Capitulo 5 En problemas, La decisión de kakashi...(parte 1)

333 68 6
                                    


"...Lo que no puedo decirte frente a ti...me veo en la obligación de ocultarlo en mi corazón..."

-claro que la llevare su alteza-expreso el rubio

-¿de verdad?-pregunto entusiasmada

-si-contesto, mientras caminaba en dirección a la salida-¿alteza?

-¿si?

-no vamos por el camino principal, la van a detener- contesto haciendo que ella reflexionara un poco-se...que usted no sale muy a menudo del palacio, perdone mi osadía en decirle esas cosas- replico rascándose la nuca

-¿y que propone?

-podemos salir por otro lugar su alteza- contesto con una enorme sonrisa – le juro que no se arrepentirá

Mientras tanto, el peli negro caminaba por los pasillos del palacio imperial, solo era cuestión de tiempo de encontrarse con la emperatriz, ya que según lo tratado con la princesa Hanabi, tenia derecho de quedarse allí, como pretendiente de su hermana, hasta que ella tomase una decisión, por lo que la noche hacían fluir todas la ideas para que aquel corazón de la máxima autoridad del país cayera en sus encantos

-no creo que sea tan difícil- exclamo con ego mientras seguía su camino hacia la habitación de visitas, cuando vio a un chico rubio corriendo en los jardines del palacio, sin embargo, estaba tomado de la mano con una joven aparentemente de su edad, sonriendo con cierta ironía- de seguro son amantes-pronuncio para seguir su camino, hasta que se detuvo para ver con mas detenimiento a la chica, era un vestido demasiado refinado para una simple noble-¡acaso era la emperatriz!

-bien estamos afuera su alteza- pronuncio abiertamente Naruto sin soltar la mano de la joven quien miraba su mano unida a la de él, ruborizándose un poco-¡lo siento!-dijo al soltar su mano

-bueno...¿queda muy lejos la casa?

-un poco necesitaremos trasporte – silbo con ayuda de sus dedos y un hermoso corcel apareció, se sorprendió del pelaje de aquel semental, era anaranjado y se veía sedoso al tacto-¿quiere tocarlo su alteza?- ella asintió, posando las manos sobre el caballo sintiendo la suavidad de su pelaje

-¿Cómo...como se llama?

-Kurama, es veloz como el corcel que es y listo como un zorro- expreso con una enorme sonrisa, haciendo que la oji perla soltara una leve risita

-¿un corcel zorro?

-es mi mejor chiste su alteza- pronuncio avergonzado

-no siento no quise ofenderte

-descuide, era una broma-entrelazando sus manos, mirándole ella confundida- apoye su pie aquí

-¿Qué? ¿Qué?

-así podrá subir –determino

-pero podría lastimarlo...

-no se preocupe, si no pone el pie allí me ofendería mucho- Hinata le miro con enorme ojos tras su velo, pisando su mano para impulsarla hacia el corcel, para que el subiera, haciendo que ella se aferrara a su cintura para sujetarse, comenzando la cabalgata, tomando varios caminos solo conocidos por el rubio o al menos eso creía, un peli gris pescaba cerca del rio para poner en orden sus pensamientos, hasta que se distrajo al escuchar el predominante sonido del caballo volteando su rostro y ver con sorpresa a la emperatriz aferrada a un desconocido

-¿Qué significa esto?- se puso de pie de inmediato, solo que ya estaban fuera de su alcance -¿Hinata ya tiene prometido?

El camino parecía mas lejos de lo que pensaba la emperatriz, solo que el pueblo donde se adentraban eran mas humilde de lo que imagino, pobreza, era la única frase para describir lo que estaba viendo, ¿Cómo ella logro esto? ¿Cómo no se había dado cuenta de lo que pasaba su pueblo?, sin duda vivir entre paredes no le serviría de nada o alejarse, porque siempre hay terceros custodiando sus finanzas, cuando ella tenia todo el poder para hacerlo, todo por su falta de confianza y que caro lo estaba pagando ese pueblo por eso

-majestad...

-discúlpame...yo...no sabia que había pobreza aquí

-se que no es su culpa, solo que usted no lo sabia

-pero debí haberlo sabido

-ahora lo sabe y puede ayudar- contesto sintiéndose relajada ante eso, pero aun así estaba molesta en su interior, no dudaba en regresar al palacio luego de la visita a la casa del peli rojo, las cosas tenían que cambiar de una vez por todas- querían una emperatriz fuerte ahora la tendrán...-pensó determinada

-por favor, sigamos Naruto – siguieron el recorrido, como no parecía algo peor, fue ver la humilde casa al final del pueblo un tanto apartado, siendo señalado por el rubio, indicándole que aquella vivienda humilde era perteneciente a su mejor amigo Gaara

-Gaara, no seas tímido, se que te gusto la emperatriz

-madre, no voy a discutir eso, somos diferentes- respondió dándole una medicina a su madre quien le miraba con una sonrisa, siendo interrumpidos por los ligeros y delicados golpes de la puerta de la casa-enseguida regreso- su progenitora asintió, mientras que Gaara suplicaba que no fuera el contador e exigir el pago de la mensualidad, cuando su sorpresa fue evidente al ver a la hermosa oji perla en el lumbral de la casa- ¿alteza?digo majestad...-dio una leve reverencia -¿Qué hace aquí?

-buenas noches, joven no Sabaku

-¿Cómo llego aquí?

-su amigo...me guio hasta aquí

-hola Gaara- saludo Naruto con una enorme sonrisa que se empaño al momento de ver la mirada fulminante de Gaara

-¿Por qué trajiste a su majestad aquí?-pronuncio molesto

-discúlpame- intervino Hinata poniéndose en medio de ambos – yo quise venir a verte

-¿Qué?

-yo...quería verte...bueno...-tartamudeo- no le di mi pago, y es injusto para usted

-por favor, no tenga lastima de mi

-¡no es lastima!

-Gaara ¿Qué sucede?- la voz se escucho desde el interior de la casa

-madre, yo...

-hola señora Karura-exclamo Naruto-vine de visita y traje a alguien que le interesa conocerla

-¡Naruto!

-¿Qué es la verdad? ¿o dejaras a su majestad fuera de casa?

-no...-suspiro- adelante, alteza, por favor, entre a mi casa

-¿de verdad?-él asintió, ingresando a casa incomoda , mientras que Gaara miraba de manera asesina a Naruto, haciéndolo tragar en seco para entrar también

-majestad, le presento a mi madre

-Hinata-le interrumpió ella – estoy en su casa, quiero que me llame así, por favor

-esta bien, Hinata-la guio hasta una pequeña habitación, ella se saco su velo, sorprendiendo al peli rojo, sin embargo no dijo ni una sola palabra, viendo a la señora en la cama, quien le brindaba una sonrisa cálida de bienvenida

-buenas noches señora, soy Hyuga Hinata...


**************

Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, prometo que el proximo sera mas largo, gracias por sus comentarios, mil abrazos!!!

¿que problemas llevara que Hinata haya salido del palacio?

¡Quiero sobrinos! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora