María Agustina, parada al lado de los rosales de la abuela, toma un gran respiro,y con énfasis repite: Nadie toca el jardín de la abuela.Porque aquí nos enseñó a vivir.
Porque aquí está ella, en esas flores en sus colores y en sus perfumes.
Mi madre me mira atónita no lo puede creer.
Todos permanecen en silencio.
Manuel se muestra arrepentido, pues en su afán de cambio y progreso ha olvidado a su ser más querido su madre.
Dice: no he querido ofender a nadie, menos a la memoria de mi santa madre, ni contradecir u olvidar todo lo que nos enseñó y todos sus esfuerzos.
Alejandro el mayor interviene, se acerca a María Agustina y acariciando su hombro le dice: tienes razón sobrina, nadie destruirá el jardín de la abuela.
Todos respiran como aliviados, un gran peso se les ha quitado de encima, se sonríen entre ellos y el clima tenso se aliviana.
Alejandro continua, Manuel tu idea es buena y se puede realizar, pero lo haremos en otro lugar.
Manuel respira aliviado, solo quiero lo mejor para todos, mi madre siempre construía algo nuevo y por eso se me ocurrió.
No se si recuerdan que entre todos y algunos trabajadores levantamos dos habitaciones más y después agrandamos la sala y siempre quería que progresáramos.
María agustina se acerca a su tío Manuel y dice: el jardín de mi abuela es la base del amor que debemos y sentimos entre nosotros, ya somos una familia numerosa y siempre estamos en contacto, dispuestos a apoyarnos y darnos soporte ante cualquier adversidad.
Eso aprendieron nuestros padres, sentados en ese portal con la abuela Agustina y en este jardín, que cada rosal lleva sus nombres .
Eso nos contaron y nos inculcaron a cada uno de nosotros y nosotros lo haremos con nuestros hijos, porque es lo correcto.
No se debe, no se puede destruir esa base, todas esas historias porque nos dan sustento para luchar, para ser mejores, porque no nos dejan caer.
La interrumpe Manuel: tienes razón sobrina, la mas parecida a la abuela ;Y como ella diría: "llueva, truene o relampaguee", ese jardín lo seguiremos cuidando entre todos, ahí está ella su amor su lucha y sus enseñanzas.
Buscaremos otro sitio entre todos, si es que estamos de acuerdo.
Todos asienten y vierten opiniones, que poner césped, que hacerlo rustico, que hay que dar una cuota, etc.
María Agustina dice; repitan todos a la cuenta de tres:
"EL JARDIN DE LA ABUELA NO SE TOCA"
Todos ríen y se abrazan y en un solo grito dicen:
"EL JARDIN DE LA ABUELA NO SE TOCA"
FIN
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El jardín de la abuela
AventureEsta novela, rinde homenaje a todas las mujeres, a todas las madres que día a día con máximo esmero construyen un futuro solido y honesto.