunos polvos alcanzaron al Rhyhorn, como es natural. Locke no decía nada, seguía tranquilo.

—No me importa —dijo— sé que ganaré —comentó, con seguridad.

—¿Sí? —pregunté riéndome— ¡Ivysaur, Hoja Afilada!

Las hojas afiladas como cuchillas atravesaron al Rhyhorn, y lo dejaron casi debilitado. El veneno hizo el resto.

—Ha sido un combate bastante fácil —dije.

—¿Crees que hemos terminado? ¡Te equivocas! —me dijo, sacando otro Pokémon— ¡Adelante, Weezing!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 01, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Memories of a Trainer: La historia de RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora