"𝔑𝔦𝔫𝔤𝔲𝔫 𝔥𝔬𝔪𝔟𝔯𝔢 𝔭𝔲𝔢𝔡𝔢 𝔭𝔢𝔫𝔰𝔞𝔯 𝔠𝔩𝔞𝔯𝔞𝔪𝔢𝔫𝔱𝔢 𝔠𝔲a𝔫𝔡𝔬 𝔰𝔲𝔰 𝔭𝔲ñ𝔬𝔰 𝔢𝔰𝔱𝔞𝔫 𝔠𝔢𝔯𝔯𝔞𝔡𝔬𝔰".
- Me iré ¡No quiero morir en este lugar!¿Tú lo quieres? - Se alistaba para irse. Estaba muy decidida a renunciar a todo lo que había pasado hasta ese momento.
Pero no le iría muy bien.
- Tranquila... No pasará nada, solo no te vayas... - Él estaba raro desde hace unos días.
- ¿Como dices? - Soltó una risa sarcástica. - Idiota.
- Si te vas lo tendré que hacer, no lo hagas. - La tomó de la mano. - No te vayas.- Hoy te ves peor que otros días. - Se soltó. - Me voy.
- ¡Porqué no me escuchas! - La tomó bruscamente. - ¡Quédate!
- Ya le llame a mi familia, claro que me iré. - Intentaba soltarse nuevamente.
- ¡Vamos! ¡Se lo que te digo! - Se veía estresado, preocupado y definitivamente muy asustado.
- Cállate. - Abrió la puerta.
- Estúpida, eso eres. - Corrió en dirección aleatoria dentro de la casa. Dentro del edificio.
La chica no le tomó importancia a ese chico, continuo abriendo la puerta, al hacerlo pudo observar detrás de esa puerta, frente a ella, a un chico delgado no tan alto, pero aún de mayor en estatura que ella.
Era un desconocido.
- ¡Hola! - Observó dentro del edificio. - Oh... Estás sola. - Mostró una sonrisa ladina y acomodó un mechón de su cabello. -¿Dónde está ese idiota?
- ¿Perdón?
- ¡Dónde carajos está! - De un momento a otro cambió. - Escucha... - Comenzó a reír sin razón. - Olvídalo... - Miró atrás de él y cerró aquella puerta.
- ¿Quién eres?¿Qué haces aquí? - La chica no sabía que hacer. Estaba demasiado confundida.
- Shh. - Se acercó a ella. - Aún no es tu turno... - Dio unos cuantos pasos en dirección opuesta a ella. - o podría... ¡O sí! Eso es mejor. - La miró. - Solo espera aquí.
Sonó el timbre.
- ¡Maldición! Creí que lo haría sola por una maldita vez. - Abrió la puerta.
La chica intentó salir.
- Pequeña... ¿A dónde vas? - La empujó.
- ¡Al fin abres! ¿Qué tanto...? - Miró a su alrededor. - ¿Lo hiciste sin mi?
- Si bueno... - Lo miró.
- ¿Solamente queda uno? - Miraba a la chica. - Casi le perdono la vida por ser hermosa. - Rió. - ¿El chico se mató luego de matar a la otra chica?
- No lo creo... - Se acercó a la chica presente. - ¿Sabes dónde está? - Tomó un mechón del cabello de ella. Y lo jaló en su dirección. - ¿Dónde está?
- Yo... No lo sé. - Iba a comenzar a llorar. Tenía miedo.
- Oh, por favor, no llores. - Rió y se acercó hasta su oído. - Gastarás tus energías para poder huir.
- ¡No se dónde está! ¡Solamente corrió! -Tenía los ojos rojos, definitivamente en cualquier momento lloraría.
- Bien. - Se iba alejando de ella.
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Tᴡᴇʟᴠᴇ Kɪʟʟᴇʀs. ᶻᵒᵈⁱᵃᶜ
Misterio / Suspenso𝙻𝚘𝚜 𝚍𝚘𝚌𝚎 𝚜𝚒𝚐𝚗𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚣𝚘𝚍𝚒𝚊𝚌𝚘 𝚎𝚗 𝚞𝚗𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚊𝚜𝚎𝚜𝚒𝚗𝚊𝚝𝚘, 𝚌𝚊𝚍𝚊 𝚞𝚗𝚘 𝚜𝚘𝚜𝚙𝚎𝚌𝚑𝚘𝚜𝚘, 𝚗𝚘 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊 𝚚𝚞𝚒𝚎́𝚗 𝚜𝚎𝚊𝚜, 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊 𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚊𝚗 𝚍𝚎́𝚋𝚒𝚕 𝚎𝚛𝚎...