La media noche

490 46 3
                                    

Casi corrían en medio de los jardines, la luz de la luna llena era lo que les permitía ver por donde caminaban, aun afuera resonaba la música  del gran baile. Naruto pensó en como debían regresar antes de la media noche tal vez podría decir que lo intento y perder el pago que le prometieron incluso estaba dispuesto a regresar todo lo que le dieron si lograba que el príncipe siguiera con vida. No tenia ninguna esperanza de llegar a algo con él, sabia que mantenerlo con vida era mas importante. De repente se detuvieron en medio de unos rosales que marcaban un espacio no muy grande y circular donde el pasto era muy corto, parecia el centro de un laberinto cuyas paredes en vez de estar marcadas con altos arbustos tenían un montón de flores y enredaderas. 

-¿Que es esto? - pregunto Naruto cuando se detuvieron y pudo admirar los rosales con curiosidad.

-Mi lugar secreto, pocas personas conocen como llegar así que estaremos mas tranquilos - explico el príncipe, mientras Naruto seguía mirando al rededor hasta que sus ojos se detuvieron en la imponente torre del reloj, se dio cuenta que faltaba cada vez menos para la media noche.

-Es muy bello- en ese momento quiso olvidarlo todo, solo bailar en medio de los rosales con aquel príncipe que ya lo tenia hechizado; sentir el calor de sus manos y ver su sutil sonrisa.

Bailaron sin pensar en nadie mas, en que podría pasar solo giraban grácilmente por el pequeño espacio que tenían, conversaron y rieron sintiéndose mas cómodos y felices que en cualquier otro día, ninguno imagino que podría tener algo en común con alguien que podría considerarse un extraño, era como vivir su propio cuento de hadas. Hasta que la mirada del príncipe se desvió sobre el hombro del menor, Naruto de inmediato se dio cuenta que estaba mirando el reloj, sabia que la media noche estaba cada vez mas cerca.

-¿Deberíamos volver? - pregunto casi tímido Naruto que casi podía escuchar el segundero del reloj, casi lo sentía como una amenaza, el príncipe volvió a mirarlo a los ojos recuperando su sonrisa sutil y negó con la cabeza.

-Solo me sorprendió que pasara tan rápido el tiempo, no creo que nadie venga a buscarnos de todas formas - esas palabras le revolvieron el estomago a Naruto, era perfecto para cumplir su misión. Podía alardear de su buena memoria, saldría rápidamente y tardarían en encontrar al príncipe, todo su cuerpo tembló ante ese pensamiento incluso su mente empezó a trabajar mas rápido buscando alguna excusa para regresar, sentía que se le revolvía el estomago y la desesperación no lo dejaba pensar con claridad, mientras las palmas de las manos empezaban a picarle como si estuvieran ansiosas por tomar la daga escondida entre sus ropas de una vez.

Sin darse cuenta algunas lagrimas empezaron a bajar por su mejillas y el príncipe se acerco aun mas a él dejando un beso en su mejilla, se miraron a los ojos un segundo y el menor lo acerco un poco mas a su rostro llevando sus brazo al rededor de su cuello, estaban a tan solo unos milímetros cuando un extraño impulso recorrió la columna del menor, haciendo que con la poca conciencia que le quedaba apartara al príncipe de un empujón.

De repente sintió que su cuerpo no le obedecía y sintió dolorosamente que se acercaba la primera campanada del reloj, su mano derecha saco la daga escondida mientras trataba de detenerse usando su otra mano. 

"Por favor,  que no suene. Que no suene la maldita campana"

Era lo que el menor repetía una y otra vez en sus pensamientos tratando de dar un paso hacia atrás, estaba casi arrodillado frente al príncipe  tratando de poner distancia con el, pero este ingenuamente trato de acercarse para corroborar que estuviera bien.

Pero la primera campanada llego, haciendo todo resonar Naruto incluso sintió como si todo le diera vueltas casi no podía mantenerse en pie sin embargo otro impulso lo llevo hacia adelante con la intención de clavar la daga en el pecho del príncipe .

- ¡Aun no! - grito Naruto, como si alguien pudiera detener el tiempo y darle unos segundos mas, sin embargo la daga termino clavada en el costado del príncipe, que no había tenido tiempo de reaccionar.

Los dos jóvenes terminaron sobre el pasto, Naruto ya se había soltado a llorar y lanzo la daga como si quemara, viendola como si fuera un monstruo.

— no por favor, por favor — exclamo asustado Naruto, ni siquiera podía mirar a la cara al príncipe y solo se escondió en su pecho.

Sasuke no podía entenderlo, el lo había apuñalado seguro solo se había acercado con esa intención; no entendía porque ese chico lloraba sobre su pecho mientras le pedía perdón y trataba de cubrir su herida. Aunque se entendía menos a sí mismo por querer aferrarse a ese extraño comportamiento, como si alguien más hubiera cometido tan terrible acto y ese hermoso joven solo hubiera sido un testigo.

Naruto se aferraba a su ropa tratando de hacer presión con sus manos sobre la herida, al fin se atrevió a subir su mirada y se topó con los profundos ojos negros del príncipe. Era como si se vieran de frente por primera vez como si la mascara de falsedad hubiera caído cuando sus mirada volvieron a encontrarse, reflejando lo que en verdad sentían : miedo.

Por un segundo regreso la dulce calidez del sueño lejano que los envolvió, el no pensar en nada ni nadie mas que en los ojos del otro y solo sentir que la luz de la luna los envolvía como protegiéndolos de todo lo demás. De repente en un impulso que no reconoció, Naruto rasgo parte de su traje y lanzo el adorno de su cabeza con toda su fuerza; seguía aterrado pero ya no quería apartarse del príncipe y parece que el sintió algo similar porque llevo una de sus manos hasta la nuca del joven acercándolo cada vez mas a su rostro, como si lo que ocurrió no fuera verdad y solo pudo acercarse hasta que sus narices se rozaron.

Naruto no resistiendo mas termino con esa tortuosa distancia y  en ese momento se sello una promesa silenciosa de amor con un beso, en el que ambos pedían a cualquier deidad que el tiempo se detuviera al menos para grabar cada uno de esos temblorosos latidos temiendo que cualquiera pudiera ser el ultimo, pues la angustia y el miedo casi parecían convertirse en dolor real en el pecho de Naruto, aunque por segundos este parecía mas real.

En medio de esa declaración silenciosa y dolorosa de amor, decidieron que ya nos e moverían, por un momento mas no pensarían en nada para que fuera mas como el cuento de hadas que los dos tenían en la cabeza.

// FIN//




Otra Cenicienta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora