Invitacion

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Naruto acababa de llegar a casa,  justo cuando termino su trabajo en la panadería fue a comprar todo lo necesario en el mercado. Contaba el poco dinero que quedaba pero se repetía que no importaba cuán poco fuera, si seguía ahorrando pronto podría salir de ahí. Cerro la puerta detrás de si tratando de no hacer ruido, aunque no había  anochecido aun sabia que su tío podría estar dormido y no quería molestarlo.

Sin embargo sus intentos fueron en vano porque escucho el grito de su tío, resignado a que no podría ponerse mas presentable solo se paso las manos por el cabello y subió las escaleras hasta la habitación donde descansaba su tío. Toco la puerta suavemente con los nudillos y entro solo después de escuchar la afirmativa. Ese cuarto era el único de la casa que tenia decoraciones y tenia algunas cosas algo lujosas, como las cortinas en el dosel de la cama, la estantería llena de libros de poesía o los jarrones que siempre tenían flores frescas y de colores vibrantes. Naruto entro al cuarto haciendo su mejor sonrisa, vio a su tío acostado en cama quien al verlo le hizo una mueca de desaprobación.

—Niño que fachas llevas, nuestra posición no nos permite andar de esa forma —empezó el hombre con voz autoritaria viendo de arriba abajo a su sobrino, quien llevaba una camisa blanca gastada con unos pantalones negros igualmente gastados.

—Perdón, salí a cuidar el jardín y no pude cambiarme.

—Bueno, ve a arreglarte. Hoy tendremos invitados especiales y dile a los sirvientes que la cena debe estar lista justo a las seis, mi marido no tolerara otro retraso.

—Esta bien, así lo hare —contesto Naruto recordando no darle mucha importancia a las palabras de su tío.

—Espero poder salir pronto de esta cama, aunque yo me siento bastante bien pero tu insistes que no es así.

—Te dije que te desmayaste la ultima vez, solo será por poco tiempo mas.

—Me gustaría que tu madre nos viniera a visitar mas seguido, hace mucho no veo a mi hermana y la extraño —termino el hombre con una sonrisa nostálgica en el rostro, Naruto termino con un nudo en la garganta pero siguió sonriendo como si no pasara nada.

—Recuerda el viaje que tuvo que hacer pero no creo que tarde mucho, también la extraño.

—Bueno niño, debes ir a prepararte y dile a Yahiko que venga a verme, parece que esta evitándome, hasta empiezo a dudar de su supuesto amor incondicional — Naruto salió de la habitación sin poder decir nada mas, llevaba mucho tiempo fingiendo frente a su tío que todo estaba bien.

Hacia muchos años que su familia había sido importante en el Reino, muchos años mas de los que pudiera recordar; su tío Nagato dio todo de si para mantenerlos con vida luego del golpe de estado que hubo. Su había acabado perdiendo la razón, su mente termino estancada en alguno de sus días de gloria, donde era un doncel que tenia un puesto importante, un marido que lo adoraba y dos amorosas hermanas con hijos que el cuidaba como si fuesen suyos. Karin y él habían decidido que lo dejarían vivir en esa fantasía tanto como fuera posible mientras buscaban un medico o alguien que pudiera ayudarles pero el tiempo seguía pasando y un par de jóvenes de no mas de veintiún años no podían hacer mucho. Solo fingían y trabajaban en lo que podían con la esperanza de salir del país algún día. 

Naruto empezó a preparar la cena, solo era una sopa con verduras acompañada con pan; esperaba que Karin llegara, estaba casi enojado porque dejo a su tío solo toda la mañana pero esperaba ansioso él dinero que pudo haber conseguido. Escucho la puerta principal volver a abrirse y los casi imperceptibles pasos de su prima, Karin entro con una pequeña sonrisa en el rostro que no cambio al ver la expresion molesta de Naruto.

—Ya llegue.

—¿Dónde estabas?, sabes que no puede quedarse mucho tiempo solo —le reprocho cuando ella se acercaba para sentarse frente a él en la mesa.

—Sabes que tambien puedo conseguir dinero, al menos de algo me sirve nuestro linaje.

—¿Volviste a la boticaria? — casi grito Naruto mas asustado que enojado, mientras Karin llevaba casi inconscientemente su mano a su brazo derecho, cubriéndolo mas con la manga de su vestido. —odio que lo hagas, no vendas tu sangre aunque paguen muy bien.

—El kekeigenkai de la familia no sirvió para salvarnos en el pasado, al menos ahora servirá de algo, si yo puedo evitar que nos pudramos aquí, hare algo —lanzo un pequeño saco de monedas sobre la mesa del comedor.

—No quiero que te hagan daño, ¿y si intentaran secuestrarte?, ¿Si quisieran ocuparte como la cura para cualquier cosa?

—Se que es peligroso, te juro que tengo cuidado y solo digo que soy una maestra con las plantas medicinales. Se que si nos descubren será el fin pero ten mas fe en mi —Naruto se quedo callado, solo miro el saco de dinero —Por cierto, me entere que planean dar un gran baile en el palacio la proxima semana.

—Eso no nos incluye Karin, solo la gente rica esta en la lista de invitados.

—Esa es la diferencia, esta vez invitaran a todas las doncellas y donceles casaderos del Reino... al menos de las ciudades cercanas, eso nos incluye a nosotros. Se supone que irán a cada casa a entregar las invitaciones.

—Lo veo poco probable, pero tal vez lleguen hasta esta destartalada casita.

—No seas así, seguro es divertido —el sonido de la puerta los interrumpio y los dos corrieron hacia la puerta esperando que su tio no saliera de la habitacion, Naruto corrió hasta la habitacion de su tio cuando vio  que era un guardia del palacio desarmado.

Le dio a su tío que no era nada importante, que solo eran cosas para la gran cena que según Nagato se celebraría, el hombre se tranquilizo y siguió con un bordado que lo tenia especialmente entretenido; hablaba acerca de lo que era apropiado para un doncel de su posición, mientras Naruto dejaba la habitación dándole la razón en todo.

Karin lo espero emocionada al pie de la escalera y no perdio el tiempo en enseñarle las dos invitaciones al baile, que casi estampa en su cara.

—Te dije  que llegarían, iremos los dos a buscar marido a un baile elegante. Es el baile de cumpleaños del principe heredero, tal vez regresemos a la realeza.

La emocion que pudo haber sentido Naruto se esfumo en ese momento, no tenian dinero para carruajes o trajes elegantes que luir en esa fiesta y si pudieran tenerlo solo alcanzaria para que uno de los dos fuera y preferia que Karin quien ya saltaba de alegria fuera a divertirse.

—¿Que pasa Naruto? no quieres ir.

—Algo asi, no creo que yo pueda ir.

—¿Qué?¿Por qué?

—Sabes que alguien debe cuidar al tio Nagato además, no tenemos dinero. ¿Cómo llegaremos? o mas importante ¿Qué nos pondremos?

—Que se quede solo en la noche no será tan malo, adema podemos mandar a arreglar la ropa que gala que tengamos e ir los dos en un carruaje pequeño aunque vayamos algo incomodos.

—Es mejor que vayas tu sola, tal vez puedas ser la reina y sacarnos de aquí, podrías usar tu dinero para conseguir un hermoso vestido de fiesta.

Karin sabiendo que no podría convencer a Naruto asintió, el le beso la frente y también sonrió. No sabían que alguien mas sabia que él tomaría esa decisión.

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