EL JUEGO DE DIOS (au religioso)

Capítulo 19

Cuando escuche sus palabras, pude sentir mi voz temblar, agache la mirada intentando convencerle, pero él me rechazo un y otra vez. Una gran impotencia creció en mí, pensé que sería fácil hacer esta misión, pensé que ya lo había conseguido, sin embargo cometí un gran error. Me levante y me coloque en frente de él, le mire directamente a los ojos, no sé por qué, pero sentí una gran furia, como si me contralora saque mi arco y le apunte con una de mis flechas, no se veía sorprendido más bien triste.

Oso- ¿Van a ser las cosas así mi bello Choromatsu?- apreté mis dientes y se me suavizo la mirada, sin saber porque lagrimas cayeron por mi cara, otra vez este estúpido sentimiento, no quiero tenerlo, quiero que desaparezca, tan solo recordé las palabras que me dijo Kamimatsu-sama y cerré los ojos y me relaje para poder disparar, sabiendo como es Osomatsu estoy seguro de que lo habrá esquivado y se burlara de mi.- Deberías de dejar de jugar, pensé que serias más listo mi querida Diosa.

En ese momento me coloco una veda en sus ojos y me agarro de las manos, no veía nada solo una inmensa oscuridad, me mordí el labio de la frustración e intente quitarme sus manos de las mías, aunque fue imposible por su fuerza, eso era lo que me enfada de él, no tiene que esforzarse para ser fuerte, simplemente lo consigue sin hacer nada, yo tuve que hacer todo para llegar en donde estoy, y aun así sigo siendo débil, si tan solo no tuviera que usar mi arco, si tuviera más fuerza.

Choro- Déjame de una vez, deja de ser así y solo desaparece, porque es tan difícil hacer que un ser como tú, tan despreciable y desagradable- mis palabras salían por si solas, comencé a llorar de la frustración que sentía hacia mí mismo y sin embargo estaba pagándolo con él.- Ojala no hubieras existido, me hubiera alegrado no tener que ver tu cara cada día, es tan odioso ver tu sonrisa como si siempre tuvieras la verdad, deja de actuar así, no eres importante para nadie, nadie te necesita.

Deje de hablar al sentir que necesitaba respirar, inspire y expire varias veces, sin darme cuenta ya no sentía sus manos sobre las mías, me quite la venda tirándola lejos de mí y abrí los ojos lentamente, esperaba cualquier cosa menos lo que vi, se formó un gran nudo en mi garganta y la culpa llegó a mi corazón, quería pedirle perdón, quería explica porque dije esas cosas, pero...

Choro- O-Osomatsu...

Choro-chan quiero abrazarte, quiero pasar más tiempo contigo...no te vayas...~

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¿Por qué eres así conmigo? ¿Por qué debes de ser ponerte de su lado? Si tan solo no me centrara en este sentimiento que tengo en mi, no tendría que sufrir, fuiste un idiota al decir esas cosas de las personas que considero mi familia, deberías entender este sentimiento de querer proteger a los que son tuyos, pero tampoco me niego que mis palabras no hayan sido bonitas. Camine hasta mi cabaña y cerré la puerta con fuerza tras de mí, tan solo quería calmar mis emociones, ser controlado no era bueno, así que decidí ir a mi jardín, era el único lugar que podía hacerme sentir paz. Pase por mis innumerables plantas hasta llegar a un rincón en específico, allí se encontraban las flores que crecían diferentes cada año, prediciendo un poco el futuro.

Totty- Este año se está haciendo demasiado largo, Osomatsu ha estado actuando extraño desde que me vino a visitar, e Ichimatsu solo me visita para sus pociones diarias y para curarle sus heridas- Acerque mis rodillas para poder abrazarlas mientras me apoyaba contra un árbol, tan solo quería que esto terminara de una vez- ¿Acaso no sirvo para algo más? Fui un estúpido al confiar que alguien que no fuera de nuestra especie quisiera mi amistad.- Agarre mi cabello de la frustración y el enfado que tenía- ¡Maldito Jyusimatsu porque hiciste eso!

La agonía podía conmigo, era como si me consumiera dentro de mí, en ese momento pude ver como las hadas se acercaron a mí, por primera vez las veía desde que las desterré aquí, nunca nos llegamos a llevar bien, por decirlo así era un odio de generaciones. Me carme poco a poco y me acomode mi cabello, además de limpiar mis lágrimas para que no me vieran así de...débil.

-Es raro ver llorar alguien tan frio como tú- suspire y desvíe un poco la mirada, la verdad es que no quería contestarla, porque seguramente estaría dispuesta de intentar negociar el terreno-... Hablare honestamente Todomatsu, hemos venido aquí con un motivo, y yo como representante de mi nación quiero hablar de algo que tienen que ver con la guerra santa.

La observe ahora con atención y mire a sus ojos para saber que no estaba mintiendo, al verificarlo tan solo asentí para que continuara hablando del tema. Era raro que las hadas se entrometieran en peleas entre los dos mundos, más bien estaban al margen de todo, por lo que ellas solo vivían dando pequeñas informaciones.

-Decidimos unirnos, con solo un fin, y es devolverte el favor, sabes que tenemos mucho orgullo, pero no queremos estar en deuda.

Totty- solo porque no fui como mi maestro, no quiere decir que me debáis nada, no hice nada para ayudaros, solo os desterré y que yo sepa eso no es algo bueno- me levante y me acerque a una de las regaderas que dejaba por el jardín estas se llenaban mágicamente, además que necesito muchas para regar todo. Mire las flores futuras y comencé a darles el agua que necesitaban, ahora que ellas estaban no debía de pensar en mis males, debía de ser objetivo y frio.

-Eso es una excusa, pero entiendo que te niegues a decir tu verdadera razón de eso, te debemos mucho a ti y a tus compañeros, sabes que dejarnos vivir y cuidar nuestra nación es un mérito, fue gracias a ti que podemos vivir con más libertad, recuera que cada día dejas un frasco de disminución para poder vivir en este jardín.

Sus palabras tenían razón, yo hacía eso cada mañana tan solo para que las hadas vivieran en paz, después de ser perseguidas por los humanos, aunque lo que ellas no saben es que no quiero defraudar a mi amigo, el único amigo de una especie por decirlo buena, por eso salgo cada día a buscar más allá del bosque un lugar donde puedan vivir, que puedan volver a su tamaño normal y puedan dejar este jardín atrás.

Deberíamos de empezar sin malentendidos, asique empiezo yo... gusto en conocerte, soy Atsushi...

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Cuando te volviste alguien en quien pudiera confiar , esos ojos son los que me llaman más a la atención, tan morados e enigmáticos, siento que he ocultas cosas y sin embargo decido dejar mis dudas sobre ti atrás, me escuchas atentamente aunque siento que te parezco molesto la mayoría del tiempo, la verdad es que eres la primera persona que me intenta entender a un modo, que no me idolatra solo por estar en contacto con los dioses, o por ser un simple exorcista, me ves como lo que soy un ser humano más y es agradable estar así contigo.

Ichi- Karamatsu debería de saber que no debería confiar tan rápido en personas como yo- la mire por unos momentos antes de seguir caminando por el campo de flores que se encontraban detrás de la iglesia

Kara- Tienes razón, puede sonar ingenuo lo que he dicho, pero yo pienso que eres una buena persona.- En ese momento la hermana Ichi se tropezó, tal vez por lo sorprendida que estaba al escucharme que no vio al gato que paso rápidamente, o tal vez porque estaba enfocada en sus pensamientos, fui a ayudarla de inmediato y le ofrecí mi mano para que se levantara, pero al mirarla con flores y hojas en su cabeza me dio una imagen torpe de ella, haciendo que soltara una suave risa- te ves bien con violetas alrededor tuyo

Vi un leve sonrojo en sus mejillas y agarro mi mano para levantarse y poder sacudirse, parecía reacia a mostrar ese lado lindo y torpe, y aparentar un velo de frialdad como si no confiara en mí, y lo entiendo, no es normal confiar a alguien que solo conoces en unos días, pero yo lo hice y si no lo niego soy algo raro.

Ichi- Eres diferente...-Al escuchar su susurro, me acerque a ella para estar a su lado y seguir nuestro paseo, ahora con una sonrisa amplia en mi rostro al haber descubierto algo más de ella.

Kara- tú también lo eres- dije mirando al cielo, siento que se lo había tomado a mal y antes de que me dijera algo para defenderse o para ofenderme decidí ampliar mis palabras- No estoy diciendo que sea malo ser diferente, al contrario lo veo como algo fascinante, es bueno ser alguien diferente a los demás, si todos fuéramos iguales este mundo sería demasiado aburrido, y nos hartaríamos de esa monotonía.- Ahora con una sonrisa leve casi invisible en su rostro seguí hablando con ella, pero ahora cambiando el tema, decidí que hablarle de la visita a los niños del orfanato, parecía que había podido hacer desaparecer una de sus paredes, tal vez pronto pueda hablar con mas soltura con ella.

Nunca cambias, siempre estas a mi lado a pesar de que te me trates mal, me alegro de que no te canses de mi querido I***