EL JUEGO DE DIOS (au religioso)

Capítulo 20

La vida es muy efímera para aquellos que no tienen el poder de la inmortalidad e incluso nosotros los seres diferentes a los humanos, podemos dejar de respirar, porque solo pueden haber dos inmortales. La imagen enfrente mía rompía algo dentro de mi, no se porque seguí detalle de los arbustos, no tenia el valor de seguir mirando aquella escena, era lo correcto, en si Choromatsu-sama habla hecho lo que tenia planeado, sin embargo ver a uno de los grandes demonios con una flecha bendita atravesándole era algo duro, era como si algo en mi interior estuviera en contra de mi verdadera misión, quería correr ayudarle, llorar y gritar, pero no podemos, no debía hacer ninguna tontería para alterar la misión de la diosa, es mejor marcharme.

Oso-Deberías irte...junto a tu querido guardia, si sale bien espero que no tengas que verme otra vez Choromatsu

Me levante para dejarme verme, no entiendo que cantidad de poder tenia aun estando en una situación como esta, vi como hizo una reverencia mientras caía sangre de su cuerpo y se despidió creando un portal seguramente al infierno. Me acerque a mi querida diosa y me arrodille para mostrarle respeto.

Jyushi-Lo siento, no quería interponer me en su misión, pero parece que fue bien para su primer intento-Levante la mirada para ver su rostro, pero estaba dañado, su rostro estaba lleno de lágrimas, rápidamente le otorgue un pañuelo para que se limpiara, sin embargo antes de agarrarlo, se dirige a una rosa roja que se encontraba cerca de donde había caído la sangre de ese demonio.

Choro-Jyushi... ¿Cómo algo tan malo puede crear algo tan bello?-Me levante para acercarme a él, no sabia que responderle era algo que ni yo lo sabia, somos seres diferentes pero hay cosas que se escapan de nuestras manos, es frustrante sentir cosas como las emociones, si no aparecieran no me sentiría así, tan dudoso y adolorido, mi corazón me destroza, y tampoco nuestra diosa se sentiría como ahora, arrepentido de todo lo que ha hecho.

Jyushi no deberías de jugar en casa C** se enfadara y sabes que no le gustaría que viera sus cosas tiradas. Venga ayuda a recoger.

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Cuando nos separamos por caminos diferentes, decidí quedarme por unos segundos en aquel lugar lleno de flores ahora de diferentes tonos azules. Pensaba en todo lo que había pasado junto a ese ingenuo cura, parece fácil...muy fácil. sin embargo no se como hacerlo, mis sentimientos están diversos que me siento demasiado confundido. Me senté al principio junto aquel campo de flores que me recordaban a ese cura, para después tumbarme y poder ver el cielo.

Ichi-Sois crueles...supuestamente nosotros jugamos sucio, pero parece que vosotros os queréis poner a nuestro nivel-Dije esto después de escuchar los susurros de la muerte, almas que no habían transcendido,  estas me contaron que un arcángel había hecho daño a nuestro pequeño Totty, y que habían disparado con una flecha sagrada a Osomatsu. ¿Estoy preocupado? No, no del todo... Es algo raro, se que lo arreglaran y se curaran del daño que les hicieron, sin embargo...siento un sentimiento amargo, no se que significa, pero sé que cuando pienso en todo lo que me contaron cierro los puños a tal nivel que las uñas se clavan en mi piel y no siento dolor.

Ojala pudiera hacer algo, sin embargo otro sentimiento familiar me lo impide, la inferioridad y la baja autoestima que antes no tenia, se vienen a mi en diferentes ocasiones, siento que no puedo ser fuerte en esos momentos y tan solo quiero quedarme escondido de todo el mundo, "no quiero dañar a nadie por mi culpa" Esa frase se pasa por mi mente como si antes lo hubiera hecho y la confusión y ansiedad se juntan y no tengo idea de que hacer.

Ahora solo sigo sin aclarar nada, doy un poco la vuelta para mirar las flores azules y acerco una para olerla, en ese momento un olor dulce y ¿cálido? Llenan poco a poco mi cuerpo, y no se porque me sentí nervioso al pensar en aquel cura ingenuo.

Ichi tus sentimientos son alguna pista a algo que es mas grande, como un tesoro, recuérdalo.

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Llegar a donde pertenezco por mi pecado es algo que hace sentir cómodo y a la vez no, me mire la herida, tan profunda que fácilmente podido atravesar mas de dos órganos vitales, menos mal que no soy como antes, sino hubiera muerto, con las dos manos me saque la flecha, el dolor no era tan grande como el que sentía en mi corazón, me dirijo a un espejo que tenia escondido de los demás, y vi como mi herida se iba curando poco a poco, sin embargo la imagen del espejo empezó a cambiar poco a poco, lo normal seria sorprenderme, pero no lo hice, sabia que lo haría, ahora se me veía de una manera distinta, mi reflejo tenia  los ojos café con ligeros tonos rojizos, ya no tenia cuernos y mi traje negro se cambio por una sudadera rojo con un trébol verde y unos jeans... Era yo, pero el día de mi muerte, con las ojeras que parecían lagos oscuros, tenia moretones por algunas zonas especificas de mi cuerpo y estaba mas pálido.

Acerque mi mano al reflejo y suspire, mil y una imágenes se vinieron a mi mente, era tan difícil recordar todos aquellos momentos, cuando todo termino en ese instante, tuve miedo, miedo de no verlos.

Oso-Lo hice por vosotros, ahora puedo veros aunque me odiéis- Susurré para descansar alejarme de aquel espejo, veía lágrimas salir y tan solo me quede en silencio, no podía hacer nada, ya todo estaba echo y el pecado que cometí lo llevare siempre, y ellos no dejaran que me deshaga de él.

Mas tarde volví a donde pertenecía, donde me escondía después de aquel día, cuando encontré este lugar me alivio la vida, este pequeño jardín secreto que me devolvió mis recuerdos, tan solo aquí puedo respirar sin pensar en nada solo necesito tranquilidad antes que llegue la tormenta, asique me quedare por un tiempo.

Ellos son yo y yo soy ellos