EL JUEGO DE DIOS (au religioso)

Capítulo 24

Siempre fue divertido estar los tres juntos, se puede decir que desde que aparecieron en mi vida por cosas del destino, todo lo que conocía había cambiado, recuerdo el día que los conocí, éramos almas jóvenes y muchas veces desconfiamos hasta de los que estaban de nuestro lado, aquel día estaba pasando por mi última prueba para ser el sucesor del shinigami, había una reunión en el infierno debido al conflicto que había entre algunas especies, e íbamos a ver cómo afectaría a los demás o como actuaríamos... Me río ahora al recordar que me deje llevar por mi curiosidad y llegue a perderme por el castillo del infierno, en ese momento me desespere hasta que me topé con ellos, éramos tan diferentes y aun así la conversación fluyo como si nos conociéramos de toda la vida, a pesar de nuestras peleas y discusiones infantiles, llegamos a apoyarnos en todo lo que fuera necesario, ahora mientras camino de nuevo por esos pasillos puedo recordar aquella promesa que hicimos antes de que nuestros caminos se separaran, me hubiera gustado volver a ese momento y creer más en mí mismo.

Oso-¿Estás preparado?- Salí de mis recuerdos para centrarme en la realidad, detuve mi caminar al estar al frente de mis hermanos, asentí confiando en sus palabras y tocamos la puerta para poder entrar.- Vaya de verdad que ha funcionado, ahora tengo dobles hermanos.

Una sonrisa escapo de mis labios por las palabras de Osomatsu, pensar que tendríamos que prestarles nuestra ropa de reuniones a esos dos era bastante gracioso, hasta Todomatsu intento no reír por la situación en la que nos habíamos metido, delante nuestra se encontraban Karamatsu y Jyushimatsu vestidos con túnicas para ocultar el aura que tenían, además de dos máscaras, ambos de colores rosados y violetas, estos trajes los utilizábamos cuando nos juntábamos entre los pilares o cuando íbamos con Akumatsu, todo para que les fuera más difícil a nuestros enemigos saber nuestro verdadero rostro. Me acerque junto a Totty para acomodar los últimos detalles, esperábamos que el plan saliera bien, sino tendríamos bastantes problemas, entre ellos enfrentarnos al castigo por traición.

Ichi-Bien...todo está listo, los dejamos en tus manos Osomatsu, nosotros nos encargaremos de lo otro.- Por primera vez en tanto tiempo volvimos a ver esa sonrisa sincera por su parte, me acerque a Totty y le di la mano para salir del infierno y volver a la tierra.- ¿Crees que esto salga bien?

Totty- Sabes que Osomatsu siempre piensa en todo, aunque estoy preocupado por nosotros, al menos ellos lo tienen para guiarlos- Su voz salía temblorosa mientras nos adentrábamos al oscuro bosque nocturno, en verdad tenía razón porque nosotros teníamos que ir a ese estúpido lugar sin compañía.

Cuando ya estábamos en el centro del bosque algo cerca del lago, agarramos las piedras que nos había dado nuestro hermano, supuestamente podríamos cambiar algo de nuestro aspecto, aunque no nuestra aura, en verdad dudamos si hacerlo o no, pero era nuestra única solución para ser libres de esta guerra, nos miramos logrando ver el intercambio de ropas que habíamos hecho antes de irnos, nos veíamos como ellos en su manera de vestir y mientras acercamos la piedra a nuestro pecho cerramos los ojos esperando que esto funcionara. Cuando abrimos los ojos pude notar algo distinto en mí, al igual que en mi hermanito, me sentí extraño al no notar mis alas oscuras, y parecía que a Totty le costaba verse con alas en su espalda, antes de seguir intentamos ayudar al otro para poder acostumbrarnos a nuestra situación actual. Pasaron las horas y podemos manejarnos bastante mejor por lo que Totty comenzó a recitar frases en otro idioma para crear el portal, era la primera vez que íbamos a entrar por el portal, antes podríamos haberlo hecho, pero por ciertas causas como eran nuestra alma o nuestra aura es que ni siquiera podíamos entrar, en este momento seria lo contrario ya que teníamos oculta estas al llevar la piedra y la ropa de nuestros amados.

Totty-Está todo listo, cuando entremos no podremos comunicarnos con los demás- Asentí algo nervioso y cruzamos el portal para encontrarnos en un lugar repleto de nubes con tonos oscuros por el cielo nocturno, miramos alrededor paredes de tonos grisáceos y azules, ventanales por los cuales podíamos ver a los demás ángeles volando de un lado a otro- No tienen gusto... Al menos deberían tener algo más de color en este lugar.